jueves, 18 de febrero de 2010

BI-CENTENARIO: CINISMOS E INCONGRUENCIAS

El supuesto año de "festejos" se estremece entre la decadencia institucional, provocada por un grupo de oligarcas burocráticos, los medios de comunicación enajenantes, un clero medieval , una educación pública sentada en las bases de la superación personal gringa y la sumisión y antipatía del ciudadano sumergido entre inseguridad física y social, crisis económica, desempleo o explotación laboral.

Aun así, estamos de fiesta para el gobierno.

A 71 años de la fundación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), más de la mitad de la población desconoce su historia y para que hablar de antropología, etnohistoria o lingüística... Esto, en gran parte, también gracias a la ineficiente Secretaria de Educación "Pública", que se ha dedicado a partir de la llegada del PAN a Los Pinos a cercenar y editar la historia patria a su antojo, inclinándola hacia su pedagogía importada de psicología regurgitada (mal llamada y conocida como superación personal) y hacia la producción de ingenuos especialistas en materias de mercado, entre otras.

No cabe duda, que la formación de individuos carentes de información histórica moldea ciudadanos miopes y acríticos, que al desconocer la importancia de los procesos sociales que han formado al país, se muestran inertes y desinteresados ante la situación del presente. Siendo presa fácil de los medios de comunicación, cuyo papel y poder consiste principalmente en acabar la tarea encomendada por el gobierno de crear desinformación, enajenación, consumismo y medios importados de vida y pensamiento.

Ante esto, el panorama no es nada positivo. La celebración del ciclo de los 200 y 100 años de los movimientos sociales que más han influido en nuestra historia, se convierte en un discurso cínico y en una burla en labios de un gobierno corrupto y doblemoralino.

Basta con observar el papel del INAH. Por una parte se preparan para los cocteles y ceremonias de festejo:

-Invertirán alrededor de 30 millones de pesos en la apertura de tres sitios arqueológicos, "Cañada de la Virgen", en Guanajuato; "Tancama", en Querétaro, y "Bocana del Río Copalita", en Oaxaca.

-Remodelarán para su Ruta del Bicentenario de la Independencia el Museo Casa de Hidalgo "La Francia Chiquita", Casa de Hidalgo, el Ex Curato de Dolores y el Museo Regional de Guanajuato "Alhóndiga de Granaditas", además del Museo Regional Michoacano. Para lo cual suman más de 12 millones de pesos.

-Realizarán exposiciones en el país como "Moana. Los Mares del Sur"; "Moctezuma II"; "Amanecer de una nación: De Nueva España a México 1765 - 1836"; "La Revolución Mexicana en fotografías, música, testimonios y documentos", y "Culturas originarias de Canadá". Esto les va a costar 21 millones de pesos.

-Y para el pueblo en crisis, van a crear 13 mil empleos (como parte del Programa Temporal de Empleo, PET) para el mantenimiento de 239 zonas arqueológicas. En el que invertirán más de 100 millones de pesos, cabe decir que el sueldo para quien guste entrarle es del 99 % del salario mínimo diario, algo así como $350 pesotes semanales, por jornadas de ocho horas al día.

Y sin considerar las exposiciones internacionales, entre otros eventos festivos. Ahora bien, se podría pensar o deducir que el INAH demuestra con estas expresiones de júbilo, su fortaleza, congruencia y unidad como institución. Pero no es así.

Todas estas inversiones millonarias, lo único que reflejan es este afán por la simulación del todo esta bien.

Aun quedan innumerables sitios arqueológicos en completo abandono, que no mencionaré por no faltar al respeto con la ausencia de alguno, basta con el desinterés y olvido de la institución; cientos de ex-haciendas, ex-fábricas y edificios patrimonio del país y de la humanidad, en ruinas, mal remodelados o no declarados siquiera; además de todo aquello aun no visible o descubierto. Por no contar, con todo el material bibliográfico perdido en manos de particulares, librerías de viejo o las miles de piezas en posesión de coleccionistas, extranjeros la mayoría, o en fundaciones como la de Televisa.

Cabe mencionar al germano-costarricense Leonardo Patterson y su colección de más de mil piezas procedentes de distintas culturas prehispánicas, valuadas en el mercado negro en cerca100 millones de dólares y que cínicamente presentó en una exposición en España. Actualmente el acervo se encuentra decomisado por autoridades de Alemania, pero debido a la ineficacia del sistema legal de México y de los otros países latinoamericanos, podría ser devuelto a este sujeto. Ante esto, el INAH se conforma con mandar un blando comunicado a la prensa en donde menciona que la legislación alemana no ha emitido un voto desfavorable para México.

Pero no es todo, apenas el mes pasado surgió una iniciativa para trasladar las direcciones de Antropología Física, Etnohistoria, Lingüística, Etnología y Antropología Social, ubicadas en los museos de Antropología y de El Carmen a un inmueble ubicado en avenida San Jerónimo. En apariencia no suena mal, pero para algunos investigadores lo está. Una de las inconformidades se basa en la falta de condiciones necesarias para el traslado y el mantenimiento óptimo de los materiales que ahí se guardan (entre ellos la osteoteca, que conserva más de 20 mil restos esqueléticos), ya que el edificio al que planean mudarlos no cuenta con aire acondicionado y la humedad puede afectarlos. Se debe considerar que actualmente el Museo de Antropología, no cuenta con los laboratorios adecuados, ni el espacio y material necesario con que debería contar el principal museo del país. Es aquí donde se observa el desinterés por la investigación por parte de la institución, y que los encargados de realizar tales (antropólogos, arqueólogos, historiadores y muchos otros) han logrado, sin el debido apoyo, enaltecer y demostrar el nivel profesional con que cuenta el país.

Como acabose, resta el caso de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), la encargada de la formación de los profesionales en la materia. Cuyo presupuesto (más bajo que el de una universidad, por no llevar tal nombre)no se ve reflejado en las instalaciones, ni en el estudiantado, ni en los salarios. La escuela que en los ayeres se destacaba por la presencia, lucha y conciencia social de sus alumnos, hoy se encuentra mermada por las luchas de poder de algunos académicos a partir de una "controversia" en las pasadas elecciones internas, en donde se impuso al director a pesar la mayoría de votos en contra. A partir de lo cual abunda la división, en lo que deberían y son materias y licenciaturas hermanas. Y no acaba. El recién aprobado cambio de calendario escolar, y de las formas de ingreso e inscripción a la escuela, ya lograron el atraso de una generación que debía entrar a principios de año, que ahora lo hará hasta el mes de agosto y en el cual se vislumbra el recorte de matrícula.

Tal parece que el cinismo y la incongruencia, se han convertido en el requisito principal e inherente de las instituciones mexicanas.

Xiuquetzalcoatl.

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