Hay que vernos a las 4 para salir del ángel con el contingente de la resistencia civil, tenemos que cuidar la marcha pues puede haber provocadores pagados por el gobierno usurpador.
Saludos.
martes, 13 de octubre de 2009
Ya van varios muertos de la CFE y varios problemas que a continuacion compartimos con ustedes
SME acusa que PF está intentando “sacar de sus casas” a trabajadores
El objetivo, que atiendan las fallas que se han presentado en la red eléctrica: vocero.
La Jornada en línea
Publicado: 13/10/2009 21:38
México, DF. El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), por medio del vocero del Exterior, Fernando Amezcua, acusó que agentes de la Policía Federal (PF) están intentando “llevarse a la fuerza de sus casas a ex trabajadores” de la extinta Luz y Fuerza del Centro (LFC) para que atiendan las fallas que se han presentado en la red eléctrica.
"Elementos de la Policía Federal Preventiva han llegado a los domicilios prácticamente identificados de nuestros compañeros de líneas aéreas, de cables subterráneos y de subestaciones a intentar llevárselos a la fuerza", aseguró.
"Cuando pensábamos que sólo habían tomado nuestras instalaciones para extinguir a Luz y Fuerza del Centro y liquidar a nuestro sindicato, resultó que no, que aún había más", informó Amezcua por medio de un comunicado.
Asegura que esta medida es "para detenerlos y obligarlos a trabajar para enfrentar el inmenso colapso eléctrico que los ingenieros de confianza de Comisión Federal de Electricidad han sido totalmente incapaces de resolver".
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2009/10/13/acusa-sme-que-pf-201cse-esta-sacando-de-sus-casas201d-a-trabajadores
Apagón de tres horas afecta a 50 colonias de Ecatepec
De forma paralela a la falta de luz, miembros del SME bloquearon avenidas del municipio para exigir la salida de la Policía Federal de sus centros de trabajo.
Javier Salinas, corresponsal
Publicado: 13/10/2009 10:24
Ecatepec, Méx. Un apagón, registrado la mañana de hoy martes dejó por más de tres horas sin luz parcialmente a unas 50 colonias de la zona centro de Ecatepec, debido a la falta de mantenimiento en la subestación de Luz y Fuerza del Centro (LFC), localizada en este municipio.
La falta de energía eléctrica inició a las 9 horas y se subsanó hasta casi mediodía, lo que afectó desde la zona centro del municipio hasta Santa Clara, la mayoría en forma parcial.
A la par del apagón, un grupo de más de 200 integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) realizaron un bloqueo parcial a las vías Adolfo López Portillo, Avenida Revolución y Morelos, justo frente a la subestación de Ecatepec, para exigir la salida de la Policía Federal de sus centros de trabajo.
Al filo de las 8:30 horas, el grupo de sindicalizados se apostó en las laterales de dichas avenidas con pancartas en las que se leían: “si hay apagón, culpable es Calderón” y repartieron volantes entre los automovilistas.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2009/10/13/ecatepec-200-trabajadores-del-sme-bloquean-las-vias-lopez-portillo-avenida-revolucion-y-morelos/
Falla en subestación deja 30 mil habitantes de Huehuetoca sin energía
La falta de luz inició el sábado, luego que la PF tomó control de las instalaciones, por lo que vecinos bloquearon hoy la autopista México-Querétaro.
Silvia Chávez González, corresponsal
Publicado: 13/10/2009 14:54
Huehuetoca, Méx. Vecinos de seis comunidades y fraccionamientos de este municipio mexiquense bloquearon hoy martes la autopista México-Querétaro, debido a que desde el sábado al menos 30 mil habitantes de esta localidad se quedaron sin energía eléctrica por una falla en una subestación de Luz y Fuerza del Centro (LFC).
El secretario del ayuntamiento, Jesús Pérez Soto, informó que desde el sábado pasado –luego de que la Policía Federal tomó control de la subestación–, al menos 30 mil habitantes de cinco comunidades se quedaron a oscuras y han transcurrido tres días sin el servicio de electricidad.
Dijo que el gobierno municipal ha sido superado por el problema y no tiene capacidad material ni facultades para reparar la falla que registra la subestación, ubicada en el Barrio de Puente Grande.
Explicó que la subestación no tiene conectada una cuchilla y la línea de conducción de energía de este punto hacia el exterior “fue cortada”.
Los fraccionamientos y localidades afectadas son la Ex hacienda de Jalpa, San Pedro Jalpa, San Bartolo, Santa María, así como El Dorado y La Cañada.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2009/10/13/reportan-30-mil-personas-sin-energia-en-huehuetoca-por-falla-en-subestacion/
Conforman frente amplio de defensa jurídica para LFC
Al menos 500 abogados, pertenecientes a medio centenar de asociaciones y despachos particulares lo conforman.
Alfredo Méndez
Publicado: 13/10/2009 14:12
México, DF. La defensa legal de Luz y Fuerza del Centro y del Sindicato Mexicano de Electricistas la encabeza desde este martes un ejército de al menos 500 abogados del país, agrupados en organizaciones de juristas y/o miembros de despachos privados de reconocimiento nacional.
Durante una reunión realizada en la Cámara de Diputados, medio centenar de abogados que presiden asociaciones de litigantes progresistas, como la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, la Unión de Juristas de México, la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas, entre otras; así como diversos despachos jurídicos, entre ellos Tierra y Libertad, de Bárbara Zamora; determinaron conformar el denominado "Frente Amplio de Abogados y Juristas por la Defensa de la Industria Eléctrica Nacional”.
Aunque no asistió al comité, Bernardo Bátiz manifestó, por escrito, que apoyará las acciones de esta variopinta agrupación de litigantes, que, de entrada, acordó que su labor será “de solidaridad”, por lo que los abogados “no cobrarán un solo centavo”.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2009/10/13/conforman-frente-amplio-de-defensa-juridica-para-lfc/
ALDF: hay apagones en colonias de al menos 6 delegaciones
El problema lo generó el gobierno federal; la CFE no sabe operar el sistema capitalino, dijo.
Raúl Llanos y Rocío González
Publicado: 13/10/2009 12:30
México, DF. Luego de manifestar su apoyo moral y económico al SME, los diputados locales del PRD informaron que en los últimos días varias colonias de al menos seis delegaciones políticas han sufrido apagones constantes luego de que el gobierno federal decretara la extinción de Luz y Fuerza del Centro.
En conferencia de prensa, los legisladores informaron que algunas de las colonias que están enfrentando esta falta de suministro eléctrico son, entre otras, Ejército Constitucionalista y Ejército de Oriente, en Iztapalapa; San Pablo Ozotepec y Villa Milpa Alta, en Milpa Alta; y Roma y Condesa en la Cuauhtémoc.
Asimismo, citaron la zona de Polanco en la Miguel Hidalgo, Villacoapa en Coyoacán y San Pedro de los Pinos en la Álvaro Obregón, donde sus habitantes han resentido el corte de luz.
Los diputados del sol azteca manifestaron que esa situación es responsabilidad absoluta del gobierno federal, pues al trasladar las funciones de Luz y Fuerza a la Comisión Federal de Electricidad, se cometió un grave error, pues estos últimos desconocen la operación del sistema eléctrico en esta capital.
Así también, dijeron que en solidaridad con el SME, donarán por lo menos un día de dieta, que podría incrementarse a una mayor cantidad, con el objetivo de apoyar la resistencia de los electricistas.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2009/10/13/denuncian-asambleistas-del-prd-apagones-en-colonias-de-al-menos-seis-delegaciones/
El objetivo, que atiendan las fallas que se han presentado en la red eléctrica: vocero.
La Jornada en línea
Publicado: 13/10/2009 21:38
México, DF. El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), por medio del vocero del Exterior, Fernando Amezcua, acusó que agentes de la Policía Federal (PF) están intentando “llevarse a la fuerza de sus casas a ex trabajadores” de la extinta Luz y Fuerza del Centro (LFC) para que atiendan las fallas que se han presentado en la red eléctrica.
"Elementos de la Policía Federal Preventiva han llegado a los domicilios prácticamente identificados de nuestros compañeros de líneas aéreas, de cables subterráneos y de subestaciones a intentar llevárselos a la fuerza", aseguró.
"Cuando pensábamos que sólo habían tomado nuestras instalaciones para extinguir a Luz y Fuerza del Centro y liquidar a nuestro sindicato, resultó que no, que aún había más", informó Amezcua por medio de un comunicado.
Asegura que esta medida es "para detenerlos y obligarlos a trabajar para enfrentar el inmenso colapso eléctrico que los ingenieros de confianza de Comisión Federal de Electricidad han sido totalmente incapaces de resolver".
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2009/10/13/acusa-sme-que-pf-201cse-esta-sacando-de-sus-casas201d-a-trabajadores
Apagón de tres horas afecta a 50 colonias de Ecatepec
De forma paralela a la falta de luz, miembros del SME bloquearon avenidas del municipio para exigir la salida de la Policía Federal de sus centros de trabajo.
Javier Salinas, corresponsal
Publicado: 13/10/2009 10:24
Ecatepec, Méx. Un apagón, registrado la mañana de hoy martes dejó por más de tres horas sin luz parcialmente a unas 50 colonias de la zona centro de Ecatepec, debido a la falta de mantenimiento en la subestación de Luz y Fuerza del Centro (LFC), localizada en este municipio.
La falta de energía eléctrica inició a las 9 horas y se subsanó hasta casi mediodía, lo que afectó desde la zona centro del municipio hasta Santa Clara, la mayoría en forma parcial.
A la par del apagón, un grupo de más de 200 integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) realizaron un bloqueo parcial a las vías Adolfo López Portillo, Avenida Revolución y Morelos, justo frente a la subestación de Ecatepec, para exigir la salida de la Policía Federal de sus centros de trabajo.
Al filo de las 8:30 horas, el grupo de sindicalizados se apostó en las laterales de dichas avenidas con pancartas en las que se leían: “si hay apagón, culpable es Calderón” y repartieron volantes entre los automovilistas.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2009/10/13/ecatepec-200-trabajadores-del-sme-bloquean-las-vias-lopez-portillo-avenida-revolucion-y-morelos/
Falla en subestación deja 30 mil habitantes de Huehuetoca sin energía
La falta de luz inició el sábado, luego que la PF tomó control de las instalaciones, por lo que vecinos bloquearon hoy la autopista México-Querétaro.
Silvia Chávez González, corresponsal
Publicado: 13/10/2009 14:54
Huehuetoca, Méx. Vecinos de seis comunidades y fraccionamientos de este municipio mexiquense bloquearon hoy martes la autopista México-Querétaro, debido a que desde el sábado al menos 30 mil habitantes de esta localidad se quedaron sin energía eléctrica por una falla en una subestación de Luz y Fuerza del Centro (LFC).
El secretario del ayuntamiento, Jesús Pérez Soto, informó que desde el sábado pasado –luego de que la Policía Federal tomó control de la subestación–, al menos 30 mil habitantes de cinco comunidades se quedaron a oscuras y han transcurrido tres días sin el servicio de electricidad.
Dijo que el gobierno municipal ha sido superado por el problema y no tiene capacidad material ni facultades para reparar la falla que registra la subestación, ubicada en el Barrio de Puente Grande.
Explicó que la subestación no tiene conectada una cuchilla y la línea de conducción de energía de este punto hacia el exterior “fue cortada”.
Los fraccionamientos y localidades afectadas son la Ex hacienda de Jalpa, San Pedro Jalpa, San Bartolo, Santa María, así como El Dorado y La Cañada.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2009/10/13/reportan-30-mil-personas-sin-energia-en-huehuetoca-por-falla-en-subestacion/
Conforman frente amplio de defensa jurídica para LFC
Al menos 500 abogados, pertenecientes a medio centenar de asociaciones y despachos particulares lo conforman.
Alfredo Méndez
Publicado: 13/10/2009 14:12
México, DF. La defensa legal de Luz y Fuerza del Centro y del Sindicato Mexicano de Electricistas la encabeza desde este martes un ejército de al menos 500 abogados del país, agrupados en organizaciones de juristas y/o miembros de despachos privados de reconocimiento nacional.
Durante una reunión realizada en la Cámara de Diputados, medio centenar de abogados que presiden asociaciones de litigantes progresistas, como la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, la Unión de Juristas de México, la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas, entre otras; así como diversos despachos jurídicos, entre ellos Tierra y Libertad, de Bárbara Zamora; determinaron conformar el denominado "Frente Amplio de Abogados y Juristas por la Defensa de la Industria Eléctrica Nacional”.
Aunque no asistió al comité, Bernardo Bátiz manifestó, por escrito, que apoyará las acciones de esta variopinta agrupación de litigantes, que, de entrada, acordó que su labor será “de solidaridad”, por lo que los abogados “no cobrarán un solo centavo”.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2009/10/13/conforman-frente-amplio-de-defensa-juridica-para-lfc/
ALDF: hay apagones en colonias de al menos 6 delegaciones
El problema lo generó el gobierno federal; la CFE no sabe operar el sistema capitalino, dijo.
Raúl Llanos y Rocío González
Publicado: 13/10/2009 12:30
México, DF. Luego de manifestar su apoyo moral y económico al SME, los diputados locales del PRD informaron que en los últimos días varias colonias de al menos seis delegaciones políticas han sufrido apagones constantes luego de que el gobierno federal decretara la extinción de Luz y Fuerza del Centro.
En conferencia de prensa, los legisladores informaron que algunas de las colonias que están enfrentando esta falta de suministro eléctrico son, entre otras, Ejército Constitucionalista y Ejército de Oriente, en Iztapalapa; San Pablo Ozotepec y Villa Milpa Alta, en Milpa Alta; y Roma y Condesa en la Cuauhtémoc.
Asimismo, citaron la zona de Polanco en la Miguel Hidalgo, Villacoapa en Coyoacán y San Pedro de los Pinos en la Álvaro Obregón, donde sus habitantes han resentido el corte de luz.
Los diputados del sol azteca manifestaron que esa situación es responsabilidad absoluta del gobierno federal, pues al trasladar las funciones de Luz y Fuerza a la Comisión Federal de Electricidad, se cometió un grave error, pues estos últimos desconocen la operación del sistema eléctrico en esta capital.
Así también, dijeron que en solidaridad con el SME, donarán por lo menos un día de dieta, que podría incrementarse a una mayor cantidad, con el objetivo de apoyar la resistencia de los electricistas.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2009/10/13/denuncian-asambleistas-del-prd-apagones-en-colonias-de-al-menos-seis-delegaciones/
lunes, 12 de octubre de 2009
Todos/as a la marcha el jueves 15 de oct. del angel al zocalo en apoyo al SME y en defensa de los derechos sociales del pueblo de Mexico
Contra las políticas neoliberales, y el autoritarismo fascistoide del pelele, defendamos los derechos sociales del pueblo de México.
Impidamos que se concrete este atropello.
Marcha jueves 15 de octubre a las 5pm del ángel al zócalo, López Obrador citó a las 4pm. en el ángel entonces entre 4 y 5 pm. sería bueno llegar.
Saludos.
Impidamos que se concrete este atropello.
Marcha jueves 15 de octubre a las 5pm del ángel al zócalo, López Obrador citó a las 4pm. en el ángel entonces entre 4 y 5 pm. sería bueno llegar.
Saludos.
AMLO: apoyo total al SME
Movimiento de AMLO se suma a demanda del SME
El conflicto en la compañía de luz obedece a que adquiere en bloque la energía a la CFE y ésta compra 35% de la misma a empresas privadas extranjeras y mexicanas, dijo López Obrador ante unos cinco 5 mil electricistas en un mitin en San Lázaro. FAP propondrá al Legislativo una comisión investigadora.
La Jornada En Línea
Publicado: 12/10/2009 17:45
México, DF. Al presentar dos iniciativas de ley en materia económica -una enfocada a la austeridad y la otra de eliminación de privilegios fiscales- para 2010, mismas que serán llevadas a debate en ambas Cámaras legislativas a partir de mañana martes, el “presidente legítimo” Andrés Manuel López Obrador acordó que su movimiento se sumará a las protestas que encabeza el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) a raíz del decreto presidencial que desaparece Luz y Fuerza del Centro (LFC).
Durante la asamblea informativa celebrada afuera del Palacio Legislativo de San Lázaro, y a la que se sumaron alrededor de 5 mil integrantes electricistas, el político tabasqueño negó que el conflicto sea producto de un incosteable manejo de finanzas y privilegios salariales como lo han mencionado las autoridades federales y señaló que todo se deriva en que dicho organismo compra la luz en bloque a la Compañía Federal de Electricidad, que a su vez adquiere el 35 por ciento de toda la energía que consume el país a empresas extranjeras y empresarios particulares.
Por ello, pidió a los legisladores del FAP que a partir de mañana empiecen a proponer la formación y constitución de una comisión investigadora para ir al fondo de este asunto.
Al referirse al asunto económico, el líder del Movimiento de Resistencia Civil Pacífica emplazó a las autoridades a realizar un debate público sobre la política recaudatoria que quiere aplicar el gobierno federal para el año entrante, porque dijo, no es posible que en México, los profesionistas de clase media paguen mil 500 por ciento de impuesto más que cualquier empresario del país.
“Esto es una inmoralidad”, expresó, sobre todo cuando entre la cúpula de banqueros y empresarios priva una situación de privilegios en materia de gravámenes. Para ejemplificar tal iniquidad denunció que tan solo en materia de impuestos, las grandes empresas adeudan a la Secretaría de Hacienda 460 mil millones de pesos; cantidad que de recaudarse serviría para lo que las autoridades federales llaman el boquete financiero y no se requeriría aplicar el 2 por ciento.
En este sentido, informó, los diputados y senadores de su movimiento presentarán mañana 13 octubre dos proyectos de ley y convocó a un debate nacional y público sobre el daño que causa a la nación mantener tales privilegios no solo a nivel económico sino también político.
Por lo que toca a la actual situación de LFC y los integrantes del SME, López Obrador anunció que su movimiento se sumará a las movilizaciones de resistencia y protesta que organice el gremio, por lo que estará presente en la marcha del próximo jueves que iniciará del Angel de la Independencia rumbo al Zócalo.
En este sentido, dejó en claro que no tomará ningún protagonismo, por lo que estará siguiendo lo que determinen los dirigentes del SME a este respecto. Para este fin propuso la integración de una comisión de enlace con los electricistas, conformada por Claudia Sheinbaum, Berta Luján, Ricardo Ruiz y Jesús Martín del Campo, para coordinar los apoyos que puedan brindarles.
Asimismo, esta comisión iniciará al interior de las brigadas de resistencia civil y otras organizaciones sociales una campaña de acopio de víveres para apoyar a los trabajadores afectados por el decreto de Felipe Calderón.
López Obrador conovocó al próximo lunes 26 de octubre, afuera de San Lázaro, a una nueva asamblea informativa.
El conflicto en la compañía de luz obedece a que adquiere en bloque la energía a la CFE y ésta compra 35% de la misma a empresas privadas extranjeras y mexicanas, dijo López Obrador ante unos cinco 5 mil electricistas en un mitin en San Lázaro. FAP propondrá al Legislativo una comisión investigadora.
La Jornada En Línea
Publicado: 12/10/2009 17:45
México, DF. Al presentar dos iniciativas de ley en materia económica -una enfocada a la austeridad y la otra de eliminación de privilegios fiscales- para 2010, mismas que serán llevadas a debate en ambas Cámaras legislativas a partir de mañana martes, el “presidente legítimo” Andrés Manuel López Obrador acordó que su movimiento se sumará a las protestas que encabeza el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) a raíz del decreto presidencial que desaparece Luz y Fuerza del Centro (LFC).
Durante la asamblea informativa celebrada afuera del Palacio Legislativo de San Lázaro, y a la que se sumaron alrededor de 5 mil integrantes electricistas, el político tabasqueño negó que el conflicto sea producto de un incosteable manejo de finanzas y privilegios salariales como lo han mencionado las autoridades federales y señaló que todo se deriva en que dicho organismo compra la luz en bloque a la Compañía Federal de Electricidad, que a su vez adquiere el 35 por ciento de toda la energía que consume el país a empresas extranjeras y empresarios particulares.
Por ello, pidió a los legisladores del FAP que a partir de mañana empiecen a proponer la formación y constitución de una comisión investigadora para ir al fondo de este asunto.
Al referirse al asunto económico, el líder del Movimiento de Resistencia Civil Pacífica emplazó a las autoridades a realizar un debate público sobre la política recaudatoria que quiere aplicar el gobierno federal para el año entrante, porque dijo, no es posible que en México, los profesionistas de clase media paguen mil 500 por ciento de impuesto más que cualquier empresario del país.
“Esto es una inmoralidad”, expresó, sobre todo cuando entre la cúpula de banqueros y empresarios priva una situación de privilegios en materia de gravámenes. Para ejemplificar tal iniquidad denunció que tan solo en materia de impuestos, las grandes empresas adeudan a la Secretaría de Hacienda 460 mil millones de pesos; cantidad que de recaudarse serviría para lo que las autoridades federales llaman el boquete financiero y no se requeriría aplicar el 2 por ciento.
En este sentido, informó, los diputados y senadores de su movimiento presentarán mañana 13 octubre dos proyectos de ley y convocó a un debate nacional y público sobre el daño que causa a la nación mantener tales privilegios no solo a nivel económico sino también político.
Por lo que toca a la actual situación de LFC y los integrantes del SME, López Obrador anunció que su movimiento se sumará a las movilizaciones de resistencia y protesta que organice el gremio, por lo que estará presente en la marcha del próximo jueves que iniciará del Angel de la Independencia rumbo al Zócalo.
En este sentido, dejó en claro que no tomará ningún protagonismo, por lo que estará siguiendo lo que determinen los dirigentes del SME a este respecto. Para este fin propuso la integración de una comisión de enlace con los electricistas, conformada por Claudia Sheinbaum, Berta Luján, Ricardo Ruiz y Jesús Martín del Campo, para coordinar los apoyos que puedan brindarles.
Asimismo, esta comisión iniciará al interior de las brigadas de resistencia civil y otras organizaciones sociales una campaña de acopio de víveres para apoyar a los trabajadores afectados por el decreto de Felipe Calderón.
López Obrador conovocó al próximo lunes 26 de octubre, afuera de San Lázaro, a una nueva asamblea informativa.
viernes, 2 de octubre de 2009
A TI
A ti, arribista social, clasemediero. Protector de tus bienes, defensor de estatus, mezquino mercenario. Sicario, liquidas de espalda y a quemarropa a tus iguales, con tal de obtener su puesto, su lugar. Langosta de clase y procedimiento.
A ti, perpetuador propagador de sistemas económicos, por ti anhelados, pero desconocidos. Te reconoces capitalista, cínico, ni siquiera conoces el valor de tu trabajo. Sobajador de lo nuevo, represor de la juventud y de las nuevas formas; de lo espontaneo. Tu misión es divulgar tu descaro, dogmático.
A ti, que abres libros para cerrar puertas; para subir los escalones en la basura jerárquica; para alzar fortines de protección contra tu esencia, para diferenciarte del otro. ¿Recuerdas la útima vez que criticaste, la ocasión en que alguno de los ahora tuyos, te cerró la mente y te obsequió los grilletes?
Te atreves a llamarme idealista y romántico, con tu noción miope de filosofía, mientras te inclinas ante imágenes canónicas, te agachas y de rodillas besas la mano y el anillo sacro del pedófilo protegido; y no dejas de consumir, de consumir tu vida, tu ideal de vida progabacha tan comoda.
A ti, esclavo y capataz de seres en proceso de deshumanización. Aficionado a lamer botas y al ataque por detrás, lengua bífida, doblemoralino por adoctrinamiento y por vocación. Multifacético, que cuentas con miles de mascaras para oprimir a los tuyos.
¿Te das cuenta?
A ti, porque aunque no me lo creas, ya no te hablo con desdén, ni te miro con rencor. Porque así como el quetzalcoatl he mordido mi cola, me he mirado al espejo y me he despeciado al observar que a ti me parezco, tan deshumanizado, mas ahora escupo el veneno.
Quizá esta tinta con bilis, pueda ser el principio del antídoto...
A ti, perpetuador propagador de sistemas económicos, por ti anhelados, pero desconocidos. Te reconoces capitalista, cínico, ni siquiera conoces el valor de tu trabajo. Sobajador de lo nuevo, represor de la juventud y de las nuevas formas; de lo espontaneo. Tu misión es divulgar tu descaro, dogmático.
A ti, que abres libros para cerrar puertas; para subir los escalones en la basura jerárquica; para alzar fortines de protección contra tu esencia, para diferenciarte del otro. ¿Recuerdas la útima vez que criticaste, la ocasión en que alguno de los ahora tuyos, te cerró la mente y te obsequió los grilletes?
Te atreves a llamarme idealista y romántico, con tu noción miope de filosofía, mientras te inclinas ante imágenes canónicas, te agachas y de rodillas besas la mano y el anillo sacro del pedófilo protegido; y no dejas de consumir, de consumir tu vida, tu ideal de vida progabacha tan comoda.
A ti, esclavo y capataz de seres en proceso de deshumanización. Aficionado a lamer botas y al ataque por detrás, lengua bífida, doblemoralino por adoctrinamiento y por vocación. Multifacético, que cuentas con miles de mascaras para oprimir a los tuyos.
¿Te das cuenta?
A ti, porque aunque no me lo creas, ya no te hablo con desdén, ni te miro con rencor. Porque así como el quetzalcoatl he mordido mi cola, me he mirado al espejo y me he despeciado al observar que a ti me parezco, tan deshumanizado, mas ahora escupo el veneno.
Quizá esta tinta con bilis, pueda ser el principio del antídoto...
miércoles, 23 de septiembre de 2009
"Encuesta"
El día de hoy sale publicada una nota* en la Jornada sobre una "encuesta" realizada por el Centro Pew (http://pewhispanic.org/), una institución de investigaciones "latinas" (obviamente pro-gringos), quienes dicen que 8 de cada 10 mexicanos están de acuerdo con el uso de la fuerza militar contra el narco; que Fecal tiene el 68% de aprobación de la población; que entre las instituciones el ejercito lidera la aprobación con el 77%, seguido del Ejecutivo con el 75, los medios informativos el 68, los líderes religiosos 51, las cortes 37 y la policía con 35 por ciento; entre más basura publicada.
Bueno, aquí el punto es el cinismo y las cuestiones que surgen:
¿Quienes respondieron su encuesta, supuestamente de mil mexicanos?
(¿Los de la embajada mexicana en E.U.,los de la armada, los yuppies mexicanos que van de compras al gabacho, los inmigrantes cuya principal preocupación es pasar desapercibidos para sobrevivir?)
¿Estos resultados son los de un "prestigioso" (como lo nombra Notimex en su nota)centro de investigación?
¿Qué pasa con La Jornada ?
Y aun más, se atreven a decir que .."Casi ocho de cada 10 mexicanos desean que los estadunidenses entrenen a la policía y el ejército, y 63 por ciento respaldan el envío de dinero y armas. Sin embargo, sólo 30 por ciento de los mexicanos apoyan la presencia militar estadunidense en México."...
Hermano gabacho, si fuera creyente, te llamaría Caín. No hay respeto. Indigna lo que se pretende.
*http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2009/09/23/ocho-de-cada-10-mexicanos-apoyan-uso-militar-en-lucha-antinarco-encuesta/
Bueno, aquí el punto es el cinismo y las cuestiones que surgen:
¿Quienes respondieron su encuesta, supuestamente de mil mexicanos?
(¿Los de la embajada mexicana en E.U.,los de la armada, los yuppies mexicanos que van de compras al gabacho, los inmigrantes cuya principal preocupación es pasar desapercibidos para sobrevivir?)
¿Estos resultados son los de un "prestigioso" (como lo nombra Notimex en su nota)centro de investigación?
¿Qué pasa con La Jornada ?
Y aun más, se atreven a decir que .."Casi ocho de cada 10 mexicanos desean que los estadunidenses entrenen a la policía y el ejército, y 63 por ciento respaldan el envío de dinero y armas. Sin embargo, sólo 30 por ciento de los mexicanos apoyan la presencia militar estadunidense en México."...
Hermano gabacho, si fuera creyente, te llamaría Caín. No hay respeto. Indigna lo que se pretende.
*http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2009/09/23/ocho-de-cada-10-mexicanos-apoyan-uso-militar-en-lucha-antinarco-encuesta/
SOBRE LA CONCEPCIÓN Y CONCIENTIZACIÓN DE LA REALIDAD
Quizá la realidad es únicamente un concepto abstracto, que sirve para mantenernos a línea, puede que sea sólo un universo de símbolos, ideas, normas, predicciones, significaciones. De ser así, ¿Para qué? ¿Para controlarnos (ya sea algo ajeno o nosotros mismos), para mantenernos en cierto camino o limitarnos?
¿Podrá liberar la realidad?
Supongo, que depende totalmente del individuo, de su fin. Puede que la realidad sirva para ubicar el espacio social, territorial, familiar, cultural, laboral, escolar, etc. pero principalmente personal, entendiendo a una persona como un individuo físico, mental y esencial. Y así, tratar de ubicarte dentro de cada una de estas categorías y con objetividad analizar el papel que desempeñas, a nivel presente que se derivó de un pasado y como un presente que te dirige hacia algún futuro.
En pocas palabras analizar tu “historia personal” en cada tema, a donde te ha llevado, a donde lo hará si continúas siendo igual o a donde quieres llegar. Así posiblemente ubiques aciertos y errores o aproximaciones que quizá te sirvan para que determines el qué representas.
Lo complejo es lo que cuantitativamente representa: son tan sólo segundos, pero no fijos, es un fluir del tiempo y de ti mismo.
Es como el respirar (al inhalar es presente, al exhalar, el inhalar quedó en el pasado porque en ese instante el presente ya es otro). Es actuar, hacer y no hacer, decidir, buscar, ser, todo en sí. Tratar de ser consciente y despertar de ese estado mecánico, a cada segundo, cada día.
¿Podrá liberar la realidad?
Supongo, que depende totalmente del individuo, de su fin. Puede que la realidad sirva para ubicar el espacio social, territorial, familiar, cultural, laboral, escolar, etc. pero principalmente personal, entendiendo a una persona como un individuo físico, mental y esencial. Y así, tratar de ubicarte dentro de cada una de estas categorías y con objetividad analizar el papel que desempeñas, a nivel presente que se derivó de un pasado y como un presente que te dirige hacia algún futuro.
En pocas palabras analizar tu “historia personal” en cada tema, a donde te ha llevado, a donde lo hará si continúas siendo igual o a donde quieres llegar. Así posiblemente ubiques aciertos y errores o aproximaciones que quizá te sirvan para que determines el qué representas.
Lo complejo es lo que cuantitativamente representa: son tan sólo segundos, pero no fijos, es un fluir del tiempo y de ti mismo.
Es como el respirar (al inhalar es presente, al exhalar, el inhalar quedó en el pasado porque en ese instante el presente ya es otro). Es actuar, hacer y no hacer, decidir, buscar, ser, todo en sí. Tratar de ser consciente y despertar de ese estado mecánico, a cada segundo, cada día.
lunes, 14 de septiembre de 2009
Mañana grito de la resistencia en el Hemiciclo a Juarez
El 15 de septiembre se llevará a cabo el grito de la resistencia en el Hemiciclo a Juárez a la 10pm. Desde la mañana habrán actividades.Gritará Clara Brugada. Nuestro presidente legítimo Andrés Manuel López Obrador estará presente.
¡Vamos!
¡Vamos!
jueves, 10 de septiembre de 2009
Tehuacan: del calzon de manta a los blue jeans
Reproducimos aqui, una reseña-comentario de un libro relevante sobre la explotación y la destrucción que generan las maquiladoras de jeans en Tehuacán, Puebla, como una muestra más del injusto y rapaz capitalismo. Cabe recordar que es en Puebla en donde se ubica, por cierto, el represivo y criminal impune “rey de la mezclilla” Kamel Nacif. ¡Aguas!, estemos atentos a la reforma laboral que pretende imponer el usurpador en este año, pues seguramente propone, como siempre, quitar derechos laborales, acrecentar y legalizar las condiciones aberrantes de opresión y explotación en las que se encuentran la mayoría de las personas con empleo en nuestro país. No lo permitamos!
Publicación: Razón Cínica.No. 1 Nueva Época. 25 de mayo de 2009,
Comentario del libro: Tehuacán: Del calzón de Manta a los Blue Jeans, de Martín Amaru Barrios Hernández y Rodrigo Santiago Hernández.
Los costos de la moda
Escrito por: Diana Ávalos
Martín Barrios es el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Laborales del Valle de Tehuacán (CDHL), en esta publicación nos presenta un informe sobre las condiciones laborales de los trabajadores de la industria de la maquila en el Valle de Tehuacán, a su vez, reporta una serie de denuncias de los problemas ambientales generados por el manejo irresponsable de desechos de las maquilas.
Tehuacán es una región que cuenta con un alto porcentaje de población indígena, principalmente nahuas, mazatecos, popolocas y mixtecos. En la última década estos pueblos han tenido que modificar su estilo de vida, e incluso abandonar su comunidades o el país debido al auge y posteriormente decadencia de la industria maquiladora en la zona.
La industria maquiladora se presenta como el camino a seguir para el crecimiento y desarrollo económico en el país con proyectos como Marcha al Sur, el Plan Puebla-Panamá y el Área de Libre Comercio de las Américas.
A través de este reporte podemos observar el deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores de las maquiladoras quienes han visto como sus salarios y prestaciones disminuyen día con día como consecuencia de la recesión económica estadounidense y de la negligencia en materia laboral por parte del gobierno mexicano.
Afectaciones Laborales
La industria de la confección en Tehuacán tiene una antigüedad de 3 décadas. Los primeros en incursionar en el sector fueron principalmente de origen español como la familia Fernández, que es dueña de Grupo Navarra; y de origen libanés como el núcleo Haddad que era propietario de Grupo Famián, que posteriormente formaría parte de Tarrant Apparel Group.
Hasta antes del inicio de la desaceleración económica de Estados Unidos en el 2001, la industria del vestido local empleaba alrededor de 70,000 trabajadores, para mayo del 2002 esta cifra había disminuido hasta 45,000 trabajadores. En la región de Tehuacán se perdieron alrededor de 8mil empleos en la maquiladora de la industria del vestido entre enero de 2003 y febrero de 2004. Seis mil empleos perdidos corresponden a los que Tarrant Apparel Group (cuyo mayor accionista es el magnate poblano Kamel Nacif Borge) provocó con el cierre total de sus ocho plantas en la región. Con ello, se ha producido un desplome salarial generalizado en la zona que ha alcanzado reducciones de hasta un 50% - los salarios actuales de esta industria varían entre cantidades que van de los 300 a los 1000 pesos por semana. Además de la disminución de los salarios, los trabajadores han sufrido condiciones tales como el aumento de jornadas laborales intensivas de hasta 12 horas diarias, incremento en las cuotas de producción o “tareas”, desaparición de prestaciones como el reparto de utilidades o vacaciones, así como la omisión de los empresarios en su obligación de afiliar a sus trabajadores al IMSS. A raíz del cierre de Tarrant Apparel Group, Grupo Navarra quedó como el consorcio más grande de la región.
Además de los bajos salarios, las condiciones predominantes en las maquiladoras son opresivas para los trabajadores y violatorias a sus derechos laborales básicos pues sufren de malos tratos y humillaciones de los supervisores, acoso y hostigamiento sexual, ausencia de libertad de sindicalización y libre asociación así como de contratos colectivos de trabajo, y discriminación racial especialmente hacia la población indígena.
Como consecuencia del deterioro de las condiciones laborales y económicas en la zona, la práctica del trabajo a domicilio se ha vuelto cada vez más común. Este tipo de trabajo es intensivo, detallado y repetitivo, tal como el deshebrado de prendas, hechura de ojales y pegado de botones, y se realiza como subcontrato para fabricantes medianos y pequeños con el fin de abaratar costos. La mayoría de los trabajadores a domicilio son mujeres, aunque también participan otros miembros de la familia, incluyendo niños. El pago es estrictamente por pieza y los trabajadores generalmente no reciben el salario mínimo legal pues les pagan generalmente entre 25 y 30 centavos por pieza u 8 pesos por bulto. En un periodo de 8 horas, una persona podría completar 300 piezas, recibiendo aproximadamente 32 pesos. Sobra decir que no reciben seguridad social ni ninguna otra prestación pues ni siquiera figuran como parte de la planta laboral.
Actualmente la industria del vestido en la región maquila tanto para el mercado local como para el de exportación, prendas como: overoles y uniformes industriales; bermudas y shorts; batas para dormir; chamarras; blusas, lencería y corsetería para mujeres; bordados industriales; camisas de vestir y casuales; camisetas; gorras; y lo más importante, los pantalones de mezclilla para varones, mujeres y niños. Anteriormente todos los insumos, incluyendo el textil, se importaban, pero actualmente algunos de los grandes consorcios que operan en la región realizan su producción por paquete completo, por lo que ahora cuentan con la elaboración de su textil, o al menos ya se compra en el mercado nacional.
La mayoría de los productos textiles maquilados en Tehuacán son para empresas estadounidenses y el mercado de su país, en su mayoría marcas reconocidas internacionalmente como: Levi’s, Wrangler, Guess, Calvin Klein, Tommy Hilfiger, Ralph Lauren, Quicksilver, Dockers, Ocean Pacific, Lei, Gap, Old Navy, Banana Republic, American Eagle, Armani, Express, JC Penney, XOXO, entre otras.
Afectaciones Ambientales
El agua es el principal recurso natural de Tehuacán, líquido que hizo conocida a la ciudad por su industria embotelladora de refrescos de agua mineral.
En marzo del 2000, el Organismo Operador de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado arrojó datos alarmantes sobre el uso, la necesidad y el abasto del agua en la ciudad entre los cuales caben destacar:
· Los mantos friáticos disminuyen entre 1 y 1.5 metros anualmente en Tehuacán, mientras que la población crece entre 10 y 13 mil habitantes al año.
· Anteriormente los pozos requerían de una perforación de 15 metros para encontrar agua, en el 2000 se requería de una profundidad de hasta 200 metros.
Los permisos de explotación de pozos para las lavanderías de mezclilla son concedidos por la Comisión Nacional del Agua. Esta dependencia federal no hace nada por evitar la sobreexplotación y posibles impactos a largo plazo de los acuíferos por parte de la industria del vestido. Mientras tanto, a las Sociedades de Agua de los núcleos campesinos de la región les son negados los permisos para la perforación de pozos para uso agrícola.
Es importante señalar que muchas de las instalaciones de las refresqueras que han desaparecido, han sido compradas o rentadas por Tarrant Apparel Group, lo que implica una mayor sobreexplotación del agua, ya que esas instalaciones están construidas encima de manantiales, de los cuales ahora extraen agua para deslavar mezclilla. Por su parte, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ha catalogado a las lavanderías de mezclilla como las empresas más contaminantes de Tehuacán, sin que esto signifique que dicha institución haga algo por controlar e impedir la contaminación que estas empresas generan en el entorno.
Dentro de los problemas de contaminación ambiental que genera esta industria en la región, cabe destacar el incremento de casos de leucemia entre menores que viven en colonias cercanas al Dren de Valsequillo, que es el canal de riego convertido ahora en canal de aguas residuales. Las descargas de la lavandería al Dren de Valsequillo empiezan en Cuayucatepec, y atraviesan toda la ciudad, hasta terminar en San Diego Chalma, donde el agua, ya de un color azul oscuro, se utiliza para el riego agrícola.
Los pantalones de mezclilla pasan por varios procesos de lavado y en los últimos años se ha incrementado el uso de sustancias aún más tóxicas para poderles dar el acabado “de moda”. Como resultado, las descargas de agua de las lavanderías tienen residuos de pelusa de mezclilla, químicos como grancell, permanganato de potasio, cloro, sosa caústica, ácido acético, bisulfito, antiozeno, arenas sílicas y residuos de piedra pómez. Además, se ha detectado que el agua que fluye por el Dren de Valsequillo, contiene metales pesados como zinc, plomo, cobre, níquel, selenio, cadmio, cromo y mercurio. Estos elementos producen daños en las plantas que son regadas con esas descargas y también pueden producir alteraciones neurológicas, disfunciones y anemia entre otras enfermedades.
Algunas conclusiones
Mediante el Plan Puebla-Panamá y el proyecto Marcha al Sur, el gobierno mexicano promueve la extensión del modelo de desarrollo económico de las maquilas de Tehuacán a los estados del sur. Desgraciadamente, en su supuesto apuro por desarrollar el sur, es muy poco probable que examine y aprenda de las negativas experiencias del modelo de Tehuacán, incluyendo la destrucción de la cultura indígena y las comunidades agrícolas tradicionales, el abuso y la contaminación del agua por las lavanderías de blue jeans y otros impactos ambientales negativos, la explotación de trabajadores infantiles, violaciones a los derecho de los trabajadores, la cada vez mayor concentración de riqueza y poder en manos de una pequeña élite de familias locales e inversionistas extranjeros, así como la extensión de los talleres subcontratistas sin regulación.
Las estrategias conjuntas entre grupos locales y nacionales mexicanos y sus aliados en Estados Unidos y Candá son necesarias para presionar y comprometer a los comercializadores de marcas estadounidenses para que traten con los problemas de los lugares de trabajo. Los temas que hay que poner en la agenda de las marcas comprenden el hostigamiento sexual, horas extra no pagadas, discriminación contra trabajadores indígenas, mujeres embarazadas y simpatizantes de sindicatos independientes, salarios de pobreza, problemas de salud asociados a exposición a sustancias tóxicas y despidos injustificados.
Este libro expone tan sólo un ejemplo de los miles de casos de empresas en nuestro país que durante años han explotado impunemente la tierra y abusado de los trabajadores. Sin una ley del trabajo más rígida y justa no se puede esperar un verdadero desarrollo regional. A su vez, se necesita brindarle mayor educación a los trabajadores e informarlos sobre sus posibilidades de organización y defensa frente a los abusos patronales. Ante el crecimiento de las transnacionales y el neoliberalismo, la creación de sindicatos independientes parece ser la única alternativa de protección laboral.
Publicación: Razón Cínica.No. 1 Nueva Época. 25 de mayo de 2009,
Comentario del libro: Tehuacán: Del calzón de Manta a los Blue Jeans, de Martín Amaru Barrios Hernández y Rodrigo Santiago Hernández.
Los costos de la moda
Escrito por: Diana Ávalos
Martín Barrios es el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Laborales del Valle de Tehuacán (CDHL), en esta publicación nos presenta un informe sobre las condiciones laborales de los trabajadores de la industria de la maquila en el Valle de Tehuacán, a su vez, reporta una serie de denuncias de los problemas ambientales generados por el manejo irresponsable de desechos de las maquilas.
Tehuacán es una región que cuenta con un alto porcentaje de población indígena, principalmente nahuas, mazatecos, popolocas y mixtecos. En la última década estos pueblos han tenido que modificar su estilo de vida, e incluso abandonar su comunidades o el país debido al auge y posteriormente decadencia de la industria maquiladora en la zona.
La industria maquiladora se presenta como el camino a seguir para el crecimiento y desarrollo económico en el país con proyectos como Marcha al Sur, el Plan Puebla-Panamá y el Área de Libre Comercio de las Américas.
A través de este reporte podemos observar el deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores de las maquiladoras quienes han visto como sus salarios y prestaciones disminuyen día con día como consecuencia de la recesión económica estadounidense y de la negligencia en materia laboral por parte del gobierno mexicano.
Afectaciones Laborales
La industria de la confección en Tehuacán tiene una antigüedad de 3 décadas. Los primeros en incursionar en el sector fueron principalmente de origen español como la familia Fernández, que es dueña de Grupo Navarra; y de origen libanés como el núcleo Haddad que era propietario de Grupo Famián, que posteriormente formaría parte de Tarrant Apparel Group.
Hasta antes del inicio de la desaceleración económica de Estados Unidos en el 2001, la industria del vestido local empleaba alrededor de 70,000 trabajadores, para mayo del 2002 esta cifra había disminuido hasta 45,000 trabajadores. En la región de Tehuacán se perdieron alrededor de 8mil empleos en la maquiladora de la industria del vestido entre enero de 2003 y febrero de 2004. Seis mil empleos perdidos corresponden a los que Tarrant Apparel Group (cuyo mayor accionista es el magnate poblano Kamel Nacif Borge) provocó con el cierre total de sus ocho plantas en la región. Con ello, se ha producido un desplome salarial generalizado en la zona que ha alcanzado reducciones de hasta un 50% - los salarios actuales de esta industria varían entre cantidades que van de los 300 a los 1000 pesos por semana. Además de la disminución de los salarios, los trabajadores han sufrido condiciones tales como el aumento de jornadas laborales intensivas de hasta 12 horas diarias, incremento en las cuotas de producción o “tareas”, desaparición de prestaciones como el reparto de utilidades o vacaciones, así como la omisión de los empresarios en su obligación de afiliar a sus trabajadores al IMSS. A raíz del cierre de Tarrant Apparel Group, Grupo Navarra quedó como el consorcio más grande de la región.
Además de los bajos salarios, las condiciones predominantes en las maquiladoras son opresivas para los trabajadores y violatorias a sus derechos laborales básicos pues sufren de malos tratos y humillaciones de los supervisores, acoso y hostigamiento sexual, ausencia de libertad de sindicalización y libre asociación así como de contratos colectivos de trabajo, y discriminación racial especialmente hacia la población indígena.
Como consecuencia del deterioro de las condiciones laborales y económicas en la zona, la práctica del trabajo a domicilio se ha vuelto cada vez más común. Este tipo de trabajo es intensivo, detallado y repetitivo, tal como el deshebrado de prendas, hechura de ojales y pegado de botones, y se realiza como subcontrato para fabricantes medianos y pequeños con el fin de abaratar costos. La mayoría de los trabajadores a domicilio son mujeres, aunque también participan otros miembros de la familia, incluyendo niños. El pago es estrictamente por pieza y los trabajadores generalmente no reciben el salario mínimo legal pues les pagan generalmente entre 25 y 30 centavos por pieza u 8 pesos por bulto. En un periodo de 8 horas, una persona podría completar 300 piezas, recibiendo aproximadamente 32 pesos. Sobra decir que no reciben seguridad social ni ninguna otra prestación pues ni siquiera figuran como parte de la planta laboral.
Actualmente la industria del vestido en la región maquila tanto para el mercado local como para el de exportación, prendas como: overoles y uniformes industriales; bermudas y shorts; batas para dormir; chamarras; blusas, lencería y corsetería para mujeres; bordados industriales; camisas de vestir y casuales; camisetas; gorras; y lo más importante, los pantalones de mezclilla para varones, mujeres y niños. Anteriormente todos los insumos, incluyendo el textil, se importaban, pero actualmente algunos de los grandes consorcios que operan en la región realizan su producción por paquete completo, por lo que ahora cuentan con la elaboración de su textil, o al menos ya se compra en el mercado nacional.
La mayoría de los productos textiles maquilados en Tehuacán son para empresas estadounidenses y el mercado de su país, en su mayoría marcas reconocidas internacionalmente como: Levi’s, Wrangler, Guess, Calvin Klein, Tommy Hilfiger, Ralph Lauren, Quicksilver, Dockers, Ocean Pacific, Lei, Gap, Old Navy, Banana Republic, American Eagle, Armani, Express, JC Penney, XOXO, entre otras.
Afectaciones Ambientales
El agua es el principal recurso natural de Tehuacán, líquido que hizo conocida a la ciudad por su industria embotelladora de refrescos de agua mineral.
En marzo del 2000, el Organismo Operador de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado arrojó datos alarmantes sobre el uso, la necesidad y el abasto del agua en la ciudad entre los cuales caben destacar:
· Los mantos friáticos disminuyen entre 1 y 1.5 metros anualmente en Tehuacán, mientras que la población crece entre 10 y 13 mil habitantes al año.
· Anteriormente los pozos requerían de una perforación de 15 metros para encontrar agua, en el 2000 se requería de una profundidad de hasta 200 metros.
Los permisos de explotación de pozos para las lavanderías de mezclilla son concedidos por la Comisión Nacional del Agua. Esta dependencia federal no hace nada por evitar la sobreexplotación y posibles impactos a largo plazo de los acuíferos por parte de la industria del vestido. Mientras tanto, a las Sociedades de Agua de los núcleos campesinos de la región les son negados los permisos para la perforación de pozos para uso agrícola.
Es importante señalar que muchas de las instalaciones de las refresqueras que han desaparecido, han sido compradas o rentadas por Tarrant Apparel Group, lo que implica una mayor sobreexplotación del agua, ya que esas instalaciones están construidas encima de manantiales, de los cuales ahora extraen agua para deslavar mezclilla. Por su parte, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ha catalogado a las lavanderías de mezclilla como las empresas más contaminantes de Tehuacán, sin que esto signifique que dicha institución haga algo por controlar e impedir la contaminación que estas empresas generan en el entorno.
Dentro de los problemas de contaminación ambiental que genera esta industria en la región, cabe destacar el incremento de casos de leucemia entre menores que viven en colonias cercanas al Dren de Valsequillo, que es el canal de riego convertido ahora en canal de aguas residuales. Las descargas de la lavandería al Dren de Valsequillo empiezan en Cuayucatepec, y atraviesan toda la ciudad, hasta terminar en San Diego Chalma, donde el agua, ya de un color azul oscuro, se utiliza para el riego agrícola.
Los pantalones de mezclilla pasan por varios procesos de lavado y en los últimos años se ha incrementado el uso de sustancias aún más tóxicas para poderles dar el acabado “de moda”. Como resultado, las descargas de agua de las lavanderías tienen residuos de pelusa de mezclilla, químicos como grancell, permanganato de potasio, cloro, sosa caústica, ácido acético, bisulfito, antiozeno, arenas sílicas y residuos de piedra pómez. Además, se ha detectado que el agua que fluye por el Dren de Valsequillo, contiene metales pesados como zinc, plomo, cobre, níquel, selenio, cadmio, cromo y mercurio. Estos elementos producen daños en las plantas que son regadas con esas descargas y también pueden producir alteraciones neurológicas, disfunciones y anemia entre otras enfermedades.
Algunas conclusiones
Mediante el Plan Puebla-Panamá y el proyecto Marcha al Sur, el gobierno mexicano promueve la extensión del modelo de desarrollo económico de las maquilas de Tehuacán a los estados del sur. Desgraciadamente, en su supuesto apuro por desarrollar el sur, es muy poco probable que examine y aprenda de las negativas experiencias del modelo de Tehuacán, incluyendo la destrucción de la cultura indígena y las comunidades agrícolas tradicionales, el abuso y la contaminación del agua por las lavanderías de blue jeans y otros impactos ambientales negativos, la explotación de trabajadores infantiles, violaciones a los derecho de los trabajadores, la cada vez mayor concentración de riqueza y poder en manos de una pequeña élite de familias locales e inversionistas extranjeros, así como la extensión de los talleres subcontratistas sin regulación.
Las estrategias conjuntas entre grupos locales y nacionales mexicanos y sus aliados en Estados Unidos y Candá son necesarias para presionar y comprometer a los comercializadores de marcas estadounidenses para que traten con los problemas de los lugares de trabajo. Los temas que hay que poner en la agenda de las marcas comprenden el hostigamiento sexual, horas extra no pagadas, discriminación contra trabajadores indígenas, mujeres embarazadas y simpatizantes de sindicatos independientes, salarios de pobreza, problemas de salud asociados a exposición a sustancias tóxicas y despidos injustificados.
Este libro expone tan sólo un ejemplo de los miles de casos de empresas en nuestro país que durante años han explotado impunemente la tierra y abusado de los trabajadores. Sin una ley del trabajo más rígida y justa no se puede esperar un verdadero desarrollo regional. A su vez, se necesita brindarle mayor educación a los trabajadores e informarlos sobre sus posibilidades de organización y defensa frente a los abusos patronales. Ante el crecimiento de las transnacionales y el neoliberalismo, la creación de sindicatos independientes parece ser la única alternativa de protección laboral.
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Audio de entrevista de AMLO con Aristegui
Entrevista de AMLO con Aristegui sobre la propuesta del usurpador y el bodrio de Hacienda.
Copia y pega esta dirección para ecucharla ( o ingresa a www.amlo.org.mx)
http://www.amlo.org.mx/noticias/audios/0909200901.wma
Copia y pega esta dirección para ecucharla ( o ingresa a www.amlo.org.mx)
http://www.amlo.org.mx/noticias/audios/0909200901.wma
Postmodernismo y neoliberalismo:la clonacion ideologica del capitalismo contemporaneo
Reproducimos aqui un texto que vale la pena tomarse el tiempo de leer, especialmente para aquellos/as interesados/as en desentrañar el porqué de la hegemonía del posmodernismo en la academia:
POSTMODERNISMO Y NEOLIBERALISMO:
LA CLONACIÓN IDEOLÓGICA DEL CAPITALISMO CONTEMPORANEO**
escrito por: Renán Vega C.*
lo encontramos en publicacion: FOLIOS, segunda época, no. 7. DCS, Departamento de Ciencias Sociales, Facultad de Humanidades, UPN, Universidad Pedagógica Nacional: Colombia. segundo semestre. 1997
http://www.pedagogica.edu.co/w3/storage/folios/articulos/fol07_07art.pdf
Y dice así:
En la actualidad ha cobrado importancia la palabra clonación en razón del
surgimiento de la industria de la reproducción de copias animales idénticas y de la
terrible perspectiva de que ese engendro de la ciencia y la tecnología sea aplicado a
la sociedad humana. Pero a nivel ideológico, el capitalismo desde hace algún
tiempo ya había iniciado una forma particular de donación al reproducir dos
gemelos, hermanados precisamente por su apología del capital y de la explotación y
el rechazo a todo pensamiento emancipador:
esos clones ideológicos se denominan postmodemismo y neoliberalismo. A ellos se
refiere este artículo, que se ocupa de señalar los nexos de estos siameses ideológicos
en su crítica a Marx y al marxismo.
1. El clon ideológico postmoderno
Hoy muchos intelectuales y seudointelectuales, antiguamente de “izquierda”
(tales como Jean Baudrillard, Jean-François Lyotard y otros en Francia), que abierta
o soterradamente consideran a Marx como “un perro muerto”. El resultado está a la
vista, y no puede ser más lamentable. Desde el punto de vista teórico y analítico, los
nuevos intelectuales se han plegado a las modas en curso, una de las cuales se
presenta con el sonoro nombre de postmodernismo. Esto ha implicado, como obvia
consecuencia, el abandono de cualquier perspectiva crítica al capital, al poder, a la
dominación y a la explotación.
El postmodernismo al que hoy se adscriben los radicales de ayer, se presenta
como una teoría que rechaza los análisis causales, que denuncia los grandes
relatos como totalitarios, que niega la unidad interna de cualquier sistema -
incluyendo al capitalismo, al que no nombra para nada en sus análisis. Para los
postmodernos únicamente existen diferentes clases de poder, opresiones,
identidades y discursos. No sólo rechazan las viejas “grandes narrativas”, junto con
todo el proyecto de la modernidad, la perspectiva de un proyecto de emancipación e
incluso la negación misma de la historia o de que los seres humanos puedan
asumirla conscientemente.
Todas estas críticas, aparentemente profundas y bien elaboradas, sin embargo
presentan una contradicción evidente: el postmodernismo se presenta como una
teoría que expresaría un cambio histórico trascendental y sin embargo abiertamente
se basa en la negación de la historia” (Meiksins Wood, 1995 p. 5-6). De la misma
manera, el postmodernismo que niega la historia difunde un tipo especial de
pesimismo político. Evidentemente, si no existe un sistema que pueda ser analizado
causalmente ni comprendido en su totalidad por un gran relato -es decir no existe el
capitalismo-, no es posible encontrar las raíces de la explotación y de la desigualdad
y por ende no se puede pretender una lucha integral y unificadora contra la
dominación del capital. Como, para los postmodernistas eso no existe, solo se
pueden buscar y encontrar resistencias y luchas aisladas.
Lo paradójico de su pesimismo político radica en que, al mismo tiempo. está
apoyado en una apreciación muy optimista sobre el funcionamiento del sistema
capitalista, o más exactamente con las posibilidades que proporciona su
prosperidad y la generalización del consumo de masas. Aquí, sin embargo, los
postmodernos niegan la historia dc una forma muy vulgar. Ellos parecen haberse
quedado en el período de los treinta Gloriosos (1945-1975), cuando el capitalismo
europeo y mundial conoció una edad de oro de auge y prosperidad, que se
manifestó en las políticas del listado de Bienestar. el pleno empleo y el
mejoramiento material de importantes sectores de la población en los países
occidentales. Es a ese momento que se remite la adoración fetichista del
postmodernismo por el capitalismo, como si la situación actual del mundo fuera
idéntica y no hubiera cambiado sensiblemente en los últimos 20 años. Acaso, los
postmodemos no han notado la manera como el desempleo crece como una
mancha de aceite en Europa Occidental —en toda la Unión Europea se calcula que
hay entre 35 y 40 millones de desempleados-, como resurge la pobreza y la miseria
en las grandes capitales cosmopolitas de la Europa moderna y de Estados Unidos,
como se incrementa el racismo y la intolerancia, como aumenta la desigualdad
social y reaparecen formas de explotación de la fuerza de trabajo propias del siglo
XIX (como sucede en Inglaterra, en Portugal, España, en el sur de Italia, en Estados
Unidos respecto a la eliminación del salario mínimo, la prolongación de la jornada
laboral a 15 o más horas. el trabajo infantil. etc.). el fundamental ahistoricismo de los
postmodernos es tal que para ellos la edad de oro del capitalismo sigue existiendo
en el día de hoy, y de manera impertérrita siguen considerando sus beneficios, pero
no sus grandes contradicciones.
Adicionalmente, una tercera contradicción del postmodernismo consiste en que
ellos denuncian los horrores que ha traído el proyecto de la modernidad, sin
embargo se niegan a considerar los horrores que produce el capitalismo. Los
postmodernos creen que la “economía de mercado” solo se puede juzgar desde el
cómodo punto de vista de los pocos que se benefician del capitalismo y no de las
grandes mayorías que sufren sus costos (Meíksíns Wood. 1995, p.6-7). Por lo que
concierne a Marx, el postmodernismo lo ha tomado como eje central de sus críticas.
Marx es considerado como el producto más extremo de la modernidad, de la idea de
progreso y del proyecto de emancipación. Aunque en esa crítica también involucran
al liberalismo, su consideración al respecto es tan tangencial que prácticamente lo
soslayan. En verdad su crítica en el fondo está dirigida contra Marx y el Marxismo.
Lo que se ataca en Marx, con el pretexto de atacar los grandes relatos, el aná lisis
de la totalidad, la consideración de la causalidad, en última y definitiva instancia es
su crítica del capitalismo.
Por eso no es de extrañar que, otra vez en forma paradójica, el postmodernismo
pretenda hacer invisible al capitalismo, en el momento en que éste se ha
mundializado y sus horrores y miserias son más evi dentes a los ojos de todo el
mundo. El postmodernismo ha contribuido a ocultar el capitalismo y a dar razones a
todos aquellos que consideran que la crítica de capitalismo ya no es legitima ni tiene
razón de ser. En este sentido, el postmodernismo se ha convertido en un poderoso
instrumento ideológico. cuyo objetivo final es bloquear cualquier intento de pensar
contra el capital. Como bien lo dice Ellen Meiksins Wood, estamos en una situación
sin precedentes en la historia del capitalismo, en la que no solamente se nota un
déficit en la acción y la lucha contra la dominación del capital, sino lo que es peor
hay un notable déficit en el pensamiento: “no es únicamente que no sepamos como
actuar contra el capitalismo sino que estamos olvidando incluso como pensar contra
el capitalismo” (Meiksins Wood, 1995, p.11, subrayado nuestro). Por eso, la mejor
manera de combatir el postmodernismo es revitalizar el espíritu crítico de Karl Marx.
El postmodernismo se caracteriza, entonces, por su “amnesia histórica” no sólo
en lo que respecta a la situación actual del “capitalismo realmente existente” que
poco se parece a la visión idílica que de él nos presentan los postmodernos, como
de la historia de las luchas sociales y políticas por la emancipación que han sido
desarrolladas por el movimiento obrero y socialista desde finales del siglo XIX. Así,
algunos de los más caracterizados postmodernistas - a la cabeza de los cuales se
encuentra el exmarxista Jean François Lyotard, animador en la década de 1960 de
un grupo denominado socialismo o Barbarie, del cual, por lo visto, se quedo con la
barbarie capitalista- consideran que las luchas impulsadas bajo ha óptica marxista
han oscurecido las luchas de las mujeres, de los ne gros y de las minorías étnicas.
Esta crítica oculta un hecho sustancial, que las luchas de las organizaciones
socialistas y marxistas han sido combatidas, destruidas, cuando no aniquiladas a
sangre y fuego por el sistema capitalista a nivel mundial. Al respecto se podrían citar
innumerables ejemplos, pero no es la ocasión para hacerlo.
Por fortuna, el postmodernismo difícilmente podrá convertirse en una corriente
de trascendencia a nivel de grandes grupos de población por su muy caracterizado
hiperintelectualismo, con sus codificadas jergas, insoportables e indescifrables para
el común de los mortales. Porque es evidente que cuando la lucha política es
reducida a abstracciones basadas en el lenguaje y en los juegos de palabras, no
hay manera de identi ficar al sistema contra el cual la población debe luchar o contra
el cual los agentes revolucionarios pueden conducir tales luchas. Ese nuevo
lenguaje, que se autodeleita complacientemente en una forma narcisista con sus
propias construcciones lingüísticas, poco contribuye al esclarecimiento de los
problemas del mundo contemporáneo, y, lo que es peor aún, introduce un
vocabulario y unas formas de análisis que oscurece considerablemente el
entendimiento de la realidad más que lo que reve lan o ayudan a esclarecer (Nugent,
1995 p. 124). Así, ya no se habla de capitalismo sino de “economía de mercado”, ya
no existen contradicciones sociales ni clasistas sino “consensos” y nuevos “pactos
sociales”, la democracia ha sido reducida al parlamenta rismo y al ritual electoral, la
realidad no existe pues solo existen construcciones y símbolos lingüísticos.
Entre paréntesis podemos colocar como ejemplo, muy revelador sobre las
“virtudes” del postmodernismo, un hecho que le aconteció a Noam Chomsky. Este
efectuó un viaje a Egipto a mediados de 1993 para dictar algunas conferencias
sobre el nuevo desorden mundial y la situación en Medio Oriente. En una de esas
ocasiones, un postmodernista que se encontraba en el auditorio le pidió a Chomsky
que dejará de hablar sobre la política de Estados Unidos con relación a la región,
por que eso le parecía muy aburrido y vulgar, y que en cambio le “encantaría saber
como los lingüistas van a proporcionar un nuevo paradigma de discurso sobre
política internacional que suplante al discurso postestructuralista”. La situación no
tendría nada de raro, si es que Chomsky no estuviera hablando en un país en el que
la miseria, la violencia, las torturas y asesinatos se han acentuado terriblemente en
los últimos años. Con razón, el propio Chomsky considera deprimente que, en
medio de esa espantosa situación, la preocupación fundamental de los intelectuales
sea la de “involucrarse en las últimas estupideces de la cultura parisina” y ocuparse
de esos debates (Chomsky, 1995, p. 111—112).
Para el postmodernismo no pueden existir luchas integrales antisistémicas
porque no existe ningún sistema, por eso todas las luchas son fragmentadas y
mobiles (Stabile, 1995, p. 97). En esta perspectiva, ningún tipo de lucha puede estar
relacionada con el “esencialismo”, pues eso significa plegarse a los grandes relatos
totalitarios: ni las mujeres pueden vincular su opresión y discriminación a ninguna
forma de explotación de clase, ni los negros o determinado grupo étnico pueden
relacionar el racismo con el capitalismo. Tanto estos, como cualquier manifestación
de lucha social, solo son productos de identidades parciales que no tienen nada que
ver con alguna causa estructural ni con un sistema de dominación total, pues como
vimos ese sistema para los postmodernistas sencillamente no existe. Si una teoría,
específicamente el marxismo, intentan explicar la opresión femenina o el racismo
considerando los elementos estructurales propios del modo de producción
capitalista, inmediatamente será acusado de “esencialista”, “universalista”
“reductivo”y “totalizante” (Stabile, 1995, p. 99-100). Justamente, porque muchos de
los movimientos identitarios no relacionan adecuadamente sus condiciones de
opresión, discriminación y marginalidad con el sistema capitalista de opresión
generalizada, es que han sido víctimas de una fácil cooptación por el mismo
sistema, a lo que conscientemente contribuye el discurso postmoderno.
La defensa abstracta de los “derechos” -típica del postmodernismo-, sin
contextualizarlos adecuadamente en un marco referencial de tipo histórico, político y
económico, ha llevado a que muchos de los movimientos identitarios sirvan y
fortalezcan los intereses de las clases dominantes. Por ejemplo, en el caso de la
mujer, el materialismo histórico, ofrece la posibilidad analítica de vincular el
entendimiento de la naturaleza explotadora del capitalismo con los mecanismos
específicos de opresión y discriminación que padecen las mujeres. Opresión y
discriminación que no puede ser considera igual —como hace cierto tipo de
feminismo — para todo tipo de mujeres. No es igual la discriminación de una mujer
de la burguesía que la que padece una mujer obrera negra en una fabrica de
cualquier país del mundo. En vez de examinar la fragmentación de las identidades
como una causa para celebrar, deberíamos tratar de entender como las identidades
han sido transformadas por el capital en una mercancía de consumo y como el
sistema capitalista ha actuado y continua actuando contra la organización de
políticas socialistas. “En lugar de una identidad que sirve únicamente a pequeños
grupos contra otros en una eterna letanía de competición proclamada contra la
opresión. Necesitamos un más convincente entendimiento de la naturaleza
sistémica de la opresión. Necesitarnos considerar el alcance de lo que representan
las políticas de la identidad, no un cambio sino un producto del sistema, una
manifestación de la segmentación del mercado y de la mercantilización de la
identidad producida por la globalización del capital como un sistema mundial.
Lo que parecen ser estrategias de oposición pueden muy bien resultar ser síntomas
de la opresión” (Stabile, 1995,p. 107).
Resulta particularmente chocante, el oportunismo y cinismo del que han dado
muestras muchos intelectuales postmodernistas del Norte -y algunos de sus
epígonos del Sur- cuando han intentando cooptar para sus intereses la lucha de los
zapatistas en México, a la que han llegado a calificar como el “primer movimiento
político postmoderno”40. Los criterios en los que se basan los intelectuales
postmodernos para intentar apropiarse del movimiento zapatistas son: en primer
lugar, la utilización del Internet y de otras tecnologías de comunicación por parte de
los insurgentes, y principalmente del subcomandante Marcos; en segundo lugar, su
manifestación expresa deque ellos no pretendían el poder sino la democracia, la
libertad y la igualdad; y, en tercer lugar, la reivindicación étnica implícita en el
levantamiento indígena que comenzó el primero de enero de 1994. Estas,
supuestamente serian las características postmodernas del zapatismo, que son
presentadas como antitéticas con todos los movimientos socialistas y étnicos
anteriores a 1989. Sin embargo, es un atrevimiento político, una presunción teórica
y una falta de modestia intelectual pretender que el postmodernismo y sus
intelectuales pudieran originar un movimiento de tan vastas proporciones como el
organizado en el sur de México. La misma esencia y realidad de dicho movimiento
contradice su calificación de postmoderno por parte de las vedettes initelectuales del
Norte (para una elaboración crítica de la presunción postmoderna de calificar al
zapatismo como postmoderno, ver Nugent, l995.p. 127).
No puede ser postmoderno un movimiento político que reivindica la historia de
las luchas agrarias de México - ¿o es que acaso el nombre de zapatistas cayo del
cielo y no tiene nada que ver con Emiliano Zapata y los agraristas de la Revolución
mexicana?- cuando bien sabemos que si por algo se caracteriza el postmodernismo
es por su amnesia histórica; no puede ser postmoderno un movimiento por el simple
hecho que ha manejado hábilmente el internet, el fax, el vídeo, cuando esos
instrumentos tecnológicos no están generalizados ni en México y mucho menos en
el estado de Chiapas, el más pobre y abandonado por el México neoliberal. Si los
revolucionarios han empleado la radio el teléfono, la prensa, o la televisión, desde
cuando estos medios técnicos aparecieron, es apenas lógico que los revolucionarios
quieran y puedan utilizar el Internet en la actualidad ¿Por qué debería dejarse el
internet para uso exclusivo de los grandes conglomerados financieros o para el
beneficio de las causas más innobles? Pretender que el zapatismo es postmoderno
por su reivindicación de la identidad no deja de ser un despropósito, pues eso es
desconocer la historia de más de 500 años de lucha de resistencia de las
comunidades indígenas no sólo de México sino de todo el continente americano
contra la dominación primero colonial y evangelizadora y después de las clases
dominantes herederas de esa dominación colo nial.
La lucha de los zapatistas está -como lo testimonian sus comunicados y escritos,
principalmente los del subcomandante Marcos- anclada en un elemento esencial,
que el postmodernismo niega porque rechaza la historia; ese elemento se llama
memoria, que en el caso de los zapatistas es una memoria telúrica vinculada a la
sabiduría de los pueblos indios y a su particular historia y vínculos con el hombre y
con la naturaleza. Finalmente, no puede ser postulado como postmoderno un
movimiento que plantea abiertamente que no está interesado en tomarse el poder
sino en democratizar la sociedad, cuando está es una reivindicación clásica del
anarquismo de una parte, y, de otra, propia del tipo de democracia interna de las comunidades
indias, en muchas de las cuales no existe ni ha existido Estado.
En síntesis, la calificación de postmoderno de un movimiento genuino de lucha y
reivindicaciones populares, simplemente muestra a las claras las pretensiones
esnobistas de unos intelectuales de academia que creen que sus abstrusos y
enrevesados discursos, que además niegan la historia, la memoria, la realidad y el
capitalismo, pueden originar un movi miento político revolucionario de alguna índole.
No. Lo que el zapatismo ha puesto de presente, justamente es lo contrario, los
resultados nefastos del neoliberalismo, del capitalismo y de la modernización
autoritaria, como se ha ratificado con la actual situación del “milagro de México”,
cuyo sueño de hacer parte del Primer Mundo se convirtió en la pesadilla de
encontrarse otra vez, como siempre, en el cuarto o quinto mundo, mas endeudado y
atrasado que antes.
Considerar al zapatismo como el primer movimiento político postmoderno resulta
igual de cómico que ha calificación que el New York Times hizo del crac financiero
mexicano como la primera crisis económica postmoderna” (Thomas Friedman, “New
Mexico”, New York Times, Marzo 15 de 1995, p. A17, citado en Nugent, 1995, p.
127). Una crisis tan postmoderna que presenta todas las características de las crisis
típicas del capitalismo en un país periférico: un millón de nuevos desempleados en
menos de un año, aumento de la miseria, pauperización de la clase media,
incremento de la deuda externa de México en 50 mil millones de dólares, perdida de
la soberanía sobre importantes empresas y recursos naturales... ¡Tan
“postmoderna” es la crisis del capitalismo salvaje mexicano como “postmodema” ha
sido la rebelión zapatista!. Ahora los intelectuales orgánicos del capitalismo para
ocultar la naturaleza capitalista del siste ma y las resistencias anticapitalistas, nos
brindan de todo: desde crisis económicas postmodernas hasta luchas políticas
postmodernas. ¡Qué más se le puede pedir al postmodemnisno si al fin del al cabo
su principal virtud es hade crear símbolos lingüísticos que no tienen nada que ver
con la realidad y que no poseen ningún referente concreto en el mundo material.
En definitiva, podemos concluir citando las palabras lacónicas, pero
contundentes, de un autor norte americano que, en un libro publicado en 1982 en el
que se presentaban algunas de las diferencias existentes entre el marxismo y el
postmodernismo, afirmaba: “Millones de personas han sido asesinadas porque eran
marxistas, ninguna será asesinada porque él o ella sea un deconstructivista”
(Michael Ryan, Marxism and Deconstruction, A Critical Articulation, Baltimore, MD:
The Johns Hopkins University Press, 1982, p. 1. Citado en Monthy Review, 1996, p.
34.) Si nadie que se reclame como postmodemnista o deconstructivista será
ejecutado en ningún lugar del mundo por profesar esas ideas, sencillamente porque
sus ideas no son anticapitalistas sino procapitalistas, es difícil pensar que los
postmodernistas puedan organizar y dirigir un movimiento anticapitalista y
antineoliberal como el levantamiento zapatista que comenzó en enero dc 1994.
2. El clon ideológico neoliberal hoy predomina en el ambiente la sensación de la
crisis absoluta de los paradigmas teóricos y, aunque la idea es presentada en plural,
sin embargo la referencia se hace extensiva en forma exclusiva al marxismo. Por la
crisis de los paradigmas se afirma que es característica del de las certezas, de los
enunciados universales, de las verdades objetivas. La crisis de la que tanto se habla
“no se extiende más allá de las facultades de filosofía y de algunos libros de moda
que aspiran a agitar y embrollar sentimientos” (Hinkelammert, 1996, p. 236). Porque
en la realidad diaria y cotidiana impera la más absoluta verdad y certeza en los
enunciados del paradigma neoliberal, en la confianza absoluta en el mercado, en el
culto desmedido de la ciencia y la tecnología. y en la creencia neoliberal de que el
capitalismo efectivamente representa el fin de la historia.
Este nuevo paradigma, el que muy pocos discuten o contestan, se presenta
como una verdad teologal que difunde una serie de presupuestos autoproclamados
como verdades universales e irrefutables, ta les como las virtudes redentoras del
mercado, la competencia, el individualismo. Se pregona, igualmente, que las nuevas
tecnologías productivas y de comunicación están produciendo una verdadera
revolución en la vida humana que anticipan los ríos de leche y de miel anunciados
por los profetas, esta vez no los bíblicos, sino por los profetas del u neoliberalismo.
con Friedrich Von Hayek y Milton Friedman la cabeza. En el centro del paradigma
de moda, se encuentra el mercado. Este nunca se pone en cuestión, cuando de
hablar de la crisis de los paradigmas se trata. “feministas, ecólogos, postmodernos,
teóricos del caos, y quienes se quiera: no se encuentra casi nadie que se enfrente a
ese gran dogma de nuestro tiempo: el neoliberalismo con su política de
globalización, sus ajustes estructurales y sus senilidades ideológicas y teológicas.
Es en nombre de ese paradigma que se arroja en contra de todo ser pensante la
tesis de la crisis de los paradigmas” ([Hi nkelammert, 1996, p. 236-237).
Teniendo en cuenta este poder omnímodo y totalitario de un paradigma, el
neoliberal, parece bien curioso hablar de la crisis de los paradigmas en general,
cuando uno reina indiscutible, con sus nuevos dogmas, puesto que la
“postmodernidad está preñada de neodogmatismos” (Guadarrama, 1994, p. 4). Es
significativo que cuando en plena guerra fría la “ciencia” occidental pretendiera
combatir la pretendida certeza del poder de la URSS se difundieran los criterios de
la filosofía de la falibilidad, mientras que ahora que se trata de asegurar la victoria
del paradigma neoliberal, este se haya convertido en una especie de Diainat de la
burguesía. “Es comprensible que esta victoria absoluta de un paradigma produzca
en los otros, en los distintos o quienes lo sufren, la sensación de una ausencia de
certezas, un sentimiento de perdida de paradigmas”(Hinkelamert,1996, p. 237).
Al constatar el predominio aplastante el paradigma neoliberal no tiene
importancia el afirmar -como hacen sus epígonos- que antes los otros paradigmas
actuaron de la misma forma. Eso no arregla ni cambia en nada el problema del
totalitarismo neoliberal y tampoco lo justifica. Una de las consecuencias que se
extrae de la moda sobre la crisis de los paradigmas es que ya se han perdido los
“criterios universalistas de actuar”. Lo característico de esta negación es que ella se
hace desde una perspectiva que universalmente se ha impuesto y es el
universalismo de los criterios del mercado. “Todo otro universalismo ha sido
exitosamente marginado. No obstante este universalismo hoy dominante nos obliga
a una respuesta. Esta respuesta de ninguna manera es posible si empezamos a
creer, a la moda, que todos los universalismos han caído y que hoy existe esta pretendida
pluralidad de racionalidades, interpretaciones, acciones y sentidos de vida.
El mercado no sólo globaliza, también homogeneiza. Desde él, una sola
racionalidad domina” (Hinkelammert, 1996, p. 239-240).
La universalización que postula el neoliberalismo reina nte es abstracta porque,
precisamente, todos los días nos habla de los beneficios que producen, hipotética y
teóricamente, la mundialización del mercado, aunque los hechos cotidianos
demuestren nítidamente que tal universalización solo beneficia a unos pocos, Los
“sueños globales” que alientan las multina cionales, los ideólogos del marketing, los
académicos que viven de simposio en simposio y de cóctel en cóctel, los
economistas y asesores neoliberales de uno y otro continente...en realidad solo son
sueños, porque en la dura y tozuda realidad se convierten en “pesadillas globales”
(Barnet y Cavanag, 1995, p. 25) en estas condiciones es casi surrealista que a
nombre de un paradigma que se ha hecho universal a la brava, se hable de la crisis
de los paradigmas y se combatan las propuestas universales del marxismo y de los
proyectos emancipatorios.
Al respecto, hay que agregar que la tan alardeada crisis del marxismo, es ante
todo una crisis de los intelectuales marxistas, en este sentido es un fracaso
subjetivo, Esta crisis expresa la rendición incondicional ante el poder del capital
transnacional, considerando ahora que cualquier transformación del capita lismo es
imposible. Por eso, muchos de esos intelectuales han decidido “combatir” el
mercado desde dentro, es decir aceptándolo como una condición indispensable y
natural del hombre, aceptando las ayudas caritativas y dadivosas de la banca
mundial y del sistema financiero, concentrándose en las acciones de la “sociedad
civil”, y dedicándose a reivindicaciones puramente locales, que no trasciendan los
marcos exigidos por las ONG’S y las ayudas “humanitarias”. En una palabra, los
intelectuales exmarxistas han decidido aceptar la doctriuia del “posibilismo”, es decir
la “esperanza que vistiendo la moda de seda, se puede dar vida a un pacto social
capitalista y humanista” (Petras y Vieux, 1994, p. 143). Se reivindica un capitalismo
con rostro humano, cuando la mundialización del capital muestra los signos
cadavéricos de la muerte, el verdadero rostro del capital.
Por supuesto que aunque la crisis del paradigma marxista esté asociada a la
crisis de los intelectuales antaño marxistas, eso no significa que el marxismo no este
enfrentado a una permanente crisis, que es una manifestación de su carácter
histórico, y de su apertura teórica, Pero el marxismo conserva, pese a esas
recurrentes crisis y a la necesidad de su revisión permanente, en concordancia con
las transformaciones de la realidad y con la necesidad de estudiar realidades
concretas, un elemento esencial que es su razón de ser fundamental: la crítica
radical del modo de producción capitalista. Mientras exista el capitalismo existirá el
marxismo, pues el segundo no se concibe sin la existencia del primero. Por todo
ello, las afirmaciones triunfalistas sobre la muerte del marxismo tras el derrumbe del
muro de Berlín y la desintegración de la URSS, no tienen mucho fundamento, si se
tiene en cuenta, que la doctrina de Marx y de sus seguidores ha tenido como
objetivo primordial el explicar y transformar el capitalismo. Una vez desaparecida la
URSS, lo que se expande es justamente el capitalismo, que es el objeto central de
las preocupaciones políticas, sociales y económicas de la obra de Marx.
Desde el punto de vista de la historia de las ideas, sin embargo, es pertinente
aprender ciertas cosas del neoliberalismo. En primer lugar, no hay que tener miedo
de estar contra la corriente ni ser minoritario a nivel de pensamiento. Al respecto es
bueno recordar que cuando el neoliberalismo surgió, poco después que la teoría
keynesiana se convirtió en la doctrina oficial del capitalismo mundial, los
neoliberales eran un reducido grupo de economistas, arrinconados en unas cuantas
universidades de Estados Unidos. Pese a eso, durante décadas esos economistas
neoliberales combatieron la ortodoxia keynesiana.
En segundo lugar. los neoliberales se mostraron desde un comienzo
intransigentes en sus principios, en sus ideas, jamás hicieron una concesión fundamental
a sus rivales, a pesar de que sus principios no fue ran retomados por ningún
político importante ni, antes de Chile en 1973, fueran aplicados por ningún gobierno.
Desde este punto de vista, el neoliberalismo es radical e intransigente, no es por
cierto ningún pensamiento “débil”. En tercer lugar, el neoliberalismo atacó aquellas
instituciones erigidas de plena prosperidad capitalista, como el listado de Bienestar,
que en su momento fueron consideradas como intocables e imperecederas; es
decir, el neoliberalismo se atrevió a postular que ninguna institución por fuerte que
parezca debe ser considerada como establecida por siempre (Anderson, 1996. p.
28-29).
Paradójicamente, en la actualidad el neoliberalismo que se ha convertido en
ortodoxia de políticos, inte lectuales, y de casi todos los gobiernos del mundo, incurre
en las mismas prácticas que combatió cuando era minoritario: se considera como la
verdad absoluta, y ha generado unas teorías, instituciones y formas de administrar y
gobernar que proclama como eternas e inatacables. Teniendo en cuenta tanto la
historia del neoliberalismo desde el ángulo de las ideas como su práctica actual de
nueva ortodoxia, los socialistas y los revolucionarios tenemos mucho que aprender
de ello. Hoy, que somos minoritarios, debemos mantener nuestras concepciones,
sin tener miedo de que seamos calificados de retrógrados, dino saurios o mil epítetos
por el estilo. No debemos transigir en nuestras ideas sobre el carácter explotador e
injusto del capitalismo. ni sobre los mecanismos bajo los cuales funciona este
sistema. Y, finalmente, debemos denunciar sin aspavientos el carácter irracional y
pasajero de la contrarrevolución neoliberal, cuyas concepciones. como las del
keynesianismo, no duraran toda la vida. Eso si debemos prepararnos, porque el
neoliberalismo no es un enemigo fácil, por lo que la lucha será prolongada, y en
principio se debe afrontar en el terreno de las ideas y el pensamiento. donde un
marxismo revitalizado y no dogmático puede contribuir a esclarecer los problemas
acuciantes de nuestro tiempo.
REFERENCIAS
1) Artículos
ANDFRSON, Perry. “El despliegue del neoliberalismo y sus lecciones para la
izquierda”, en Pasos, No. 66. Julio-agosto de 1996.
BURBACH, Roger. “Roots of the Postmodern Rebelion in Chiapas”. New Left
Review, No. 205, 1994, pp. 113-124.
MEIKSINS WOOD, EIlen. “What is the ‘Postmodern’ Agenda? An lntroduction”,
Monthly Review. Julio-Agosto, 1995.
NUGENT, Daniel. “Northern lntelectuals and the EZLN”, Monthly Reviw, Julio-Agosto
995, p. 124.
STABILE. Carol. “Postmodemism, Feminism, and Marx:
Notes from the Abyss”, Monthly Review, Julio-Agostode 1995
2) Libros
RARNEt. Richard y CAVAN AG, John. Sueños globales.
Multinacionales y nuevo orden mundial, Flor del Viento Ediciones, Barcelona,
1995.
CHOMSKY, Noam. Mantener la chusma a raya, Ed. Txalaparta. ‘Tafalla, 1995.
GUADARRAMA, Pablo. América Latina: Marxismo y Postmodernidad. Universidad
Central de las Villas, Santa Clara-Universidad lncca de Colombia, Bogotá, 1994.
HINKELAMMERT, Franz. El mapa del Emperador Determinismo, caos, sujeto, Ed.
DEI, San José, 1996.
PETRAS. James y VIEUX, Steve. La Historia Temínable. Sobre democracia,
mercado y revolución, Ed. Txalaparta, Tafalla, 1994.
3) Volúmenes colectivos
The Postmodernism Debate in Latin America, Duke IJniversity Pres, Durham and
London, 1995.
Monthly Review. Marzo de 1 996.
Notas
* Profesor titular Universidad Pedagógica Nacional.
** Versión ligeramente modificada de parte de la presentación de: Renán Vega Cantor. (editor). Marx y el siglo XXI. tina defensa
de la historia y del Socialismo, Ediciones Pensamiento Critico. Bogotá, 1997.
40 Ver, por ejemplo. Burbach, 1994,pp. 113-124. La calificación de los zapatistas como postmodernos aparece más
descaradamente programada en The Postmodernism Debate, 1955. En este libro se consideran como postmodernos los
comunicados del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, del que al final se publica un ejemplo
POSTMODERNISMO Y NEOLIBERALISMO:
LA CLONACIÓN IDEOLÓGICA DEL CAPITALISMO CONTEMPORANEO**
escrito por: Renán Vega C.*
lo encontramos en publicacion: FOLIOS, segunda época, no. 7. DCS, Departamento de Ciencias Sociales, Facultad de Humanidades, UPN, Universidad Pedagógica Nacional: Colombia. segundo semestre. 1997
http://www.pedagogica.edu.co/w3/storage/folios/articulos/fol07_07art.pdf
Y dice así:
En la actualidad ha cobrado importancia la palabra clonación en razón del
surgimiento de la industria de la reproducción de copias animales idénticas y de la
terrible perspectiva de que ese engendro de la ciencia y la tecnología sea aplicado a
la sociedad humana. Pero a nivel ideológico, el capitalismo desde hace algún
tiempo ya había iniciado una forma particular de donación al reproducir dos
gemelos, hermanados precisamente por su apología del capital y de la explotación y
el rechazo a todo pensamiento emancipador:
esos clones ideológicos se denominan postmodemismo y neoliberalismo. A ellos se
refiere este artículo, que se ocupa de señalar los nexos de estos siameses ideológicos
en su crítica a Marx y al marxismo.
1. El clon ideológico postmoderno
Hoy muchos intelectuales y seudointelectuales, antiguamente de “izquierda”
(tales como Jean Baudrillard, Jean-François Lyotard y otros en Francia), que abierta
o soterradamente consideran a Marx como “un perro muerto”. El resultado está a la
vista, y no puede ser más lamentable. Desde el punto de vista teórico y analítico, los
nuevos intelectuales se han plegado a las modas en curso, una de las cuales se
presenta con el sonoro nombre de postmodernismo. Esto ha implicado, como obvia
consecuencia, el abandono de cualquier perspectiva crítica al capital, al poder, a la
dominación y a la explotación.
El postmodernismo al que hoy se adscriben los radicales de ayer, se presenta
como una teoría que rechaza los análisis causales, que denuncia los grandes
relatos como totalitarios, que niega la unidad interna de cualquier sistema -
incluyendo al capitalismo, al que no nombra para nada en sus análisis. Para los
postmodernos únicamente existen diferentes clases de poder, opresiones,
identidades y discursos. No sólo rechazan las viejas “grandes narrativas”, junto con
todo el proyecto de la modernidad, la perspectiva de un proyecto de emancipación e
incluso la negación misma de la historia o de que los seres humanos puedan
asumirla conscientemente.
Todas estas críticas, aparentemente profundas y bien elaboradas, sin embargo
presentan una contradicción evidente: el postmodernismo se presenta como una
teoría que expresaría un cambio histórico trascendental y sin embargo abiertamente
se basa en la negación de la historia” (Meiksins Wood, 1995 p. 5-6). De la misma
manera, el postmodernismo que niega la historia difunde un tipo especial de
pesimismo político. Evidentemente, si no existe un sistema que pueda ser analizado
causalmente ni comprendido en su totalidad por un gran relato -es decir no existe el
capitalismo-, no es posible encontrar las raíces de la explotación y de la desigualdad
y por ende no se puede pretender una lucha integral y unificadora contra la
dominación del capital. Como, para los postmodernistas eso no existe, solo se
pueden buscar y encontrar resistencias y luchas aisladas.
Lo paradójico de su pesimismo político radica en que, al mismo tiempo. está
apoyado en una apreciación muy optimista sobre el funcionamiento del sistema
capitalista, o más exactamente con las posibilidades que proporciona su
prosperidad y la generalización del consumo de masas. Aquí, sin embargo, los
postmodernos niegan la historia dc una forma muy vulgar. Ellos parecen haberse
quedado en el período de los treinta Gloriosos (1945-1975), cuando el capitalismo
europeo y mundial conoció una edad de oro de auge y prosperidad, que se
manifestó en las políticas del listado de Bienestar. el pleno empleo y el
mejoramiento material de importantes sectores de la población en los países
occidentales. Es a ese momento que se remite la adoración fetichista del
postmodernismo por el capitalismo, como si la situación actual del mundo fuera
idéntica y no hubiera cambiado sensiblemente en los últimos 20 años. Acaso, los
postmodemos no han notado la manera como el desempleo crece como una
mancha de aceite en Europa Occidental —en toda la Unión Europea se calcula que
hay entre 35 y 40 millones de desempleados-, como resurge la pobreza y la miseria
en las grandes capitales cosmopolitas de la Europa moderna y de Estados Unidos,
como se incrementa el racismo y la intolerancia, como aumenta la desigualdad
social y reaparecen formas de explotación de la fuerza de trabajo propias del siglo
XIX (como sucede en Inglaterra, en Portugal, España, en el sur de Italia, en Estados
Unidos respecto a la eliminación del salario mínimo, la prolongación de la jornada
laboral a 15 o más horas. el trabajo infantil. etc.). el fundamental ahistoricismo de los
postmodernos es tal que para ellos la edad de oro del capitalismo sigue existiendo
en el día de hoy, y de manera impertérrita siguen considerando sus beneficios, pero
no sus grandes contradicciones.
Adicionalmente, una tercera contradicción del postmodernismo consiste en que
ellos denuncian los horrores que ha traído el proyecto de la modernidad, sin
embargo se niegan a considerar los horrores que produce el capitalismo. Los
postmodernos creen que la “economía de mercado” solo se puede juzgar desde el
cómodo punto de vista de los pocos que se benefician del capitalismo y no de las
grandes mayorías que sufren sus costos (Meíksíns Wood. 1995, p.6-7). Por lo que
concierne a Marx, el postmodernismo lo ha tomado como eje central de sus críticas.
Marx es considerado como el producto más extremo de la modernidad, de la idea de
progreso y del proyecto de emancipación. Aunque en esa crítica también involucran
al liberalismo, su consideración al respecto es tan tangencial que prácticamente lo
soslayan. En verdad su crítica en el fondo está dirigida contra Marx y el Marxismo.
Lo que se ataca en Marx, con el pretexto de atacar los grandes relatos, el aná lisis
de la totalidad, la consideración de la causalidad, en última y definitiva instancia es
su crítica del capitalismo.
Por eso no es de extrañar que, otra vez en forma paradójica, el postmodernismo
pretenda hacer invisible al capitalismo, en el momento en que éste se ha
mundializado y sus horrores y miserias son más evi dentes a los ojos de todo el
mundo. El postmodernismo ha contribuido a ocultar el capitalismo y a dar razones a
todos aquellos que consideran que la crítica de capitalismo ya no es legitima ni tiene
razón de ser. En este sentido, el postmodernismo se ha convertido en un poderoso
instrumento ideológico. cuyo objetivo final es bloquear cualquier intento de pensar
contra el capital. Como bien lo dice Ellen Meiksins Wood, estamos en una situación
sin precedentes en la historia del capitalismo, en la que no solamente se nota un
déficit en la acción y la lucha contra la dominación del capital, sino lo que es peor
hay un notable déficit en el pensamiento: “no es únicamente que no sepamos como
actuar contra el capitalismo sino que estamos olvidando incluso como pensar contra
el capitalismo” (Meiksins Wood, 1995, p.11, subrayado nuestro). Por eso, la mejor
manera de combatir el postmodernismo es revitalizar el espíritu crítico de Karl Marx.
El postmodernismo se caracteriza, entonces, por su “amnesia histórica” no sólo
en lo que respecta a la situación actual del “capitalismo realmente existente” que
poco se parece a la visión idílica que de él nos presentan los postmodernos, como
de la historia de las luchas sociales y políticas por la emancipación que han sido
desarrolladas por el movimiento obrero y socialista desde finales del siglo XIX. Así,
algunos de los más caracterizados postmodernistas - a la cabeza de los cuales se
encuentra el exmarxista Jean François Lyotard, animador en la década de 1960 de
un grupo denominado socialismo o Barbarie, del cual, por lo visto, se quedo con la
barbarie capitalista- consideran que las luchas impulsadas bajo ha óptica marxista
han oscurecido las luchas de las mujeres, de los ne gros y de las minorías étnicas.
Esta crítica oculta un hecho sustancial, que las luchas de las organizaciones
socialistas y marxistas han sido combatidas, destruidas, cuando no aniquiladas a
sangre y fuego por el sistema capitalista a nivel mundial. Al respecto se podrían citar
innumerables ejemplos, pero no es la ocasión para hacerlo.
Por fortuna, el postmodernismo difícilmente podrá convertirse en una corriente
de trascendencia a nivel de grandes grupos de población por su muy caracterizado
hiperintelectualismo, con sus codificadas jergas, insoportables e indescifrables para
el común de los mortales. Porque es evidente que cuando la lucha política es
reducida a abstracciones basadas en el lenguaje y en los juegos de palabras, no
hay manera de identi ficar al sistema contra el cual la población debe luchar o contra
el cual los agentes revolucionarios pueden conducir tales luchas. Ese nuevo
lenguaje, que se autodeleita complacientemente en una forma narcisista con sus
propias construcciones lingüísticas, poco contribuye al esclarecimiento de los
problemas del mundo contemporáneo, y, lo que es peor aún, introduce un
vocabulario y unas formas de análisis que oscurece considerablemente el
entendimiento de la realidad más que lo que reve lan o ayudan a esclarecer (Nugent,
1995 p. 124). Así, ya no se habla de capitalismo sino de “economía de mercado”, ya
no existen contradicciones sociales ni clasistas sino “consensos” y nuevos “pactos
sociales”, la democracia ha sido reducida al parlamenta rismo y al ritual electoral, la
realidad no existe pues solo existen construcciones y símbolos lingüísticos.
Entre paréntesis podemos colocar como ejemplo, muy revelador sobre las
“virtudes” del postmodernismo, un hecho que le aconteció a Noam Chomsky. Este
efectuó un viaje a Egipto a mediados de 1993 para dictar algunas conferencias
sobre el nuevo desorden mundial y la situación en Medio Oriente. En una de esas
ocasiones, un postmodernista que se encontraba en el auditorio le pidió a Chomsky
que dejará de hablar sobre la política de Estados Unidos con relación a la región,
por que eso le parecía muy aburrido y vulgar, y que en cambio le “encantaría saber
como los lingüistas van a proporcionar un nuevo paradigma de discurso sobre
política internacional que suplante al discurso postestructuralista”. La situación no
tendría nada de raro, si es que Chomsky no estuviera hablando en un país en el que
la miseria, la violencia, las torturas y asesinatos se han acentuado terriblemente en
los últimos años. Con razón, el propio Chomsky considera deprimente que, en
medio de esa espantosa situación, la preocupación fundamental de los intelectuales
sea la de “involucrarse en las últimas estupideces de la cultura parisina” y ocuparse
de esos debates (Chomsky, 1995, p. 111—112).
Para el postmodernismo no pueden existir luchas integrales antisistémicas
porque no existe ningún sistema, por eso todas las luchas son fragmentadas y
mobiles (Stabile, 1995, p. 97). En esta perspectiva, ningún tipo de lucha puede estar
relacionada con el “esencialismo”, pues eso significa plegarse a los grandes relatos
totalitarios: ni las mujeres pueden vincular su opresión y discriminación a ninguna
forma de explotación de clase, ni los negros o determinado grupo étnico pueden
relacionar el racismo con el capitalismo. Tanto estos, como cualquier manifestación
de lucha social, solo son productos de identidades parciales que no tienen nada que
ver con alguna causa estructural ni con un sistema de dominación total, pues como
vimos ese sistema para los postmodernistas sencillamente no existe. Si una teoría,
específicamente el marxismo, intentan explicar la opresión femenina o el racismo
considerando los elementos estructurales propios del modo de producción
capitalista, inmediatamente será acusado de “esencialista”, “universalista”
“reductivo”y “totalizante” (Stabile, 1995, p. 99-100). Justamente, porque muchos de
los movimientos identitarios no relacionan adecuadamente sus condiciones de
opresión, discriminación y marginalidad con el sistema capitalista de opresión
generalizada, es que han sido víctimas de una fácil cooptación por el mismo
sistema, a lo que conscientemente contribuye el discurso postmoderno.
La defensa abstracta de los “derechos” -típica del postmodernismo-, sin
contextualizarlos adecuadamente en un marco referencial de tipo histórico, político y
económico, ha llevado a que muchos de los movimientos identitarios sirvan y
fortalezcan los intereses de las clases dominantes. Por ejemplo, en el caso de la
mujer, el materialismo histórico, ofrece la posibilidad analítica de vincular el
entendimiento de la naturaleza explotadora del capitalismo con los mecanismos
específicos de opresión y discriminación que padecen las mujeres. Opresión y
discriminación que no puede ser considera igual —como hace cierto tipo de
feminismo — para todo tipo de mujeres. No es igual la discriminación de una mujer
de la burguesía que la que padece una mujer obrera negra en una fabrica de
cualquier país del mundo. En vez de examinar la fragmentación de las identidades
como una causa para celebrar, deberíamos tratar de entender como las identidades
han sido transformadas por el capital en una mercancía de consumo y como el
sistema capitalista ha actuado y continua actuando contra la organización de
políticas socialistas. “En lugar de una identidad que sirve únicamente a pequeños
grupos contra otros en una eterna letanía de competición proclamada contra la
opresión. Necesitamos un más convincente entendimiento de la naturaleza
sistémica de la opresión. Necesitarnos considerar el alcance de lo que representan
las políticas de la identidad, no un cambio sino un producto del sistema, una
manifestación de la segmentación del mercado y de la mercantilización de la
identidad producida por la globalización del capital como un sistema mundial.
Lo que parecen ser estrategias de oposición pueden muy bien resultar ser síntomas
de la opresión” (Stabile, 1995,p. 107).
Resulta particularmente chocante, el oportunismo y cinismo del que han dado
muestras muchos intelectuales postmodernistas del Norte -y algunos de sus
epígonos del Sur- cuando han intentando cooptar para sus intereses la lucha de los
zapatistas en México, a la que han llegado a calificar como el “primer movimiento
político postmoderno”40. Los criterios en los que se basan los intelectuales
postmodernos para intentar apropiarse del movimiento zapatistas son: en primer
lugar, la utilización del Internet y de otras tecnologías de comunicación por parte de
los insurgentes, y principalmente del subcomandante Marcos; en segundo lugar, su
manifestación expresa deque ellos no pretendían el poder sino la democracia, la
libertad y la igualdad; y, en tercer lugar, la reivindicación étnica implícita en el
levantamiento indígena que comenzó el primero de enero de 1994. Estas,
supuestamente serian las características postmodernas del zapatismo, que son
presentadas como antitéticas con todos los movimientos socialistas y étnicos
anteriores a 1989. Sin embargo, es un atrevimiento político, una presunción teórica
y una falta de modestia intelectual pretender que el postmodernismo y sus
intelectuales pudieran originar un movimiento de tan vastas proporciones como el
organizado en el sur de México. La misma esencia y realidad de dicho movimiento
contradice su calificación de postmoderno por parte de las vedettes initelectuales del
Norte (para una elaboración crítica de la presunción postmoderna de calificar al
zapatismo como postmoderno, ver Nugent, l995.p. 127).
No puede ser postmoderno un movimiento político que reivindica la historia de
las luchas agrarias de México - ¿o es que acaso el nombre de zapatistas cayo del
cielo y no tiene nada que ver con Emiliano Zapata y los agraristas de la Revolución
mexicana?- cuando bien sabemos que si por algo se caracteriza el postmodernismo
es por su amnesia histórica; no puede ser postmoderno un movimiento por el simple
hecho que ha manejado hábilmente el internet, el fax, el vídeo, cuando esos
instrumentos tecnológicos no están generalizados ni en México y mucho menos en
el estado de Chiapas, el más pobre y abandonado por el México neoliberal. Si los
revolucionarios han empleado la radio el teléfono, la prensa, o la televisión, desde
cuando estos medios técnicos aparecieron, es apenas lógico que los revolucionarios
quieran y puedan utilizar el Internet en la actualidad ¿Por qué debería dejarse el
internet para uso exclusivo de los grandes conglomerados financieros o para el
beneficio de las causas más innobles? Pretender que el zapatismo es postmoderno
por su reivindicación de la identidad no deja de ser un despropósito, pues eso es
desconocer la historia de más de 500 años de lucha de resistencia de las
comunidades indígenas no sólo de México sino de todo el continente americano
contra la dominación primero colonial y evangelizadora y después de las clases
dominantes herederas de esa dominación colo nial.
La lucha de los zapatistas está -como lo testimonian sus comunicados y escritos,
principalmente los del subcomandante Marcos- anclada en un elemento esencial,
que el postmodernismo niega porque rechaza la historia; ese elemento se llama
memoria, que en el caso de los zapatistas es una memoria telúrica vinculada a la
sabiduría de los pueblos indios y a su particular historia y vínculos con el hombre y
con la naturaleza. Finalmente, no puede ser postulado como postmoderno un
movimiento que plantea abiertamente que no está interesado en tomarse el poder
sino en democratizar la sociedad, cuando está es una reivindicación clásica del
anarquismo de una parte, y, de otra, propia del tipo de democracia interna de las comunidades
indias, en muchas de las cuales no existe ni ha existido Estado.
En síntesis, la calificación de postmoderno de un movimiento genuino de lucha y
reivindicaciones populares, simplemente muestra a las claras las pretensiones
esnobistas de unos intelectuales de academia que creen que sus abstrusos y
enrevesados discursos, que además niegan la historia, la memoria, la realidad y el
capitalismo, pueden originar un movi miento político revolucionario de alguna índole.
No. Lo que el zapatismo ha puesto de presente, justamente es lo contrario, los
resultados nefastos del neoliberalismo, del capitalismo y de la modernización
autoritaria, como se ha ratificado con la actual situación del “milagro de México”,
cuyo sueño de hacer parte del Primer Mundo se convirtió en la pesadilla de
encontrarse otra vez, como siempre, en el cuarto o quinto mundo, mas endeudado y
atrasado que antes.
Considerar al zapatismo como el primer movimiento político postmoderno resulta
igual de cómico que ha calificación que el New York Times hizo del crac financiero
mexicano como la primera crisis económica postmoderna” (Thomas Friedman, “New
Mexico”, New York Times, Marzo 15 de 1995, p. A17, citado en Nugent, 1995, p.
127). Una crisis tan postmoderna que presenta todas las características de las crisis
típicas del capitalismo en un país periférico: un millón de nuevos desempleados en
menos de un año, aumento de la miseria, pauperización de la clase media,
incremento de la deuda externa de México en 50 mil millones de dólares, perdida de
la soberanía sobre importantes empresas y recursos naturales... ¡Tan
“postmoderna” es la crisis del capitalismo salvaje mexicano como “postmodema” ha
sido la rebelión zapatista!. Ahora los intelectuales orgánicos del capitalismo para
ocultar la naturaleza capitalista del siste ma y las resistencias anticapitalistas, nos
brindan de todo: desde crisis económicas postmodernas hasta luchas políticas
postmodernas. ¡Qué más se le puede pedir al postmodemnisno si al fin del al cabo
su principal virtud es hade crear símbolos lingüísticos que no tienen nada que ver
con la realidad y que no poseen ningún referente concreto en el mundo material.
En definitiva, podemos concluir citando las palabras lacónicas, pero
contundentes, de un autor norte americano que, en un libro publicado en 1982 en el
que se presentaban algunas de las diferencias existentes entre el marxismo y el
postmodernismo, afirmaba: “Millones de personas han sido asesinadas porque eran
marxistas, ninguna será asesinada porque él o ella sea un deconstructivista”
(Michael Ryan, Marxism and Deconstruction, A Critical Articulation, Baltimore, MD:
The Johns Hopkins University Press, 1982, p. 1. Citado en Monthy Review, 1996, p.
34.) Si nadie que se reclame como postmodemnista o deconstructivista será
ejecutado en ningún lugar del mundo por profesar esas ideas, sencillamente porque
sus ideas no son anticapitalistas sino procapitalistas, es difícil pensar que los
postmodernistas puedan organizar y dirigir un movimiento anticapitalista y
antineoliberal como el levantamiento zapatista que comenzó en enero dc 1994.
2. El clon ideológico neoliberal hoy predomina en el ambiente la sensación de la
crisis absoluta de los paradigmas teóricos y, aunque la idea es presentada en plural,
sin embargo la referencia se hace extensiva en forma exclusiva al marxismo. Por la
crisis de los paradigmas se afirma que es característica del de las certezas, de los
enunciados universales, de las verdades objetivas. La crisis de la que tanto se habla
“no se extiende más allá de las facultades de filosofía y de algunos libros de moda
que aspiran a agitar y embrollar sentimientos” (Hinkelammert, 1996, p. 236). Porque
en la realidad diaria y cotidiana impera la más absoluta verdad y certeza en los
enunciados del paradigma neoliberal, en la confianza absoluta en el mercado, en el
culto desmedido de la ciencia y la tecnología. y en la creencia neoliberal de que el
capitalismo efectivamente representa el fin de la historia.
Este nuevo paradigma, el que muy pocos discuten o contestan, se presenta
como una verdad teologal que difunde una serie de presupuestos autoproclamados
como verdades universales e irrefutables, ta les como las virtudes redentoras del
mercado, la competencia, el individualismo. Se pregona, igualmente, que las nuevas
tecnologías productivas y de comunicación están produciendo una verdadera
revolución en la vida humana que anticipan los ríos de leche y de miel anunciados
por los profetas, esta vez no los bíblicos, sino por los profetas del u neoliberalismo.
con Friedrich Von Hayek y Milton Friedman la cabeza. En el centro del paradigma
de moda, se encuentra el mercado. Este nunca se pone en cuestión, cuando de
hablar de la crisis de los paradigmas se trata. “feministas, ecólogos, postmodernos,
teóricos del caos, y quienes se quiera: no se encuentra casi nadie que se enfrente a
ese gran dogma de nuestro tiempo: el neoliberalismo con su política de
globalización, sus ajustes estructurales y sus senilidades ideológicas y teológicas.
Es en nombre de ese paradigma que se arroja en contra de todo ser pensante la
tesis de la crisis de los paradigmas” ([Hi nkelammert, 1996, p. 236-237).
Teniendo en cuenta este poder omnímodo y totalitario de un paradigma, el
neoliberal, parece bien curioso hablar de la crisis de los paradigmas en general,
cuando uno reina indiscutible, con sus nuevos dogmas, puesto que la
“postmodernidad está preñada de neodogmatismos” (Guadarrama, 1994, p. 4). Es
significativo que cuando en plena guerra fría la “ciencia” occidental pretendiera
combatir la pretendida certeza del poder de la URSS se difundieran los criterios de
la filosofía de la falibilidad, mientras que ahora que se trata de asegurar la victoria
del paradigma neoliberal, este se haya convertido en una especie de Diainat de la
burguesía. “Es comprensible que esta victoria absoluta de un paradigma produzca
en los otros, en los distintos o quienes lo sufren, la sensación de una ausencia de
certezas, un sentimiento de perdida de paradigmas”(Hinkelamert,1996, p. 237).
Al constatar el predominio aplastante el paradigma neoliberal no tiene
importancia el afirmar -como hacen sus epígonos- que antes los otros paradigmas
actuaron de la misma forma. Eso no arregla ni cambia en nada el problema del
totalitarismo neoliberal y tampoco lo justifica. Una de las consecuencias que se
extrae de la moda sobre la crisis de los paradigmas es que ya se han perdido los
“criterios universalistas de actuar”. Lo característico de esta negación es que ella se
hace desde una perspectiva que universalmente se ha impuesto y es el
universalismo de los criterios del mercado. “Todo otro universalismo ha sido
exitosamente marginado. No obstante este universalismo hoy dominante nos obliga
a una respuesta. Esta respuesta de ninguna manera es posible si empezamos a
creer, a la moda, que todos los universalismos han caído y que hoy existe esta pretendida
pluralidad de racionalidades, interpretaciones, acciones y sentidos de vida.
El mercado no sólo globaliza, también homogeneiza. Desde él, una sola
racionalidad domina” (Hinkelammert, 1996, p. 239-240).
La universalización que postula el neoliberalismo reina nte es abstracta porque,
precisamente, todos los días nos habla de los beneficios que producen, hipotética y
teóricamente, la mundialización del mercado, aunque los hechos cotidianos
demuestren nítidamente que tal universalización solo beneficia a unos pocos, Los
“sueños globales” que alientan las multina cionales, los ideólogos del marketing, los
académicos que viven de simposio en simposio y de cóctel en cóctel, los
economistas y asesores neoliberales de uno y otro continente...en realidad solo son
sueños, porque en la dura y tozuda realidad se convierten en “pesadillas globales”
(Barnet y Cavanag, 1995, p. 25) en estas condiciones es casi surrealista que a
nombre de un paradigma que se ha hecho universal a la brava, se hable de la crisis
de los paradigmas y se combatan las propuestas universales del marxismo y de los
proyectos emancipatorios.
Al respecto, hay que agregar que la tan alardeada crisis del marxismo, es ante
todo una crisis de los intelectuales marxistas, en este sentido es un fracaso
subjetivo, Esta crisis expresa la rendición incondicional ante el poder del capital
transnacional, considerando ahora que cualquier transformación del capita lismo es
imposible. Por eso, muchos de esos intelectuales han decidido “combatir” el
mercado desde dentro, es decir aceptándolo como una condición indispensable y
natural del hombre, aceptando las ayudas caritativas y dadivosas de la banca
mundial y del sistema financiero, concentrándose en las acciones de la “sociedad
civil”, y dedicándose a reivindicaciones puramente locales, que no trasciendan los
marcos exigidos por las ONG’S y las ayudas “humanitarias”. En una palabra, los
intelectuales exmarxistas han decidido aceptar la doctriuia del “posibilismo”, es decir
la “esperanza que vistiendo la moda de seda, se puede dar vida a un pacto social
capitalista y humanista” (Petras y Vieux, 1994, p. 143). Se reivindica un capitalismo
con rostro humano, cuando la mundialización del capital muestra los signos
cadavéricos de la muerte, el verdadero rostro del capital.
Por supuesto que aunque la crisis del paradigma marxista esté asociada a la
crisis de los intelectuales antaño marxistas, eso no significa que el marxismo no este
enfrentado a una permanente crisis, que es una manifestación de su carácter
histórico, y de su apertura teórica, Pero el marxismo conserva, pese a esas
recurrentes crisis y a la necesidad de su revisión permanente, en concordancia con
las transformaciones de la realidad y con la necesidad de estudiar realidades
concretas, un elemento esencial que es su razón de ser fundamental: la crítica
radical del modo de producción capitalista. Mientras exista el capitalismo existirá el
marxismo, pues el segundo no se concibe sin la existencia del primero. Por todo
ello, las afirmaciones triunfalistas sobre la muerte del marxismo tras el derrumbe del
muro de Berlín y la desintegración de la URSS, no tienen mucho fundamento, si se
tiene en cuenta, que la doctrina de Marx y de sus seguidores ha tenido como
objetivo primordial el explicar y transformar el capitalismo. Una vez desaparecida la
URSS, lo que se expande es justamente el capitalismo, que es el objeto central de
las preocupaciones políticas, sociales y económicas de la obra de Marx.
Desde el punto de vista de la historia de las ideas, sin embargo, es pertinente
aprender ciertas cosas del neoliberalismo. En primer lugar, no hay que tener miedo
de estar contra la corriente ni ser minoritario a nivel de pensamiento. Al respecto es
bueno recordar que cuando el neoliberalismo surgió, poco después que la teoría
keynesiana se convirtió en la doctrina oficial del capitalismo mundial, los
neoliberales eran un reducido grupo de economistas, arrinconados en unas cuantas
universidades de Estados Unidos. Pese a eso, durante décadas esos economistas
neoliberales combatieron la ortodoxia keynesiana.
En segundo lugar. los neoliberales se mostraron desde un comienzo
intransigentes en sus principios, en sus ideas, jamás hicieron una concesión fundamental
a sus rivales, a pesar de que sus principios no fue ran retomados por ningún
político importante ni, antes de Chile en 1973, fueran aplicados por ningún gobierno.
Desde este punto de vista, el neoliberalismo es radical e intransigente, no es por
cierto ningún pensamiento “débil”. En tercer lugar, el neoliberalismo atacó aquellas
instituciones erigidas de plena prosperidad capitalista, como el listado de Bienestar,
que en su momento fueron consideradas como intocables e imperecederas; es
decir, el neoliberalismo se atrevió a postular que ninguna institución por fuerte que
parezca debe ser considerada como establecida por siempre (Anderson, 1996. p.
28-29).
Paradójicamente, en la actualidad el neoliberalismo que se ha convertido en
ortodoxia de políticos, inte lectuales, y de casi todos los gobiernos del mundo, incurre
en las mismas prácticas que combatió cuando era minoritario: se considera como la
verdad absoluta, y ha generado unas teorías, instituciones y formas de administrar y
gobernar que proclama como eternas e inatacables. Teniendo en cuenta tanto la
historia del neoliberalismo desde el ángulo de las ideas como su práctica actual de
nueva ortodoxia, los socialistas y los revolucionarios tenemos mucho que aprender
de ello. Hoy, que somos minoritarios, debemos mantener nuestras concepciones,
sin tener miedo de que seamos calificados de retrógrados, dino saurios o mil epítetos
por el estilo. No debemos transigir en nuestras ideas sobre el carácter explotador e
injusto del capitalismo. ni sobre los mecanismos bajo los cuales funciona este
sistema. Y, finalmente, debemos denunciar sin aspavientos el carácter irracional y
pasajero de la contrarrevolución neoliberal, cuyas concepciones. como las del
keynesianismo, no duraran toda la vida. Eso si debemos prepararnos, porque el
neoliberalismo no es un enemigo fácil, por lo que la lucha será prolongada, y en
principio se debe afrontar en el terreno de las ideas y el pensamiento. donde un
marxismo revitalizado y no dogmático puede contribuir a esclarecer los problemas
acuciantes de nuestro tiempo.
REFERENCIAS
1) Artículos
ANDFRSON, Perry. “El despliegue del neoliberalismo y sus lecciones para la
izquierda”, en Pasos, No. 66. Julio-agosto de 1996.
BURBACH, Roger. “Roots of the Postmodern Rebelion in Chiapas”. New Left
Review, No. 205, 1994, pp. 113-124.
MEIKSINS WOOD, EIlen. “What is the ‘Postmodern’ Agenda? An lntroduction”,
Monthly Review. Julio-Agosto, 1995.
NUGENT, Daniel. “Northern lntelectuals and the EZLN”, Monthly Reviw, Julio-Agosto
995, p. 124.
STABILE. Carol. “Postmodemism, Feminism, and Marx:
Notes from the Abyss”, Monthly Review, Julio-Agostode 1995
2) Libros
RARNEt. Richard y CAVAN AG, John. Sueños globales.
Multinacionales y nuevo orden mundial, Flor del Viento Ediciones, Barcelona,
1995.
CHOMSKY, Noam. Mantener la chusma a raya, Ed. Txalaparta. ‘Tafalla, 1995.
GUADARRAMA, Pablo. América Latina: Marxismo y Postmodernidad. Universidad
Central de las Villas, Santa Clara-Universidad lncca de Colombia, Bogotá, 1994.
HINKELAMMERT, Franz. El mapa del Emperador Determinismo, caos, sujeto, Ed.
DEI, San José, 1996.
PETRAS. James y VIEUX, Steve. La Historia Temínable. Sobre democracia,
mercado y revolución, Ed. Txalaparta, Tafalla, 1994.
3) Volúmenes colectivos
The Postmodernism Debate in Latin America, Duke IJniversity Pres, Durham and
London, 1995.
Monthly Review. Marzo de 1 996.
Notas
* Profesor titular Universidad Pedagógica Nacional.
** Versión ligeramente modificada de parte de la presentación de: Renán Vega Cantor. (editor). Marx y el siglo XXI. tina defensa
de la historia y del Socialismo, Ediciones Pensamiento Critico. Bogotá, 1997.
40 Ver, por ejemplo. Burbach, 1994,pp. 113-124. La calificación de los zapatistas como postmodernos aparece más
descaradamente programada en The Postmodernism Debate, 1955. En este libro se consideran como postmodernos los
comunicados del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, del que al final se publica un ejemplo
jueves, 3 de septiembre de 2009
El informe del usurpador
Vean el trato que recibieron lo diputados de oposición Noroña y Jaime Cárdenas entre otros, el día de ayer 2 de septiembre en la ceremonía autocomplaciente del
usurpador en Palacio Nacional.
Ingresar a:
http://www.eluniversal.com.mx/ol_minutoconsumarioyvideo.html
seleccionar y ver vídeo:
2009-09-02 11:01 | Diputados son rechazados en ceremonia de Calderón
Por cierto, cabe mencionar la desilusionante asistencia de Ebrard al recinto y su aplauso legitimador y traicionero a las causas del pueblo.
sábado, 29 de agosto de 2009
MOVILIZACION CON AMLO EL 21 DE SEPTIEMBRE
Movilización con AMLO el lunes 21 de septiembre a las 5pm. frente a la Cámara de Diputados para exigir que no recorten el presupuesto de la educación, ni del campo, que no cobren impuestos en medicinas y alimentos, y que no suban el precio de las gasolinas, entre otras cosas.
Se presentará una propuesta alternativa.
¡¡VAMOS TODOS!! Hagamos oir nuestra voz y exijamos nuestros derechos!
domingo, 23 de agosto de 2009
Arte y Politica
Reproducimos aqui un texto importante de Eduardo Flores Castillo artista activista y crítico de arte, esperamos que no le moleste aparecer en nuestro blog. Saludos a toda la banda. Atte.La zurda.
Ponencia para el coloquio: “Arte Hoy en América Latina”
Seminario permanente Arte y Cultura Contemporáneos: Nuevos retos para la formación artística
Centro Cultural Planetario de Bogotá, Sala Oriol Rangel, 6 de mayo 2005
Arte en el borde: derecho a la memoria y políticas de la imagen en el arte de América Latina
Por Eduardo Flores Castillo (www.geocities.com/xabo_jubaa)
Introducción
Soy un firme creyente de que los fenómenos deben entenderse en relación con su contexto. ¿Cuál es el contexto del arte latinoamericano? Creo que, como en pocos lugares, en Latinoamérica el fenómeno del arte está ligado a las estructuras del poder político. ¿Cuál es la actitud del poder político latinoamericano hacia el arte y la cultura en general? Usaré como referencia el caso de mi país, México. Desde el año 2001, el gobierno del presidente Vicente Fox está aplicando un programa llamado “Escuelas de Calidad”. A las escuelas primarias que se integran por voluntad propia al programa, se les dan ciertos privilegios como: pintura, mobiliario, computadoras y conexión a Internet. A cambio, la escuela adopta ciertos criterios académicos, de los cuales el más significativo es: para que un alumno apruebe un grado, solamente se toma en cuenta su desempeño en las materias de matemáticas y español (es decir, lo necesario para comprar y vender). Asignaturas como: historia, biología, deporte, o arte, son ahora completamente accesorias y prescindibles. Por otra parte, las instituciones culturales de este gobierno se han concentrado en reunir dinero de origen privado para el desarrollo de las artes, aún cuando la estructura estatal destinada a obtener esos recursos es mucho mas cara que el financiamiento que obtiene. Igual tendencia se sigue en la Universidad Nacional, con el constreñimiento de los recursos y espacios dedicados a las humanidades; y con la educación nacional toda, en la que se desalienta a los alumnos a estudiar licenciaturas, en favor de las carreras técnicas. Ese es el contexto cultural en que yo ubico el fenómeno artístico en América Latina.
Desde mi punto de vista, un profesional de la cultura –como es un artista– no puede estar ajeno a estos asuntos. Y sin embargo, lo estamos. Por ello, en la primera parte de esta plática haré una revisión de arte que se ha hecho y se hace a partir de contextos sociales específicos, con la intención explícita de influir sobre ellos. Propuestas que, por ser “inconvenientes”, han sido sutilmente segregadas de la historia oficial del arte. Digamos que, a partir de unos pocos visos escogidos, quiero interesarlos en la historia de el otro arte latinoamericano. En la segunda, haré algunas reflexiones sobre el presente; terminaré con conjeturas para el futuro.
PRIMERA PARTE: ARTE EN EL BORDE
Para empezar, brinquemos treinta años hacia atrás, hasta la época en que gran parte de América Latina era dominada abiertamente por dictaduras militares. El presidente mexicano Porfirio Díaz decía que a los opositores se les controlaba dándoles “pan o palo”. Vayamos a la época del palo.
Comencemos con una experiencia mexicana: Los grupos artísticos de los años 70. Para organizar la Bienal de Jóvenes de París de 1977, una suerte de exposición mundial, fue designado como comisario para América Latina el señor Angel Kalemberg, director del Museo de Arte de Montevideo, quien había sido nombrado por un sanguinario gobierno militar. En México, un notable grupo artistas jóvenes se negó a acudir en los términos de la convocatoria: un concurso con restricciones temáticas de carácter político. Por medio de una inteligente negociación gremial, lograron conformar una delegación que acudió a París con obra que iba absolutamente en contra de los términos originales: era abiertamente política, reivindicaba el “arte popular” frente a las “bellas artes”, y desdeñaba completamente el concepto de autor-genio, en pos del trabajo en colectivo. Sus obras recorrieron Europa durante mucho tiempo, hasta quedar prácticamente desintegradas. Estos artistas asumieron abiertamente las implicaciones políticas de su actitud, tanto en el discurso de su obra, como en su presencia pública, formando el Frente Mexicano de Grupos Trabajadores de la Cultura. Respecto a la calidad de su propuesta artística, baste decir que ellos introdujeron al arte mexicano algunos de los más importantes lenguajes del arte contemporáneo, como son el performance y la instalación.
Un par de experiencias argentinas: durante la más reciente dictadura militar, a partir de 1976, el gobierno se presentaba como el defensor de la familia y los valores tradicionales frente a las “aberraciones izquierdistas” . Entonces un grupo de madres de jóvenes desaparecidos políticos, sin ninguna ideología más allá de pedir la aparición de sus hijos, deciden reunirse cada jueves en la Plaza de Mayo, cada una con un pañal en la cabeza. Su imagen puso en crisis todo el discurso simbólico del grupo en el poder. Estas mujeres, que con el tiempo fueron conocidas como “Las Madres de Plaza de Mayo”, se dieron cuenta de la fuerza de la manifestación simbólica, y desarrollaron todo un lenguaje plástico, como por ejemplo los “siluetazos”: dibujos hechos con tiza, a tamaño natural, del cuerpo de sus hijos en plazas públicas. Miles de siluetas hacían de una plaza vacía un poderoso símbolo, no por la presencia de las madres, sino por la ausencia de sus hijos.
Otra característica de esta dictadura fue el desmantelamiento de la industria civil. Al norte de Argentina, en Tucumán, un grupo de artistas y sociólogos organizaron, junto con sindicatos industriales, “Tucumán Arde”, una serie de obras artísticas que ocuparon lenguajes no vistos hasta entonces: performances masivos de trabajadores cesados, instalaciones (artísticas) dentro de instalaciones industriales, y campañas progresivas de carteles para atraer gente y medios a sus exposiciones de arte comprometido y contestatario.
Algunas experiencias chilenas: en Chile la respuesta a la brutalidad fue una poesía valiente y amarga, que hizo gente como Pancho Casas, quien equiparaba libertad sexual con libertad política, y organizaba performances-instalaciones muy sofisticados formalmente, acerca de su homosexualidad. Generalmente sus acciones terminaban cuando alguien advertía la presencia de la policía.
El potencial político de obras como un billboard o cartelera junto a la carretera de entrada a Santiago de Chile, cuyas enormes letras simplemente preguntaban: ¿Eres feliz?, fue pronto detectado por las autoridades, y estas obras inauguraron por fuerza el arte efímero en esa región. Aún así, artistas como Fernando Balcells, Juan Castillo, Diamela Eltit, Lotti Rosenfeld y Raúl Zurita, integrantes de CADA (Colectivo de Acciones de Arte), se las arreglaron para hacer obras como “Ay Sudamérica”: el 12 de julio de 1981, arrojaron desde 6 avionetas, 400,000 volantes sobre las comunas de Santiago, con el siguiente texto:
Nosotros somos artistas, pero cada hombre que trabaja por la ampliación, aunque sea mental, de sus espacios de vida, es un artista, el trabajo de ampliación de los niveles habituales de la vida es el único montaje de arte válido/ la única exposición/ la verdadera exposición/ la única obra de arte que vive.
También hicieron la obra “No +”, de 1983 a 84: pintas callejeras que decían: “No más”. Sólo tomaba horas para que anónimos grafiteros completaran frases como: “No más torturas”, “No más desaparecidos”, etc.
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Aparentemente, a fines de los años 70 el poder político en América Latina se dio cuenta que necesitaba controlar la producción artística por ser un espacio de poder simbólico. Entonces, durante los años 80 y 90 se creó una gran estructura cultural patrocinada por el Estado: museos, becas, intercambios, convocatorias de toda clase. A esta le podríamos llamar: la época del pan.
Por supuesto que la subvención de la cultura y el establecimiento de democracias formales desestimuló la creación de arte crítico. A principios de los 90, la caída del bloque socialista puso en crisis también la filosofía marxista y la creencia en la lucha de clases, base ideológica de muchas de esas propuestas. Sin embargo nunca dejó de hacerse arte vinculado intencionalmente a su contexto social. Por razones de tiempo, saltaremos hasta a la época actual.
Ahora tenemos un tipo de artistas que han abandonado el vano anhelo de la objetividad y asumen un compromiso radical con una hipersubjetividad, sin que esto signifique individualismo. Así, colocan en primer lugar a un ser humano confuso y desorientado, pero aún, como siempre, agraviado. Después de eso, la semiótica. Y al final, muy atrás, la legitimación institucional.
Primer caso: Ricardo Domínguez (www.thing.net/~rdom/), un mexicano nacido en Nueva York. Él siguió con atención la rebelión indígena del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional), ocurrida en México en 1994 . Ricardo tiene una visión: en este mundo el cuerpo real importa cada vez menos, mientras el cuerpo virtual importa cada vez más . Por lo tanto, si quieres realizar acciones que pesen políticamente en esta nueva realidad virtual, debes hacerlas en el hiperespacio. Así, Ricardo se dio a la tarea de organizar mítines virtuales (“online demonstrations”) en el portal del gobierno mexicano, en apoyo al cumplimiento de los pactos con el EZLN . Para ello desarrolló una herramienta informática que abre una página de Internet doce veces, recomenzando con la primera al terminar la doceava. Naturalmente, si una sola persona la usa no pasa absolutamente nada; sólo que su computador se vuelve insoportablemente lento. Pero si mil personas la usan al mismo tiempo, el servidor contactado debe mostrar la página doce mil veces a la misma vez. Partiendo de este sencillo principio, Ricardo organizó mítines virtuales que obstruyeron el servidor del gobierno mexicano. Después, Ricardo dirigió sus baterías, a petición de grupos de derechos humanos europeos, hacia Lufthansa, la línea aérea alemana, para pedir el cambio en las condiciones físicas de deportación de Europa de inmigrantes ilegales africanos (estas condiciones eran tan malas que a veces llegaban muertos a sus países de origen). Tras una hora de acción de Ricardo y su grupo, el Electronic Disturbance Theater (Teatro de Disturbio Electrónico), Lufthansa mandó un correo pidiendo que por favor suspendieran la acción, pues en esa hora habían perdido cientos de miles de dólares, al quedar prácticamente bloqueados sus sistemas de reservaciones y sus comunicaciones por Internet. Poco después, dichas condiciones habían cambiado. Posteriormente, durante la invasión norteamericana a Afganistán, Ricardo se puso su meta más alta hasta ahora: bloquear el servidor de la Casa Blanca, el más poderoso del mundo. Para ello mejoró su herramienta, de forma que se abriesen 40 ventanas por computador. Esto requiere un mayor compromiso del usuario, pues toda la capacidad de su máquina queda dedicada a la acción. Ricardo tuvo cientos de miles de participantes. Le faltaron algunas decenas de miles para lograr su objetivo.
El Electronic Disturbance Theater ha desarrollado un protocolo para la Desobediencia Civil Electrónica (ECD, por sus siglas en inglés): transparencia (siempre anunciar con anticipación sus acciones a sus “víctimas”, diciendo en qué consisten, cuáles son las razones, etc.); software de código abierto (cualquiera puede ver cómo funciona); relacionar acciones virtuales y reales (mítines callejeros); no violencia, y herramientas simples .
Segundo ejemplo: Las Agencias, grupo artista-activista de España (www.sindominio.net/lasagencias). Veremos las campañas Yo Mango y Pret a Revolter.
Yo Mango es una campaña basada en la idea: Si esta sociedad propone que una parte importante de la autoestima de las personas debe estar basada en la posesión de artículos de lujo, entonces esta sociedad te los debe proporcionar, independientemente de que tengas el dinero para comprarlos o no. Ergo: Las Agencias organiza cursos de cómo robar. Eso sí, antes de tomar el curso, uno firma un documento comprometiéndose a no usar las técnicas que aprenderá, para robar libros, medicinas, alimentos ni artículos de primera necesidad; sólo artículos de lujo. De esa forma, organizan performances que consisten en robar ropa, recortarle el trozo al que está adherido el seguro electrónico antirrobo, y regresar a la tienda a repartir propaganda, vistiendo las prendas agujeradas .
Las Agencias ha realizado muchas campañas interesantes. La que más me gusta es Pret a Revolter. Consiste en diseñar trajes para manifestaciones globalifóbicas, a partir del estudio de las tácticas policiales. Estos trajes se fabrican con basura, o con elementos que cualquiera puede tener en su casa; o que se pueden obtener a bajo costo. Ellos diseñaron el famoso traje Michelin: seis cámaras de llanta colocadas alrededor del cuerpo, que al tiempo que protegen al usuario, sirven de obstáculo a la policía que avanza. Otro modelo es simplemente un traje de tenista: pantalones cortos, zapatos tenis y raqueta. El que lo viste se mantiene en segunda línea en las manifestaciones, y aparece cuando la policía lanza granadas de gases, rebotándolas hacia los uniformados.
Las Agencias obtuvo un éxito histórico cuando logró que el Banco Mundial cancelara la reunión que tendría en España. Esto lo hizo llamando a la prensa española a un desfile de modas, donde dieron a conocer sus diseños. En el desfile llamó mucho la atención un traje con una cámara web inalámbrica en el casco, por medio de la cual –decían– se transmitirían en vivo imágenes de la manifestación, con el objetivo explícito de mostrar de qué lado se originaba la violencia. Después del desfile, Las Agencias llevaron a la TV al taller donde se estaba llevando a cabo la confección de –según ellos– miles de trajes para las manifestaciones por venir. Poco después del reportaje correspondiente, el Banco Mundial canceló su reunión. Huelga decir que todo lo que transmitió la televisión fue un montaje: las supuestas cajas de materiales estaban vacías. Las llamadas telefónicas que la “gerente de producción” recibía mientras guiaba a la reportera (aumentando el número de trajes pedidos por los grupos que llegarían de otras ciudades), se originaban en el cuarto de al lado. El temido traje de la camarita web, nunca pasó de un prototipo delicado e inestable. Y así .
Las Agencias es un interesante “colectivo de colectivos” que tiene en marcha muchos proyectos, desde la reelaboración de videojuegos comerciales en versiones ecologistas o globalifóbicas, hasta la realización de cursos de cómo elaborar receptores inalámbricos de Internet con latas de refresco y rollos de cable eléctrico.
Otros ejemplos de arte activista:
En la Ciudad de México se encuentran las oficinas de Mejor Vida Corp., la “corporación” de la artista Minerva Cuevas (www.irational.org/mvc/espanol.html). Ahí uno puede obtener gratuitamente y sin ningún requisito, artículos como: una credencial de estudiante que le posibilita obtener descuentos en todo tipo de museos y entretenimientos; gases lacrimógenos para protección personal; pastillas que evitan quedarse dormido en el transporte público; y etiquetas con códigos de barras que uno puede sobreponer a los artículos lácteos de una gran tienda de abarrotes, para obtenerlos a un precio menor. Minerva ha realizado exposiciones sumamente críticas del neoimperialismo español, con props y patrocinios que ha obtenido, aunque usted no lo crea, del Banco Bilbao Vizcaya y Telefónica de España.
Los recursos tecnológicos y los presupuestos no son requisito para hacer este tipo de obra. Para muestra tenemos los ejemplos peruanos: comenzamos con el grupo teatral Yuyachkani (www.agenciaperu_com-cultural Tablas Especial Yuyachkani más de treinta años de teatro.html). Sus sorprendentes propuestas han sido reconocidas como teatro innovador, pero también como performance, por la extraordinaria relación que establecen tanto con su entorno político, como con la vida de sus integrantes. Por su abierta filiación comunista, y por su interés artístico en representar obras inspiradas en la realidad política y social de su país, aún siendo artistas reconocidos internacionalmente, debieron enfrentar una velada persecución política, a la que ellos respondieron recorriendo las montañas del Perú, realizando representaciones para comunidades indígenas y campesinas. Su trabajo no sólo tiene méritos artísticos sino un peso político efectivo, al grado de que formaron parte del proceso de la Comisión de Verdad y Reconciliación establecido tras el gobierno de Alberto Fujimori.
Mi segundo ejemplo peruano es el lavado de la bandera (www.BBC Mundo - Perú suspenden el lavado de banderas, por ahora___ - 24_11_2000.htm). Durante el último periodo presidencial del mismo Alberto Fujimori, se empezaron a conocer las atrocidades cometidas por el Ejército Peruano en su lucha contra la guerrilla. Un grupo de mujeres madres de soldados, se sintieron profundamente agraviadas por lo que el gobierno obligó a hacer a sus hijos. Como forma de protesta, llevaron los uniformes militares de sus hijos a la plaza central de la ciudad, y frente al palacio presidencial los lavaban y colgaban. De la misma forma, un gran número de personas comenzó a lavar y colgar en la misma plaza la bandera del Perú. Una hermosa instalación de cientos, a veces miles de banderas rojiblancas, no cesó de crecer sino cuando el presidente renunció al cargo. Ese día, el lavado de la bandera ya se realizaba en 27 ciudades del Perú y en algunas capitales del extranjero.
Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas para estos artistas y estas propuestas. Los artistas mexicanos de los 70, los de la bienal de París, fueron condenados al ostracismo por el sistema artístico mexicano . Respecto a los organizadores de “Tucumán Arde”, varios no pudieron volver a exponer dentro de Argentina. Y en el Perú, el gesto del lavado de la bandera fue apropiado por los programas de chismes, desde que una supuesta hija fuera del matrimonio del presidente Toledo, para ser reconocida como hija legítima, comenzó a lavar pañales frente a palacio –y frente a cámaras de televisión que nunca cubrieron el acto de las banderas. Por cierto, el principal organizador del lavado de la bandera es ahora un alto funcionario del arte peruano.
Por otra parte, meterse con la máxima organización terrorista de la historia, el gobierno de los Estados Unidos de América, no es poca cosa. Ricardo Domínguez y el Electronic Disturbance Theater han recibido desde bombas informáticas fabricadas en el Pentágono y enviadas por la red, hasta peligrosas imputaciones públicas de terrorismo digital. Incluso, la libertad corporal de Ricardo está pendiente de una decisión de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, que en los próximos meses declarará la Internet un espacio público o privado.
Para estas personas, que se asumen como artistas, la cereza en el pastel es que la “clase artística” de Latinoamérica los ha menospreciado sistemáticamente, y se niega siquiera a conocer sus casos más que formalmente. Las relaciones que estas obras establecen con su entorno, que son su base fundamental, son consideradas anecdóticas. Ellos mismos no son reconocidos como artistas, sino como activistas que juegan al arte, pues sus obras no entran el campo de la sublimidad lingüística. No importa que, como vemos, en Latinoamérica hay una larga tradición de artistas que formaron o contribuyeron a formar movimientos artísticos abiertamente políticos e ideologizados, en la conciencia de ser parte de sociedades y procesos históricos complejos. Estos artistas son presentados ahora como una especie de locura momentánea, una ingenua desviación del camino lineal del arte occidental .
Por otra parte más, hay otra historia del arte que tampoco se cuenta muy a menudo: la “contrainsurgencia artística” de parte del poder político. La historia de las acciones “orientadoras” del arte latinoamericano diseñadas por el gobierno de Estados Unidos y aplicadas por los gobiernos locales. Por ejemplo, el “Plan Camelot”: una política de promoción del arte abstracto en toda América Latina, como oposición simbólica al “realismo socialista”, presentando al expresionismo abstracto norteamericano como “el modelo a seguir” . Otro ejemplo: cuando a mediados de los años 80 una franja de intelectuales y profesionales de la cultura provenientes del llamado tercer mundo, reclamaron con fuerza el reconocimiento de la legitimidad de las tradiciones artísticas no occidentales, en igualdad de planos con la tradición artística metropolitana, se ejerció una coerción ideológica violenta pero políticamente correcta: artistas jóvenes de zonas clave del tercer mundo (perfectamente inscritos en el sistema) fueron incorporados rápidamente al circuito protagónico de arte mundial, y luego enviados de regreso a sus lugares de origen como verdaderos embajadores culturales. Así se pudo presumir de apertura, pluralidad y generosidad, al tiempo que se preservaban tanto la visión occidentalista y eurocéntrica de la actividad artística, como el papel de las instituciones artísticas de las metrópolis como guías y jueces seleccionadores del arte mundial. Esas son políticas de la imagen, y no juegos lingüísticos.
Lo más triste es que, una vez dictadas las políticas metropolitanas, los intelectuales orgánicos de cada localidad se encargan de hacerlas cumplir por convencimiento propio. Aquí quiero citar al artista méxico-norteamericano (o, como él se define: post-mexicano) Guillermo Gómez Peña (www.pochanostra.com): “Cuando un artista manifiesta dentro de su discurso artístico, su afinidad o compromiso con alguna causa social, de inmediato surgen personas que descalifican la sinceridad de sus motivaciones, aún cuando esas personas no colaboran con absolutamente ninguna causa o grupo social”.
SEGUNDA PARTE: LOS BORDES DEL ARTE
Entonces, ¿cuál es el campo de conocimiento y reflexión desde el que podremos ya no analizar, sino sólo conocer cabalmente fenómenos como los descritos al principio de este texto? No ciertamente la sociología, cuyo método despojaría a estas acciones de la pasión y la emoción, que es lo que subyuga de ellas. Aún quiero pensar que puede ser el arte. El arte como aquel espacio de conocimiento que la cultura en que vivimos reserva para las anomalías. El arte como campo de permisividad y ex-centricidades. Sin embargo, una rápida auscultación nos muestra qué tan poco preparado está el arte para recibir estas acciones:
1. Se supone que el arte es el espacio para la indeterminación, la duda y las variaciones; y en cambio se evidencia cada vez más como un sistema de poder cerrado y ortodoxo.
2. A pesar de que los nuevos fenómenos estéticos ocurren como líneas diagonales entre las narraciones lineales tradicionales (arte, ciencia, política, religión, etc.), el arte institucionalizado sigue aferrado a la línea analítica definida en Europa a mediados del siglo XIX: enfocado en el medio, pretendiendo que una obra debe explicarse por sí misma, en independencia de su contexto y de sus condiciones específicas de creación.
3. Todo artista que se respete, casi por norma, manifiesta que no cree en el arte. El museo de arte es un espacio supuestamente pedagógico, en el que todos creen menos quienes muestran ahí su trabajo. Hay una increíble distancia entre la expectativa del público de aprender allí algo importante o trascendente, y el artista que se burla de ese deseo.
4. El arte maneja un lenguaje hiperespecializado, asequible sólo a los iniciados. Los artistas plásticos están encerrados en el palacio de la lingüística. La independencia absoluta de cualquier otro campo de conocimiento, la llamada autonomía del arte, que en tiempos de Marcel Duchamp fue una liberación, ahora se ha convertido en la más limitante de las prisiones. Por ello, los museos y academias están repletos de repeticiones: Marcel Duchamp repetido ad náuseam.
5. Irónicamente, la terminología propia del arte, aquel metalenguaje que el arte inventó para hablar de sí mismo, está totalmente superada . Debido a este desdibujamiento, cada vez más críticos y estudiosos, como el prestigioso norteamericano Donald Kuspitt, sostienen que lo que llamábamos arte se acabó tal vez a mediados del siglo XX, y que ahora hacemos “post-arte” o algo así.
6. Ante la impopularidad de los criterios del arte contemporáneo, cada vez con más frecuencia se intentan cortes novedosos y atrayentes para redefinir la producción gráfica de las sociedades: Outsider-art (arte hecho por gente que no se considera a sí misma artista), Ethnic Art o Gender Based Art (arte que reivindica un grupo social específico), etc.
7. Una buena parte de la crítica artística profesional considera que el arte es, por definición, una actividad inútil. Este discurso está empeñado en documentar y registrar la historia del arte desde un punto de vista formalista, aún en el caso de artistas cuya actividad era eminentemente pedagógica y/o política (por ejemplo: Joseph Beuys ).
8. A principios del siglo XXI, cuando el mundo vuelve a justificar la intolerancia, el individualismo extremo, la violencia como método de negociación, el arte se deja yacer lánguidamente en las laderas del desbarranque, mientras explica en términos semióticos la absoluta imposibilidad de la comunicación y aboga por la vocación de aislamiento de cualquier fenómeno o contexto extra artístico .
9. Actualmente lo más característico de la obra de arte es su crisis como objeto de creación, y su redefinición como objeto de consumo. El artista debe PRODUCIR. Alba, el conejo resplandeciente gracias a la combinación del ADN conejil con el ADN de una medusa, obra artística del norteamericano Eduardo Kac, no es mas que una curiosidad de circo. Después de una mistificación de 7 siglos, el artista vuelve a ser un obrero.
10. De un arte contemporáneo cínicamente artificial, se ha pasado a un arte artificialmente cínico. Ya ni él mismo cree en sus ironías ni en sus alegorías cada vez más rebuscadas.
A pesar de todo, el medio del arte institucionalizado ha realizado intentos por congraciarse con el resto de las formas de autorepresentación. El más radical de ellos podría ser la exposición Documenta 11 (2002) , a donde fueron invitados, como protagonistas, productores de documentales y agencias noticiosas. Las imágenes mostradas se referían en su gran mayoría a situaciones de represión política y falta de justicia. Por primera vez, este tipo de imágenes fueron propuestos como elementos artísticos válidos dentro del main stream artístico. Sin embargo, esta exposición no congenió ni con dios ni con el diablo. No creo que haya tenido ni resonancia ni importancia en la historia de la reportería gráfica. La mayoría de los artistas que yo conozco que asistieron, la han descrito con las mismas palabras: “una mierda”. Y ninguna de las situaciones políticas que mostró fue afectada radicalmente . Aún así, desde mi punto de vista, el evento fue un éxito total en evidenciar cuán aislado está el arte contemporáneo del resto de la sociedad en lenguaje, sensibilidad, y especialmente en credibilidad.
La colonial educación artística en América Latina
Pero hablando del contexto: por ser el tema de este seminario y por la composición de la audiencia (principalmente estudiantes de arte), quiero hablar brevemente de la educación artística en América Latina. Comenzaré citando algunas frases que he escuchado en importantes escuelas de arte de la región durante los últimos dos o tres años:
1. “En la medida en que lo que hagamos los artistas latinoamericanos, se parezca más a lo que se hace en Nueva York y Europa, en esa medida seremos más latinoamericanos” (dicha en una conferencia por un joven curador a los estudiantes de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”, en la ciudad de México. Ante mi desconcierto, estudiantes totalmente acríticos se limitaban a bajar la cabeza mientras escribían: “Nueva York…”).
2. “Si quieres hacer política, sal a la calle con una pancarta y haz política; si quieres hacer arte, guarda tu pancarta y no salgas de tu estudio” (docente en clase en “La Esmeralda”).
3. “Somos una academia neoclásica tratando de convertirse en moderna” (directivo de la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes del Perú).
4. “Hay temas frente a los cuales yo no me atrevería a tener una posición política... prefiero dejarle eso a los que realmente están en la política...” (estudiante de octavo semestre de Artes Plásticas de la Academia Superior de Arte de Bogotá).
El panorama, pues, no es halagador.
Durante mi recorrido como estudiante, maestro y artista visitante en diferentes escuelas de arte de Latinoamérica he visto que, en muchas de ellas, flota una sensación de que hay “una forma correcta” de hacer arte contemporáneo, y esa forma es: la que se practica en Estados Unidos y Europa. Los estudiantes de estas escuelas pasan años en las aulas aprendiendo a hacer novedosas variaciones de las propuestas de los artistas internacionales consagrados. Si, por ejemplo, algún estudiante incluye en su discurso artístico propuestas políticas realmente provocadoras, se le desalienta, o se le pasa la lista de lo que es políticamente correcto criticar. Así, el ánimo más combativo termina realizando obras reforzadoras del status quo artístico. Debido a eso, muchos proyectos son similares: se basan en textos de Beaudrillard, Deleuze, Lyotard ; trabajan conceptos abstractos más o menos bien entendidos; manejan un concepto de cultura popular turístico y estereotipado; incluso usan los mismos materiales: planos de plásticos, cuerdas de nylon, camisetas serigrafiadas, objetos blancos atados con cordones blancos a las blancas paredes y techos... Al final, salen de la escuela convertidos en un producto más de la gran fábrica del arte contemporáneo.
En cambio, y sé que la comparación va a ser odiosa, en las escuelas de arte que he conocido en Estados Unidos hay una fuerte conciencia de que el futuro se construye cada día. De que nada hay escrito y que lo que hoy parece aberrante, mañana puede ser el rumbo a seguir. Si bien no se alienta el arte politizado, cuando un estudiante decide involucrarse en ese campo por lo menos no se le descalifica, lo que ya es bastante. La actitud que yo he presenciado tampoco es ideal, pues viene mezclada con la idea de que lo que se diseñe en Estados Unidos será válido para el resto del mundo. Pero creo que el hecho de que unos países sean metrópolis culturales y otros sean –seamos– países colonizados, es fundamentalmente un asunto de auto percepción.
Lo marginal y lo germinal
Estoy en Colombia después de participar en el V Encuentro Internacional del Instituto Hemisférico de Performance y Política en Belo Horizonte, Brasil. Allí convivimos artistas, activistas e investigadores de todo el continente, convocados fundamentalmente... por la Universidad de Nueva York. Aunque fue un espacio de encuentros extraordinariamente ricos y fértiles, un incómodo sabor a National Geographic flotaba en el ambiente. El artista/activista latinoamericano era observado por un académico norteamericano, o bajo criterios metodológicos norteamericanos. Sin negar el valor de los encuentros, ni la sinceridad de las intenciones de este evento, al encontrarnos en marcos teóricos y prácticos exógenos reprodujimos una estructura de poder igualmente exógena y exotizante. Sin embargo, no tenemos otros marcos de referencia. Gracias al reconocimiento que les damos a los centros metropolitanos como legítimos desarrolladores no sólo de la cultura, sino de los marcos del desarrollo de la cultura, nos hemos quedado vacíos de otros referentes, descreídos de otros marcos, escépticos de cualquier otro discurso.
Nos enfrentamos, pues, a una alternativa aparentemente apabullante: asumir nuestra existencia y nuestro papel histórico a partir de las formas de conocimiento metropolitanas, o generar nuevas estructuras teóricas y perceptivas para sustituirlas. Aunque esta última opción parece inabarcable, deberíamos tomar en cuenta una cosa: la cultura occidental está en un momento histórico de cuestionamiento y renovación total –política, ética, filosófica, y por supuesto artística–, y las culturas marginales tenemos la oportunidad igualmente histórica de aprovecharnos de ese proceso, sea para asegurarnos un nicho un poco más amable dentro de la cultura global, o para cualquier otra cosa. En ese contexto, un planteamiento radical y un mecanismo identitario sería: botar toda la teoría del arte occidental y asumir posiciones hipersubjetivas, por simples que sean sus planteamientos.
Hay, pues, una gran diferencia entre el arte que los artistas del primer mundo proponen ante su crisis estructural, y el arte que podemos proponer desde América Latina. Creemos que porque el camino está agotado en otros lugares, está agotado acá también. ¿Y eso por qué? Por que las tradiciones culturales excéntricas (todas aquellas diferentes a la judeo-cristiana) no están reconocidas como legítimas. Pero esa visión de que no hay caminos, esa desesperanza, esa paranoia de encierro, es propia del main-stream, del discurso metropolitano. No sólo podemos generar opciones desde la marginalidad, sino que es lo que hacemos. En América Latina estamos acostumbrados a vivir y trabajar desde la emergencia, desde la miseria, desde la represión ideológica, política y económica. En ese sentido, tenemos una ventaja.
Además, los protagonistas del arte actual no son las propuestas reforzadoras, sino las anomalías. Anomalías que, de hecho, ya están prefigurando un nuevo lenguaje y un nuevo marco teórico para este campo cada vez más difuso que llamamos Arte. Paradójicamente, al parecer la trascendencia de las propuestas artísticas proviene ahora mismo (y provendrá en lo futuro), de su capacidad de trascender sus propios entornos físicos, teóricos y políticos. El futuro existirá para aquellos discursos capaces de insertarse efectivamente en el marco teórico por venir. Y la manera de dar realidad a nuestros marcos teóricos es: tomarlos efectivamente como referencia en nuestra práctica diaria, desde este momento.
Por supuesto, en este proceso no debemos esperar apoyo de las instituciones. Los sistemas socio-económicos y culturales latinoamericanos son herederos directos de los gobiernos virreinales, diseñados para la exclusión y el despojo, en beneficio y privilegio de otras sociedades. Es el excluido local el que ha generado las opciones. Es el dinero de los trabajadores ilegales en Estados Unidos el que sostiene la economía de México. La emergencia de vivir en el borde es lo que permite brincar las reglas, los límites, los caminos. Es eso, o morirse de hambre.
En Latinoamérica corremos en pos de un proyecto moderno en lo político y económico, y posmoderno en lo cultural, desde unas sociedades premodernas; sociedades que sólo podrían ser asumidas por esos proyectos como un sobrante, algo que hay que eliminar de las estructuras que buscaron tan afanosamente . Incluso el término posmoderno es una expresión de la colonización cultural, pues es la forma como la lineal cultura anglosajona llama a un fenómeno que ha existido siempre en América Latina desde la conquista: la coexistencia paralela de varias culturas dentro de un mismo espacio, en un mismo tiempo, incluso en un mismo individuo. En Latinoamérica siempre hemos tenido la capacidad de brincar de una cultura a otra instantáneamente sin sentirnos ajenos ni ilegítimos en ninguna de ellas; en una rumba podemos pasar de papayera a hip-hop, de allí a ranchera, y terminar con un techno-psycho o electro-punk. Esta perenne experiencia de multidimensionalidad, frente a la linealidad de las percepciones de la gente nacida en las metrópolis, abre interesantes perspectivas que merecerían ser examinadas y explotadas cabalmente.
Lenguaje, existencia, poder
El primer requisito para dotar de poder a una idea, un concepto, una persona, es el reconocimiento de su existencia. El que es reconocido como existente tiene voz y voto, o posibilidad de luchar por ellos, aún si es reconocido como enemigo u oposición. Igualmente, la forma más efectiva de dar poder a un discurso es afirmar su derecho a la existencia. Por el contrario, negar el reconocimiento de existencia equivale a la aniquilación del otro, y por ende a la imposibilidad del debate o la interpelación. Todos estos procesos ocurren por medio del lenguaje. Cuando uno nombra un concepto como referencia, le concede poder sobre uno mismo. Cuando algo es asumido por medio del lenguaje como inexistible, se le niega toda posibilidad de diálogo o legitimación. Las políticas del lenguaje –sea verbal, visual o político–, son las más poderosas estructuras de poder.
Así como en asuntos de política económica el discurso metropolitano asocia los “estados benefactores” con ineficiencia y atavismo, en el medio del arte, especialmente el latinoamericano, parece sobreentenderse una falsa alternativa entre: vigencia formal y conceptual, y arte social o percepción colectiva del ser humano. Todo lo que suene diferente a un individualismo rabioso es tratado como algo ignorante, desinformado, fuera de época.
Lo más curioso es que, al parecer, la forma de sacar al arte del atolladero sería: salirnos del arte. Repensarnos primero a nosotros mismos como seres humanos, y no como artistas. Desde que inició el reinado de la “autonomía del arte”, el fenómeno artístico dejó de ser considerado una manifestación humana compleja, y se empezó a entender exclusivamente como un proceso lingüístico, un universo tan aislado que quiso crear un metalenguaje para poder hablar de sí mismo. Este juego de reiteraciones se volvió una carretera sin salida. Creo que ahora deberemos regresar a contemplar el arte como parte de manifestaciones humanas más complejas. Delinearlo desde una perspectiva integral. Y para ello deberemos crear una especie de prelenguaje: un sistema simbólico previo al lenguaje del arte, que abarque desde la revisión de nuestra auto-percepción histórica, hasta los movimientos emocionales que nos provoca esa percepción. Un sistema por medio del cual podamos decidir quiénes somos, y asumirlo. Supongo que, después, este sistema generará de manera natural un lenguaje artístico que lo refleje.
Es decir, no se trata de establecer nuevas relaciones entre “el artista” y “el resto de la sociedad” (como si el artista no fuera parte de la sociedad), sino de ser conscientes de que la manera en que concebimos y realizamos nuestra actividad contribuye a reforzar las estructuras del poder simbólico y político, o a renovarlas .
Identidad(es) y derecho a la memoria
El último punto que quiero tratar es la visión de “lo latinoamericano”.
Regresando a la reunión en Brasil, el tema fue: Performance e Indigenismo. A este Encuentro asistieron representantes de pueblos indígenas de todo el continente. Allí fue muy palpable la obsolescencia de los cartabones con que tradicionalmente queremos definir la identidad; en este caso, las identidades indígenas americanas. Los representantes de los pueblos amazónicos respondían exactamente a los estereotipos que esperamos de ellos: raza amerindia, penachos, etc. Pero había también representantes de los indios maya de México, quienes hablaban fluidamente maya e inglés . Los indios sioux de Canadá estaban representados por un indio pelirrojo y de ojos azules, que además es un intelectual y crítico de arte. El lenguaje corporal de los bailarines representantes de los indios de Arizona, está absolutamente más emparentado con la danza contemporánea que con las danzas tradicionales. Y los representantes de los esquimales eran afroamericanos.
A las preguntas: ¿qué es el arte? y ¿quién es un artista?, cuya dificultad ya examinamos, debemos agregar ahora: ¿qué es Latinoamérica? Y la pregunta que combina todo: ¿qué entendemos por Arte Latinoamericano? ¿Qué significa arte latinoamericano cuando los estudiantes conocen la historia de las artes en Europa y Estados Unidos y no a los artistas latinoamericanos de los años 70? ¿Qué significa cuando no conocen ni siquiera a los artistas latinoamericanos vivos y activos en este momento?
Respecto a la vocación de identidad, en la Escuela Nacional Superior de Artes Plásticas del Perú subsiste fuertemente esta idea de latinoamericanismo, aunque hay una enorme falta de información teórica. En México, por el contrario, hay una sobreabundancia de material teórico, y una muy disminuida conciencia de lo que puede ser una “identidad latinoamericana”. En la educación brasileña, Brasil es considerado un continente. El ciudadano común celebra “el descubrimiento del Brasil”, y en cambio no conoce ningún motivo para conmemorar el 12 de octubre.
Ahora bien, no digo que las identidades no existan. Yo creo que existen. Pero los criterios con que hasta ahora las habíamos definido, simplemente no operan más. Han quedado completamente superados, y aún no sabemos cómo diseñar las nuevas identidades. Pero sí sé que en este diseño, un factor resultará crítico: la memoria.
Creo que uno de los grandes temas de reflexión teórica en el siglo XXI será el derecho a la memoria. Estamos en una constante construcción de narraciones, y por lo tanto de “la realidad”. El hecho de que recordemos y transmitamos un tipo de conocimiento, una tradición artística, una forma de percibir el mundo, lo reconfigura constantemente, y cada día ejercemos la opción de conservar o transformar nuestra percepción colectiva. No sólo el futuro, sino el presente y el pasado están continuamente en construcción. El futuro pasó ayer y el pasado podría ocurrir mañana. El futuro podría estar en mirar hacia atrás... o en todas direcciones y todos los tiempos simultáneamente. La relación que decidamos tener con nuestra memoria el día de hoy, definirá las relaciones de poder de nuestras sociedades en los años por venir. En este proceso, los profesionales de la cultura –burócratas, intelectuales, artistas, académicos, estudiantes– tendremos un papel preponderante, y por definición jugaremos en uno u otro bando, sin posibilidad de escapar .
CONJETURAS
1. Creo que, paradójicamente, la trascendencia del arte proviene y provendrá en lo futuro, de su capacidad de trascender los entornos físicos, teóricos y políticos propios del arte.
2. Entiendo que el impulso artístico es estrictamente personal. Sin embargo, artistas, críticos, estudiosos y demás trabajadores de la cultura deberíamos ser conscientes de que somos un factor de fuerza o de debilitamiento para nuestras sociedades ante los embates ideológicos, políticos y económicos de las metrópolis.
3. Creo que el arte está en un singular momento histórico de redefinición, en el que las sensibilidades situadas más allá del borde, como somos las sociedades de América Latina, podremos jugar un papel importante, si somos capaces de entender y asumir el derecho a la memoria y las políticas de la imagen como mecanismos de poder.
En resumen... esperanza
Por muy perfecta que sea la ciencia, la teoría o el enunciado lingüístico, hay un momento en que el mundo deja de ser abstracto. El discurso del progreso produce millones de pobres. El discurso de la libertad produce guerras coloniales y justifica la violación masiva de derechos humanos. El discurso de la ciencia propone la destrucción y muerte de todas las culturas del mundo excepto una. A principios del siglo XXI el discurso de la estructura científica conduce a la mayoría a la pobreza, el hambre, la muerte.
El borde se asume desde una perspectiva de estructuras en crisis incapaces de reaccionar a fenómenos de tipo no lineal. La estructura propone caminos lineales, bloqueados por sus propias contradicciones simbólicas. El borde, en cambio, se presenta como un plano que ofrece un infinito numero de direcciones y combinaciones. Allí terminan las alternativas binarias: sí/no, bueno/malo, etc.; el blanco y el negro se convierten en un mar de grises. El borde es el camino a seguir, aunque no es una línea sino un plano; y no tiene destino, sino desarrollo.
Hoy, como nunca, el sueño de la razón produce monstruos. Cuando la barbarie y la locura, tanto de izquierdas como de derechas, se han tomado el centro, el futuro de la humanidad –un futuro más o menos tolerante, pacífico y democrático, quiero decir– sólo puede estar en la radicalidad. Esto es: tener el valor de salirse de la estructura, ir más allá del borde.
Asumo el borde desde la esperanza de que exista algo más que un edificio derrumbándose, orgulloso de su poder de aplastamiento. Por definición, desde el borde de la estructura sólo puede proponerse el caos. Pero en esta crisis estructural, el caos creador es lo único que nos puede hacer humanos.
Bogotá, Colombia, mayo de 2005
Ponencia para el coloquio: “Arte Hoy en América Latina”
Seminario permanente Arte y Cultura Contemporáneos: Nuevos retos para la formación artística
Centro Cultural Planetario de Bogotá, Sala Oriol Rangel, 6 de mayo 2005
Arte en el borde: derecho a la memoria y políticas de la imagen en el arte de América Latina
Por Eduardo Flores Castillo (www.geocities.com/xabo_jubaa)
Introducción
Soy un firme creyente de que los fenómenos deben entenderse en relación con su contexto. ¿Cuál es el contexto del arte latinoamericano? Creo que, como en pocos lugares, en Latinoamérica el fenómeno del arte está ligado a las estructuras del poder político. ¿Cuál es la actitud del poder político latinoamericano hacia el arte y la cultura en general? Usaré como referencia el caso de mi país, México. Desde el año 2001, el gobierno del presidente Vicente Fox está aplicando un programa llamado “Escuelas de Calidad”. A las escuelas primarias que se integran por voluntad propia al programa, se les dan ciertos privilegios como: pintura, mobiliario, computadoras y conexión a Internet. A cambio, la escuela adopta ciertos criterios académicos, de los cuales el más significativo es: para que un alumno apruebe un grado, solamente se toma en cuenta su desempeño en las materias de matemáticas y español (es decir, lo necesario para comprar y vender). Asignaturas como: historia, biología, deporte, o arte, son ahora completamente accesorias y prescindibles. Por otra parte, las instituciones culturales de este gobierno se han concentrado en reunir dinero de origen privado para el desarrollo de las artes, aún cuando la estructura estatal destinada a obtener esos recursos es mucho mas cara que el financiamiento que obtiene. Igual tendencia se sigue en la Universidad Nacional, con el constreñimiento de los recursos y espacios dedicados a las humanidades; y con la educación nacional toda, en la que se desalienta a los alumnos a estudiar licenciaturas, en favor de las carreras técnicas. Ese es el contexto cultural en que yo ubico el fenómeno artístico en América Latina.
Desde mi punto de vista, un profesional de la cultura –como es un artista– no puede estar ajeno a estos asuntos. Y sin embargo, lo estamos. Por ello, en la primera parte de esta plática haré una revisión de arte que se ha hecho y se hace a partir de contextos sociales específicos, con la intención explícita de influir sobre ellos. Propuestas que, por ser “inconvenientes”, han sido sutilmente segregadas de la historia oficial del arte. Digamos que, a partir de unos pocos visos escogidos, quiero interesarlos en la historia de el otro arte latinoamericano. En la segunda, haré algunas reflexiones sobre el presente; terminaré con conjeturas para el futuro.
PRIMERA PARTE: ARTE EN EL BORDE
Para empezar, brinquemos treinta años hacia atrás, hasta la época en que gran parte de América Latina era dominada abiertamente por dictaduras militares. El presidente mexicano Porfirio Díaz decía que a los opositores se les controlaba dándoles “pan o palo”. Vayamos a la época del palo.
Comencemos con una experiencia mexicana: Los grupos artísticos de los años 70. Para organizar la Bienal de Jóvenes de París de 1977, una suerte de exposición mundial, fue designado como comisario para América Latina el señor Angel Kalemberg, director del Museo de Arte de Montevideo, quien había sido nombrado por un sanguinario gobierno militar. En México, un notable grupo artistas jóvenes se negó a acudir en los términos de la convocatoria: un concurso con restricciones temáticas de carácter político. Por medio de una inteligente negociación gremial, lograron conformar una delegación que acudió a París con obra que iba absolutamente en contra de los términos originales: era abiertamente política, reivindicaba el “arte popular” frente a las “bellas artes”, y desdeñaba completamente el concepto de autor-genio, en pos del trabajo en colectivo. Sus obras recorrieron Europa durante mucho tiempo, hasta quedar prácticamente desintegradas. Estos artistas asumieron abiertamente las implicaciones políticas de su actitud, tanto en el discurso de su obra, como en su presencia pública, formando el Frente Mexicano de Grupos Trabajadores de la Cultura. Respecto a la calidad de su propuesta artística, baste decir que ellos introdujeron al arte mexicano algunos de los más importantes lenguajes del arte contemporáneo, como son el performance y la instalación.
Un par de experiencias argentinas: durante la más reciente dictadura militar, a partir de 1976, el gobierno se presentaba como el defensor de la familia y los valores tradicionales frente a las “aberraciones izquierdistas” . Entonces un grupo de madres de jóvenes desaparecidos políticos, sin ninguna ideología más allá de pedir la aparición de sus hijos, deciden reunirse cada jueves en la Plaza de Mayo, cada una con un pañal en la cabeza. Su imagen puso en crisis todo el discurso simbólico del grupo en el poder. Estas mujeres, que con el tiempo fueron conocidas como “Las Madres de Plaza de Mayo”, se dieron cuenta de la fuerza de la manifestación simbólica, y desarrollaron todo un lenguaje plástico, como por ejemplo los “siluetazos”: dibujos hechos con tiza, a tamaño natural, del cuerpo de sus hijos en plazas públicas. Miles de siluetas hacían de una plaza vacía un poderoso símbolo, no por la presencia de las madres, sino por la ausencia de sus hijos.
Otra característica de esta dictadura fue el desmantelamiento de la industria civil. Al norte de Argentina, en Tucumán, un grupo de artistas y sociólogos organizaron, junto con sindicatos industriales, “Tucumán Arde”, una serie de obras artísticas que ocuparon lenguajes no vistos hasta entonces: performances masivos de trabajadores cesados, instalaciones (artísticas) dentro de instalaciones industriales, y campañas progresivas de carteles para atraer gente y medios a sus exposiciones de arte comprometido y contestatario.
Algunas experiencias chilenas: en Chile la respuesta a la brutalidad fue una poesía valiente y amarga, que hizo gente como Pancho Casas, quien equiparaba libertad sexual con libertad política, y organizaba performances-instalaciones muy sofisticados formalmente, acerca de su homosexualidad. Generalmente sus acciones terminaban cuando alguien advertía la presencia de la policía.
El potencial político de obras como un billboard o cartelera junto a la carretera de entrada a Santiago de Chile, cuyas enormes letras simplemente preguntaban: ¿Eres feliz?, fue pronto detectado por las autoridades, y estas obras inauguraron por fuerza el arte efímero en esa región. Aún así, artistas como Fernando Balcells, Juan Castillo, Diamela Eltit, Lotti Rosenfeld y Raúl Zurita, integrantes de CADA (Colectivo de Acciones de Arte), se las arreglaron para hacer obras como “Ay Sudamérica”: el 12 de julio de 1981, arrojaron desde 6 avionetas, 400,000 volantes sobre las comunas de Santiago, con el siguiente texto:
Nosotros somos artistas, pero cada hombre que trabaja por la ampliación, aunque sea mental, de sus espacios de vida, es un artista, el trabajo de ampliación de los niveles habituales de la vida es el único montaje de arte válido/ la única exposición/ la verdadera exposición/ la única obra de arte que vive.
También hicieron la obra “No +”, de 1983 a 84: pintas callejeras que decían: “No más”. Sólo tomaba horas para que anónimos grafiteros completaran frases como: “No más torturas”, “No más desaparecidos”, etc.
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Aparentemente, a fines de los años 70 el poder político en América Latina se dio cuenta que necesitaba controlar la producción artística por ser un espacio de poder simbólico. Entonces, durante los años 80 y 90 se creó una gran estructura cultural patrocinada por el Estado: museos, becas, intercambios, convocatorias de toda clase. A esta le podríamos llamar: la época del pan.
Por supuesto que la subvención de la cultura y el establecimiento de democracias formales desestimuló la creación de arte crítico. A principios de los 90, la caída del bloque socialista puso en crisis también la filosofía marxista y la creencia en la lucha de clases, base ideológica de muchas de esas propuestas. Sin embargo nunca dejó de hacerse arte vinculado intencionalmente a su contexto social. Por razones de tiempo, saltaremos hasta a la época actual.
Ahora tenemos un tipo de artistas que han abandonado el vano anhelo de la objetividad y asumen un compromiso radical con una hipersubjetividad, sin que esto signifique individualismo. Así, colocan en primer lugar a un ser humano confuso y desorientado, pero aún, como siempre, agraviado. Después de eso, la semiótica. Y al final, muy atrás, la legitimación institucional.
Primer caso: Ricardo Domínguez (www.thing.net/~rdom/), un mexicano nacido en Nueva York. Él siguió con atención la rebelión indígena del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional), ocurrida en México en 1994 . Ricardo tiene una visión: en este mundo el cuerpo real importa cada vez menos, mientras el cuerpo virtual importa cada vez más . Por lo tanto, si quieres realizar acciones que pesen políticamente en esta nueva realidad virtual, debes hacerlas en el hiperespacio. Así, Ricardo se dio a la tarea de organizar mítines virtuales (“online demonstrations”) en el portal del gobierno mexicano, en apoyo al cumplimiento de los pactos con el EZLN . Para ello desarrolló una herramienta informática que abre una página de Internet doce veces, recomenzando con la primera al terminar la doceava. Naturalmente, si una sola persona la usa no pasa absolutamente nada; sólo que su computador se vuelve insoportablemente lento. Pero si mil personas la usan al mismo tiempo, el servidor contactado debe mostrar la página doce mil veces a la misma vez. Partiendo de este sencillo principio, Ricardo organizó mítines virtuales que obstruyeron el servidor del gobierno mexicano. Después, Ricardo dirigió sus baterías, a petición de grupos de derechos humanos europeos, hacia Lufthansa, la línea aérea alemana, para pedir el cambio en las condiciones físicas de deportación de Europa de inmigrantes ilegales africanos (estas condiciones eran tan malas que a veces llegaban muertos a sus países de origen). Tras una hora de acción de Ricardo y su grupo, el Electronic Disturbance Theater (Teatro de Disturbio Electrónico), Lufthansa mandó un correo pidiendo que por favor suspendieran la acción, pues en esa hora habían perdido cientos de miles de dólares, al quedar prácticamente bloqueados sus sistemas de reservaciones y sus comunicaciones por Internet. Poco después, dichas condiciones habían cambiado. Posteriormente, durante la invasión norteamericana a Afganistán, Ricardo se puso su meta más alta hasta ahora: bloquear el servidor de la Casa Blanca, el más poderoso del mundo. Para ello mejoró su herramienta, de forma que se abriesen 40 ventanas por computador. Esto requiere un mayor compromiso del usuario, pues toda la capacidad de su máquina queda dedicada a la acción. Ricardo tuvo cientos de miles de participantes. Le faltaron algunas decenas de miles para lograr su objetivo.
El Electronic Disturbance Theater ha desarrollado un protocolo para la Desobediencia Civil Electrónica (ECD, por sus siglas en inglés): transparencia (siempre anunciar con anticipación sus acciones a sus “víctimas”, diciendo en qué consisten, cuáles son las razones, etc.); software de código abierto (cualquiera puede ver cómo funciona); relacionar acciones virtuales y reales (mítines callejeros); no violencia, y herramientas simples .
Segundo ejemplo: Las Agencias, grupo artista-activista de España (www.sindominio.net/lasagencias). Veremos las campañas Yo Mango y Pret a Revolter.
Yo Mango es una campaña basada en la idea: Si esta sociedad propone que una parte importante de la autoestima de las personas debe estar basada en la posesión de artículos de lujo, entonces esta sociedad te los debe proporcionar, independientemente de que tengas el dinero para comprarlos o no. Ergo: Las Agencias organiza cursos de cómo robar. Eso sí, antes de tomar el curso, uno firma un documento comprometiéndose a no usar las técnicas que aprenderá, para robar libros, medicinas, alimentos ni artículos de primera necesidad; sólo artículos de lujo. De esa forma, organizan performances que consisten en robar ropa, recortarle el trozo al que está adherido el seguro electrónico antirrobo, y regresar a la tienda a repartir propaganda, vistiendo las prendas agujeradas .
Las Agencias ha realizado muchas campañas interesantes. La que más me gusta es Pret a Revolter. Consiste en diseñar trajes para manifestaciones globalifóbicas, a partir del estudio de las tácticas policiales. Estos trajes se fabrican con basura, o con elementos que cualquiera puede tener en su casa; o que se pueden obtener a bajo costo. Ellos diseñaron el famoso traje Michelin: seis cámaras de llanta colocadas alrededor del cuerpo, que al tiempo que protegen al usuario, sirven de obstáculo a la policía que avanza. Otro modelo es simplemente un traje de tenista: pantalones cortos, zapatos tenis y raqueta. El que lo viste se mantiene en segunda línea en las manifestaciones, y aparece cuando la policía lanza granadas de gases, rebotándolas hacia los uniformados.
Las Agencias obtuvo un éxito histórico cuando logró que el Banco Mundial cancelara la reunión que tendría en España. Esto lo hizo llamando a la prensa española a un desfile de modas, donde dieron a conocer sus diseños. En el desfile llamó mucho la atención un traje con una cámara web inalámbrica en el casco, por medio de la cual –decían– se transmitirían en vivo imágenes de la manifestación, con el objetivo explícito de mostrar de qué lado se originaba la violencia. Después del desfile, Las Agencias llevaron a la TV al taller donde se estaba llevando a cabo la confección de –según ellos– miles de trajes para las manifestaciones por venir. Poco después del reportaje correspondiente, el Banco Mundial canceló su reunión. Huelga decir que todo lo que transmitió la televisión fue un montaje: las supuestas cajas de materiales estaban vacías. Las llamadas telefónicas que la “gerente de producción” recibía mientras guiaba a la reportera (aumentando el número de trajes pedidos por los grupos que llegarían de otras ciudades), se originaban en el cuarto de al lado. El temido traje de la camarita web, nunca pasó de un prototipo delicado e inestable. Y así .
Las Agencias es un interesante “colectivo de colectivos” que tiene en marcha muchos proyectos, desde la reelaboración de videojuegos comerciales en versiones ecologistas o globalifóbicas, hasta la realización de cursos de cómo elaborar receptores inalámbricos de Internet con latas de refresco y rollos de cable eléctrico.
Otros ejemplos de arte activista:
En la Ciudad de México se encuentran las oficinas de Mejor Vida Corp., la “corporación” de la artista Minerva Cuevas (www.irational.org/mvc/espanol.html). Ahí uno puede obtener gratuitamente y sin ningún requisito, artículos como: una credencial de estudiante que le posibilita obtener descuentos en todo tipo de museos y entretenimientos; gases lacrimógenos para protección personal; pastillas que evitan quedarse dormido en el transporte público; y etiquetas con códigos de barras que uno puede sobreponer a los artículos lácteos de una gran tienda de abarrotes, para obtenerlos a un precio menor. Minerva ha realizado exposiciones sumamente críticas del neoimperialismo español, con props y patrocinios que ha obtenido, aunque usted no lo crea, del Banco Bilbao Vizcaya y Telefónica de España.
Los recursos tecnológicos y los presupuestos no son requisito para hacer este tipo de obra. Para muestra tenemos los ejemplos peruanos: comenzamos con el grupo teatral Yuyachkani (www.agenciaperu_com-cultural Tablas Especial Yuyachkani más de treinta años de teatro.html). Sus sorprendentes propuestas han sido reconocidas como teatro innovador, pero también como performance, por la extraordinaria relación que establecen tanto con su entorno político, como con la vida de sus integrantes. Por su abierta filiación comunista, y por su interés artístico en representar obras inspiradas en la realidad política y social de su país, aún siendo artistas reconocidos internacionalmente, debieron enfrentar una velada persecución política, a la que ellos respondieron recorriendo las montañas del Perú, realizando representaciones para comunidades indígenas y campesinas. Su trabajo no sólo tiene méritos artísticos sino un peso político efectivo, al grado de que formaron parte del proceso de la Comisión de Verdad y Reconciliación establecido tras el gobierno de Alberto Fujimori.
Mi segundo ejemplo peruano es el lavado de la bandera (www.BBC Mundo - Perú suspenden el lavado de banderas, por ahora___ - 24_11_2000.htm). Durante el último periodo presidencial del mismo Alberto Fujimori, se empezaron a conocer las atrocidades cometidas por el Ejército Peruano en su lucha contra la guerrilla. Un grupo de mujeres madres de soldados, se sintieron profundamente agraviadas por lo que el gobierno obligó a hacer a sus hijos. Como forma de protesta, llevaron los uniformes militares de sus hijos a la plaza central de la ciudad, y frente al palacio presidencial los lavaban y colgaban. De la misma forma, un gran número de personas comenzó a lavar y colgar en la misma plaza la bandera del Perú. Una hermosa instalación de cientos, a veces miles de banderas rojiblancas, no cesó de crecer sino cuando el presidente renunció al cargo. Ese día, el lavado de la bandera ya se realizaba en 27 ciudades del Perú y en algunas capitales del extranjero.
Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas para estos artistas y estas propuestas. Los artistas mexicanos de los 70, los de la bienal de París, fueron condenados al ostracismo por el sistema artístico mexicano . Respecto a los organizadores de “Tucumán Arde”, varios no pudieron volver a exponer dentro de Argentina. Y en el Perú, el gesto del lavado de la bandera fue apropiado por los programas de chismes, desde que una supuesta hija fuera del matrimonio del presidente Toledo, para ser reconocida como hija legítima, comenzó a lavar pañales frente a palacio –y frente a cámaras de televisión que nunca cubrieron el acto de las banderas. Por cierto, el principal organizador del lavado de la bandera es ahora un alto funcionario del arte peruano.
Por otra parte, meterse con la máxima organización terrorista de la historia, el gobierno de los Estados Unidos de América, no es poca cosa. Ricardo Domínguez y el Electronic Disturbance Theater han recibido desde bombas informáticas fabricadas en el Pentágono y enviadas por la red, hasta peligrosas imputaciones públicas de terrorismo digital. Incluso, la libertad corporal de Ricardo está pendiente de una decisión de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, que en los próximos meses declarará la Internet un espacio público o privado.
Para estas personas, que se asumen como artistas, la cereza en el pastel es que la “clase artística” de Latinoamérica los ha menospreciado sistemáticamente, y se niega siquiera a conocer sus casos más que formalmente. Las relaciones que estas obras establecen con su entorno, que son su base fundamental, son consideradas anecdóticas. Ellos mismos no son reconocidos como artistas, sino como activistas que juegan al arte, pues sus obras no entran el campo de la sublimidad lingüística. No importa que, como vemos, en Latinoamérica hay una larga tradición de artistas que formaron o contribuyeron a formar movimientos artísticos abiertamente políticos e ideologizados, en la conciencia de ser parte de sociedades y procesos históricos complejos. Estos artistas son presentados ahora como una especie de locura momentánea, una ingenua desviación del camino lineal del arte occidental .
Por otra parte más, hay otra historia del arte que tampoco se cuenta muy a menudo: la “contrainsurgencia artística” de parte del poder político. La historia de las acciones “orientadoras” del arte latinoamericano diseñadas por el gobierno de Estados Unidos y aplicadas por los gobiernos locales. Por ejemplo, el “Plan Camelot”: una política de promoción del arte abstracto en toda América Latina, como oposición simbólica al “realismo socialista”, presentando al expresionismo abstracto norteamericano como “el modelo a seguir” . Otro ejemplo: cuando a mediados de los años 80 una franja de intelectuales y profesionales de la cultura provenientes del llamado tercer mundo, reclamaron con fuerza el reconocimiento de la legitimidad de las tradiciones artísticas no occidentales, en igualdad de planos con la tradición artística metropolitana, se ejerció una coerción ideológica violenta pero políticamente correcta: artistas jóvenes de zonas clave del tercer mundo (perfectamente inscritos en el sistema) fueron incorporados rápidamente al circuito protagónico de arte mundial, y luego enviados de regreso a sus lugares de origen como verdaderos embajadores culturales. Así se pudo presumir de apertura, pluralidad y generosidad, al tiempo que se preservaban tanto la visión occidentalista y eurocéntrica de la actividad artística, como el papel de las instituciones artísticas de las metrópolis como guías y jueces seleccionadores del arte mundial. Esas son políticas de la imagen, y no juegos lingüísticos.
Lo más triste es que, una vez dictadas las políticas metropolitanas, los intelectuales orgánicos de cada localidad se encargan de hacerlas cumplir por convencimiento propio. Aquí quiero citar al artista méxico-norteamericano (o, como él se define: post-mexicano) Guillermo Gómez Peña (www.pochanostra.com): “Cuando un artista manifiesta dentro de su discurso artístico, su afinidad o compromiso con alguna causa social, de inmediato surgen personas que descalifican la sinceridad de sus motivaciones, aún cuando esas personas no colaboran con absolutamente ninguna causa o grupo social”.
SEGUNDA PARTE: LOS BORDES DEL ARTE
Entonces, ¿cuál es el campo de conocimiento y reflexión desde el que podremos ya no analizar, sino sólo conocer cabalmente fenómenos como los descritos al principio de este texto? No ciertamente la sociología, cuyo método despojaría a estas acciones de la pasión y la emoción, que es lo que subyuga de ellas. Aún quiero pensar que puede ser el arte. El arte como aquel espacio de conocimiento que la cultura en que vivimos reserva para las anomalías. El arte como campo de permisividad y ex-centricidades. Sin embargo, una rápida auscultación nos muestra qué tan poco preparado está el arte para recibir estas acciones:
1. Se supone que el arte es el espacio para la indeterminación, la duda y las variaciones; y en cambio se evidencia cada vez más como un sistema de poder cerrado y ortodoxo.
2. A pesar de que los nuevos fenómenos estéticos ocurren como líneas diagonales entre las narraciones lineales tradicionales (arte, ciencia, política, religión, etc.), el arte institucionalizado sigue aferrado a la línea analítica definida en Europa a mediados del siglo XIX: enfocado en el medio, pretendiendo que una obra debe explicarse por sí misma, en independencia de su contexto y de sus condiciones específicas de creación.
3. Todo artista que se respete, casi por norma, manifiesta que no cree en el arte. El museo de arte es un espacio supuestamente pedagógico, en el que todos creen menos quienes muestran ahí su trabajo. Hay una increíble distancia entre la expectativa del público de aprender allí algo importante o trascendente, y el artista que se burla de ese deseo.
4. El arte maneja un lenguaje hiperespecializado, asequible sólo a los iniciados. Los artistas plásticos están encerrados en el palacio de la lingüística. La independencia absoluta de cualquier otro campo de conocimiento, la llamada autonomía del arte, que en tiempos de Marcel Duchamp fue una liberación, ahora se ha convertido en la más limitante de las prisiones. Por ello, los museos y academias están repletos de repeticiones: Marcel Duchamp repetido ad náuseam.
5. Irónicamente, la terminología propia del arte, aquel metalenguaje que el arte inventó para hablar de sí mismo, está totalmente superada . Debido a este desdibujamiento, cada vez más críticos y estudiosos, como el prestigioso norteamericano Donald Kuspitt, sostienen que lo que llamábamos arte se acabó tal vez a mediados del siglo XX, y que ahora hacemos “post-arte” o algo así.
6. Ante la impopularidad de los criterios del arte contemporáneo, cada vez con más frecuencia se intentan cortes novedosos y atrayentes para redefinir la producción gráfica de las sociedades: Outsider-art (arte hecho por gente que no se considera a sí misma artista), Ethnic Art o Gender Based Art (arte que reivindica un grupo social específico), etc.
7. Una buena parte de la crítica artística profesional considera que el arte es, por definición, una actividad inútil. Este discurso está empeñado en documentar y registrar la historia del arte desde un punto de vista formalista, aún en el caso de artistas cuya actividad era eminentemente pedagógica y/o política (por ejemplo: Joseph Beuys ).
8. A principios del siglo XXI, cuando el mundo vuelve a justificar la intolerancia, el individualismo extremo, la violencia como método de negociación, el arte se deja yacer lánguidamente en las laderas del desbarranque, mientras explica en términos semióticos la absoluta imposibilidad de la comunicación y aboga por la vocación de aislamiento de cualquier fenómeno o contexto extra artístico .
9. Actualmente lo más característico de la obra de arte es su crisis como objeto de creación, y su redefinición como objeto de consumo. El artista debe PRODUCIR. Alba, el conejo resplandeciente gracias a la combinación del ADN conejil con el ADN de una medusa, obra artística del norteamericano Eduardo Kac, no es mas que una curiosidad de circo. Después de una mistificación de 7 siglos, el artista vuelve a ser un obrero.
10. De un arte contemporáneo cínicamente artificial, se ha pasado a un arte artificialmente cínico. Ya ni él mismo cree en sus ironías ni en sus alegorías cada vez más rebuscadas.
A pesar de todo, el medio del arte institucionalizado ha realizado intentos por congraciarse con el resto de las formas de autorepresentación. El más radical de ellos podría ser la exposición Documenta 11 (2002) , a donde fueron invitados, como protagonistas, productores de documentales y agencias noticiosas. Las imágenes mostradas se referían en su gran mayoría a situaciones de represión política y falta de justicia. Por primera vez, este tipo de imágenes fueron propuestos como elementos artísticos válidos dentro del main stream artístico. Sin embargo, esta exposición no congenió ni con dios ni con el diablo. No creo que haya tenido ni resonancia ni importancia en la historia de la reportería gráfica. La mayoría de los artistas que yo conozco que asistieron, la han descrito con las mismas palabras: “una mierda”. Y ninguna de las situaciones políticas que mostró fue afectada radicalmente . Aún así, desde mi punto de vista, el evento fue un éxito total en evidenciar cuán aislado está el arte contemporáneo del resto de la sociedad en lenguaje, sensibilidad, y especialmente en credibilidad.
La colonial educación artística en América Latina
Pero hablando del contexto: por ser el tema de este seminario y por la composición de la audiencia (principalmente estudiantes de arte), quiero hablar brevemente de la educación artística en América Latina. Comenzaré citando algunas frases que he escuchado en importantes escuelas de arte de la región durante los últimos dos o tres años:
1. “En la medida en que lo que hagamos los artistas latinoamericanos, se parezca más a lo que se hace en Nueva York y Europa, en esa medida seremos más latinoamericanos” (dicha en una conferencia por un joven curador a los estudiantes de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”, en la ciudad de México. Ante mi desconcierto, estudiantes totalmente acríticos se limitaban a bajar la cabeza mientras escribían: “Nueva York…”).
2. “Si quieres hacer política, sal a la calle con una pancarta y haz política; si quieres hacer arte, guarda tu pancarta y no salgas de tu estudio” (docente en clase en “La Esmeralda”).
3. “Somos una academia neoclásica tratando de convertirse en moderna” (directivo de la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes del Perú).
4. “Hay temas frente a los cuales yo no me atrevería a tener una posición política... prefiero dejarle eso a los que realmente están en la política...” (estudiante de octavo semestre de Artes Plásticas de la Academia Superior de Arte de Bogotá).
El panorama, pues, no es halagador.
Durante mi recorrido como estudiante, maestro y artista visitante en diferentes escuelas de arte de Latinoamérica he visto que, en muchas de ellas, flota una sensación de que hay “una forma correcta” de hacer arte contemporáneo, y esa forma es: la que se practica en Estados Unidos y Europa. Los estudiantes de estas escuelas pasan años en las aulas aprendiendo a hacer novedosas variaciones de las propuestas de los artistas internacionales consagrados. Si, por ejemplo, algún estudiante incluye en su discurso artístico propuestas políticas realmente provocadoras, se le desalienta, o se le pasa la lista de lo que es políticamente correcto criticar. Así, el ánimo más combativo termina realizando obras reforzadoras del status quo artístico. Debido a eso, muchos proyectos son similares: se basan en textos de Beaudrillard, Deleuze, Lyotard ; trabajan conceptos abstractos más o menos bien entendidos; manejan un concepto de cultura popular turístico y estereotipado; incluso usan los mismos materiales: planos de plásticos, cuerdas de nylon, camisetas serigrafiadas, objetos blancos atados con cordones blancos a las blancas paredes y techos... Al final, salen de la escuela convertidos en un producto más de la gran fábrica del arte contemporáneo.
En cambio, y sé que la comparación va a ser odiosa, en las escuelas de arte que he conocido en Estados Unidos hay una fuerte conciencia de que el futuro se construye cada día. De que nada hay escrito y que lo que hoy parece aberrante, mañana puede ser el rumbo a seguir. Si bien no se alienta el arte politizado, cuando un estudiante decide involucrarse en ese campo por lo menos no se le descalifica, lo que ya es bastante. La actitud que yo he presenciado tampoco es ideal, pues viene mezclada con la idea de que lo que se diseñe en Estados Unidos será válido para el resto del mundo. Pero creo que el hecho de que unos países sean metrópolis culturales y otros sean –seamos– países colonizados, es fundamentalmente un asunto de auto percepción.
Lo marginal y lo germinal
Estoy en Colombia después de participar en el V Encuentro Internacional del Instituto Hemisférico de Performance y Política en Belo Horizonte, Brasil. Allí convivimos artistas, activistas e investigadores de todo el continente, convocados fundamentalmente... por la Universidad de Nueva York. Aunque fue un espacio de encuentros extraordinariamente ricos y fértiles, un incómodo sabor a National Geographic flotaba en el ambiente. El artista/activista latinoamericano era observado por un académico norteamericano, o bajo criterios metodológicos norteamericanos. Sin negar el valor de los encuentros, ni la sinceridad de las intenciones de este evento, al encontrarnos en marcos teóricos y prácticos exógenos reprodujimos una estructura de poder igualmente exógena y exotizante. Sin embargo, no tenemos otros marcos de referencia. Gracias al reconocimiento que les damos a los centros metropolitanos como legítimos desarrolladores no sólo de la cultura, sino de los marcos del desarrollo de la cultura, nos hemos quedado vacíos de otros referentes, descreídos de otros marcos, escépticos de cualquier otro discurso.
Nos enfrentamos, pues, a una alternativa aparentemente apabullante: asumir nuestra existencia y nuestro papel histórico a partir de las formas de conocimiento metropolitanas, o generar nuevas estructuras teóricas y perceptivas para sustituirlas. Aunque esta última opción parece inabarcable, deberíamos tomar en cuenta una cosa: la cultura occidental está en un momento histórico de cuestionamiento y renovación total –política, ética, filosófica, y por supuesto artística–, y las culturas marginales tenemos la oportunidad igualmente histórica de aprovecharnos de ese proceso, sea para asegurarnos un nicho un poco más amable dentro de la cultura global, o para cualquier otra cosa. En ese contexto, un planteamiento radical y un mecanismo identitario sería: botar toda la teoría del arte occidental y asumir posiciones hipersubjetivas, por simples que sean sus planteamientos.
Hay, pues, una gran diferencia entre el arte que los artistas del primer mundo proponen ante su crisis estructural, y el arte que podemos proponer desde América Latina. Creemos que porque el camino está agotado en otros lugares, está agotado acá también. ¿Y eso por qué? Por que las tradiciones culturales excéntricas (todas aquellas diferentes a la judeo-cristiana) no están reconocidas como legítimas. Pero esa visión de que no hay caminos, esa desesperanza, esa paranoia de encierro, es propia del main-stream, del discurso metropolitano. No sólo podemos generar opciones desde la marginalidad, sino que es lo que hacemos. En América Latina estamos acostumbrados a vivir y trabajar desde la emergencia, desde la miseria, desde la represión ideológica, política y económica. En ese sentido, tenemos una ventaja.
Además, los protagonistas del arte actual no son las propuestas reforzadoras, sino las anomalías. Anomalías que, de hecho, ya están prefigurando un nuevo lenguaje y un nuevo marco teórico para este campo cada vez más difuso que llamamos Arte. Paradójicamente, al parecer la trascendencia de las propuestas artísticas proviene ahora mismo (y provendrá en lo futuro), de su capacidad de trascender sus propios entornos físicos, teóricos y políticos. El futuro existirá para aquellos discursos capaces de insertarse efectivamente en el marco teórico por venir. Y la manera de dar realidad a nuestros marcos teóricos es: tomarlos efectivamente como referencia en nuestra práctica diaria, desde este momento.
Por supuesto, en este proceso no debemos esperar apoyo de las instituciones. Los sistemas socio-económicos y culturales latinoamericanos son herederos directos de los gobiernos virreinales, diseñados para la exclusión y el despojo, en beneficio y privilegio de otras sociedades. Es el excluido local el que ha generado las opciones. Es el dinero de los trabajadores ilegales en Estados Unidos el que sostiene la economía de México. La emergencia de vivir en el borde es lo que permite brincar las reglas, los límites, los caminos. Es eso, o morirse de hambre.
En Latinoamérica corremos en pos de un proyecto moderno en lo político y económico, y posmoderno en lo cultural, desde unas sociedades premodernas; sociedades que sólo podrían ser asumidas por esos proyectos como un sobrante, algo que hay que eliminar de las estructuras que buscaron tan afanosamente . Incluso el término posmoderno es una expresión de la colonización cultural, pues es la forma como la lineal cultura anglosajona llama a un fenómeno que ha existido siempre en América Latina desde la conquista: la coexistencia paralela de varias culturas dentro de un mismo espacio, en un mismo tiempo, incluso en un mismo individuo. En Latinoamérica siempre hemos tenido la capacidad de brincar de una cultura a otra instantáneamente sin sentirnos ajenos ni ilegítimos en ninguna de ellas; en una rumba podemos pasar de papayera a hip-hop, de allí a ranchera, y terminar con un techno-psycho o electro-punk. Esta perenne experiencia de multidimensionalidad, frente a la linealidad de las percepciones de la gente nacida en las metrópolis, abre interesantes perspectivas que merecerían ser examinadas y explotadas cabalmente.
Lenguaje, existencia, poder
El primer requisito para dotar de poder a una idea, un concepto, una persona, es el reconocimiento de su existencia. El que es reconocido como existente tiene voz y voto, o posibilidad de luchar por ellos, aún si es reconocido como enemigo u oposición. Igualmente, la forma más efectiva de dar poder a un discurso es afirmar su derecho a la existencia. Por el contrario, negar el reconocimiento de existencia equivale a la aniquilación del otro, y por ende a la imposibilidad del debate o la interpelación. Todos estos procesos ocurren por medio del lenguaje. Cuando uno nombra un concepto como referencia, le concede poder sobre uno mismo. Cuando algo es asumido por medio del lenguaje como inexistible, se le niega toda posibilidad de diálogo o legitimación. Las políticas del lenguaje –sea verbal, visual o político–, son las más poderosas estructuras de poder.
Así como en asuntos de política económica el discurso metropolitano asocia los “estados benefactores” con ineficiencia y atavismo, en el medio del arte, especialmente el latinoamericano, parece sobreentenderse una falsa alternativa entre: vigencia formal y conceptual, y arte social o percepción colectiva del ser humano. Todo lo que suene diferente a un individualismo rabioso es tratado como algo ignorante, desinformado, fuera de época.
Lo más curioso es que, al parecer, la forma de sacar al arte del atolladero sería: salirnos del arte. Repensarnos primero a nosotros mismos como seres humanos, y no como artistas. Desde que inició el reinado de la “autonomía del arte”, el fenómeno artístico dejó de ser considerado una manifestación humana compleja, y se empezó a entender exclusivamente como un proceso lingüístico, un universo tan aislado que quiso crear un metalenguaje para poder hablar de sí mismo. Este juego de reiteraciones se volvió una carretera sin salida. Creo que ahora deberemos regresar a contemplar el arte como parte de manifestaciones humanas más complejas. Delinearlo desde una perspectiva integral. Y para ello deberemos crear una especie de prelenguaje: un sistema simbólico previo al lenguaje del arte, que abarque desde la revisión de nuestra auto-percepción histórica, hasta los movimientos emocionales que nos provoca esa percepción. Un sistema por medio del cual podamos decidir quiénes somos, y asumirlo. Supongo que, después, este sistema generará de manera natural un lenguaje artístico que lo refleje.
Es decir, no se trata de establecer nuevas relaciones entre “el artista” y “el resto de la sociedad” (como si el artista no fuera parte de la sociedad), sino de ser conscientes de que la manera en que concebimos y realizamos nuestra actividad contribuye a reforzar las estructuras del poder simbólico y político, o a renovarlas .
Identidad(es) y derecho a la memoria
El último punto que quiero tratar es la visión de “lo latinoamericano”.
Regresando a la reunión en Brasil, el tema fue: Performance e Indigenismo. A este Encuentro asistieron representantes de pueblos indígenas de todo el continente. Allí fue muy palpable la obsolescencia de los cartabones con que tradicionalmente queremos definir la identidad; en este caso, las identidades indígenas americanas. Los representantes de los pueblos amazónicos respondían exactamente a los estereotipos que esperamos de ellos: raza amerindia, penachos, etc. Pero había también representantes de los indios maya de México, quienes hablaban fluidamente maya e inglés . Los indios sioux de Canadá estaban representados por un indio pelirrojo y de ojos azules, que además es un intelectual y crítico de arte. El lenguaje corporal de los bailarines representantes de los indios de Arizona, está absolutamente más emparentado con la danza contemporánea que con las danzas tradicionales. Y los representantes de los esquimales eran afroamericanos.
A las preguntas: ¿qué es el arte? y ¿quién es un artista?, cuya dificultad ya examinamos, debemos agregar ahora: ¿qué es Latinoamérica? Y la pregunta que combina todo: ¿qué entendemos por Arte Latinoamericano? ¿Qué significa arte latinoamericano cuando los estudiantes conocen la historia de las artes en Europa y Estados Unidos y no a los artistas latinoamericanos de los años 70? ¿Qué significa cuando no conocen ni siquiera a los artistas latinoamericanos vivos y activos en este momento?
Respecto a la vocación de identidad, en la Escuela Nacional Superior de Artes Plásticas del Perú subsiste fuertemente esta idea de latinoamericanismo, aunque hay una enorme falta de información teórica. En México, por el contrario, hay una sobreabundancia de material teórico, y una muy disminuida conciencia de lo que puede ser una “identidad latinoamericana”. En la educación brasileña, Brasil es considerado un continente. El ciudadano común celebra “el descubrimiento del Brasil”, y en cambio no conoce ningún motivo para conmemorar el 12 de octubre.
Ahora bien, no digo que las identidades no existan. Yo creo que existen. Pero los criterios con que hasta ahora las habíamos definido, simplemente no operan más. Han quedado completamente superados, y aún no sabemos cómo diseñar las nuevas identidades. Pero sí sé que en este diseño, un factor resultará crítico: la memoria.
Creo que uno de los grandes temas de reflexión teórica en el siglo XXI será el derecho a la memoria. Estamos en una constante construcción de narraciones, y por lo tanto de “la realidad”. El hecho de que recordemos y transmitamos un tipo de conocimiento, una tradición artística, una forma de percibir el mundo, lo reconfigura constantemente, y cada día ejercemos la opción de conservar o transformar nuestra percepción colectiva. No sólo el futuro, sino el presente y el pasado están continuamente en construcción. El futuro pasó ayer y el pasado podría ocurrir mañana. El futuro podría estar en mirar hacia atrás... o en todas direcciones y todos los tiempos simultáneamente. La relación que decidamos tener con nuestra memoria el día de hoy, definirá las relaciones de poder de nuestras sociedades en los años por venir. En este proceso, los profesionales de la cultura –burócratas, intelectuales, artistas, académicos, estudiantes– tendremos un papel preponderante, y por definición jugaremos en uno u otro bando, sin posibilidad de escapar .
CONJETURAS
1. Creo que, paradójicamente, la trascendencia del arte proviene y provendrá en lo futuro, de su capacidad de trascender los entornos físicos, teóricos y políticos propios del arte.
2. Entiendo que el impulso artístico es estrictamente personal. Sin embargo, artistas, críticos, estudiosos y demás trabajadores de la cultura deberíamos ser conscientes de que somos un factor de fuerza o de debilitamiento para nuestras sociedades ante los embates ideológicos, políticos y económicos de las metrópolis.
3. Creo que el arte está en un singular momento histórico de redefinición, en el que las sensibilidades situadas más allá del borde, como somos las sociedades de América Latina, podremos jugar un papel importante, si somos capaces de entender y asumir el derecho a la memoria y las políticas de la imagen como mecanismos de poder.
En resumen... esperanza
Por muy perfecta que sea la ciencia, la teoría o el enunciado lingüístico, hay un momento en que el mundo deja de ser abstracto. El discurso del progreso produce millones de pobres. El discurso de la libertad produce guerras coloniales y justifica la violación masiva de derechos humanos. El discurso de la ciencia propone la destrucción y muerte de todas las culturas del mundo excepto una. A principios del siglo XXI el discurso de la estructura científica conduce a la mayoría a la pobreza, el hambre, la muerte.
El borde se asume desde una perspectiva de estructuras en crisis incapaces de reaccionar a fenómenos de tipo no lineal. La estructura propone caminos lineales, bloqueados por sus propias contradicciones simbólicas. El borde, en cambio, se presenta como un plano que ofrece un infinito numero de direcciones y combinaciones. Allí terminan las alternativas binarias: sí/no, bueno/malo, etc.; el blanco y el negro se convierten en un mar de grises. El borde es el camino a seguir, aunque no es una línea sino un plano; y no tiene destino, sino desarrollo.
Hoy, como nunca, el sueño de la razón produce monstruos. Cuando la barbarie y la locura, tanto de izquierdas como de derechas, se han tomado el centro, el futuro de la humanidad –un futuro más o menos tolerante, pacífico y democrático, quiero decir– sólo puede estar en la radicalidad. Esto es: tener el valor de salirse de la estructura, ir más allá del borde.
Asumo el borde desde la esperanza de que exista algo más que un edificio derrumbándose, orgulloso de su poder de aplastamiento. Por definición, desde el borde de la estructura sólo puede proponerse el caos. Pero en esta crisis estructural, el caos creador es lo único que nos puede hacer humanos.
Bogotá, Colombia, mayo de 2005
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