viernes, 2 de octubre de 2009

A TI

A ti, arribista social, clasemediero. Protector de tus bienes, defensor de estatus, mezquino mercenario. Sicario, liquidas de espalda y a quemarropa a tus iguales, con tal de obtener su puesto, su lugar. Langosta de clase y procedimiento.

A ti, perpetuador propagador de sistemas económicos, por ti anhelados, pero desconocidos. Te reconoces capitalista, cínico, ni siquiera conoces el valor de tu trabajo. Sobajador de lo nuevo, represor de la juventud y de las nuevas formas; de lo espontaneo. Tu misión es divulgar tu descaro, dogmático.

A ti, que abres libros para cerrar puertas; para subir los escalones en la basura jerárquica; para alzar fortines de protección contra tu esencia, para diferenciarte del otro. ¿Recuerdas la útima vez que criticaste, la ocasión en que alguno de los ahora tuyos, te cerró la mente y te obsequió los grilletes?

Te atreves a llamarme idealista y romántico, con tu noción miope de filosofía, mientras te inclinas ante imágenes canónicas, te agachas y de rodillas besas la mano y el anillo sacro del pedófilo protegido; y no dejas de consumir, de consumir tu vida, tu ideal de vida progabacha tan comoda.

A ti, esclavo y capataz de seres en proceso de deshumanización. Aficionado a lamer botas y al ataque por detrás, lengua bífida, doblemoralino por adoctrinamiento y por vocación. Multifacético, que cuentas con miles de mascaras para oprimir a los tuyos.

¿Te das cuenta?

A ti, porque aunque no me lo creas, ya no te hablo con desdén, ni te miro con rencor. Porque así como el quetzalcoatl he mordido mi cola, me he mirado al espejo y me he despeciado al observar que a ti me parezco, tan deshumanizado, mas ahora escupo el veneno.

Quizá esta tinta con bilis, pueda ser el principio del antídoto...

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